Los tipos de apego

El apego es algo que los psicólogos y psicólogas evaluamos en una psicoterapia, no sólo cuando atendemos a menores sino cuando atendemos a adultos. El tipo de apego que ha desarrollado una persona determina algunos elementos de sus relaciones personales y su nivel de autoestima y seguridad personal.

Recientemente, estuvimos debatiendo sobre la cuestión de los apegos en nuestra última sesión de Cine y Psicología. En esta ocasión con la excusa de la película “El indomable Will Hunting”, que nos permitió analizar la importancia de los vínculos seguros para superar emociones como el miedo al abandono.

Un apego seguro es aquel que te permite tener la certeza de que la persona te va a aceptar, escuchar, intentar ayudar, con la que puedes ser sincera, y que no te va a abandonar.

Las personas que no han podido en el pasado establecer este tipo de vínculos seguros, tienen muy condicionada su manera de formar afectos con los demás, por eso, es tan importante en terapia, enseñar a construir apegos sanos, y que el terapeuta se muestre como esa figura de apego seguro. Por eso, la película nos permitió ejemplificar y explicar estos conceptos y os la recomendamos si no la habéis visto.

Pasamos a explicar los tipos de apego y sus consecuencias, algo que hace años estudió la psicóloga Mary Ainsworth en el experimento de “La situación extraña”. Tanto ella como John Bowlby, son autores de referencia si se desea estudiar este concepto.

La situación extraña es un experimento que consiste en introducir a una madre con su hijo pequeño en una sala con juegos, y estudiar las interacciones que tiene el pequeño con ella durante este espacio de tiempo. Posteriormente, en la habitación entrará una persona extraña adulta que se sentará con la madre, más adelante la madre saldrá y se quedará el pequeño solo con la persona extraña y finalmente esta persona extraña abandonará la sala dejando al niño solo. La última parte del experimento consiste en el retorno de la madre a la habitación y se estudiará la forma de reaccionar del hijo. Durante cada una de las etapas se analiza como reacciona el menor a nivel conductual y emocional. Gracias a este experimento se establecieron los tipos de apego que describimos a continuación:

 

1.      Apego seguro (tipo B)

Es el apego más saludable. Nos sentimos validados emocionalmente y seguros ante nuestra persona de referencia. Si hemos establecido estos apegos en la infancia, será más probable que tengamos una autoestima más sana, una gestión emocional más equilibrada y mayor capacidad para construir relaciones seguras.

2.      Apego evitativo (tipo A)

Un apego en el que el menor aprende a que tendrá que sobrevivir solo en el mundo al no poder contar con sus cuidadores, además de entender que tendrá que vivir con un amor deficiente. En la edad adulta se favorecerá una personalidad evitativa a los vínculos afectivos más profundos, es más probable que se conviertan en personas frías, con dificultad a la hora de expresar sus sentimientos y una tendencia a la desconfianza, favoreciendo así un afrontamiento huidizo u hostil y defensivo.

3.      Apego ambivalente (tipo C)

Es un tipo de apego muy dañino. En este caso el vínculo es inconsistente o inapropiado, y por tanto se generan reacciones desajustadas a las situaciones (imaginemos una reacción de pasotismo ante una situación grave o una reacción desproporcionada a un detalle sin importancia). En la etapa adulta, este tipo de apego favorece personalidades marcadas por la inseguridad, exceso de autocrítica, autoestima dañada… la persona puede manejarse en las relaciones buscando un exceso de aprobación por el miedo a perder el afecto, generando así dependencias emocionales fuertes.

4.      Apego desorganizado (tipo D)

Tipo de apego que se establece en entornos altamente patológicos (agresividad, maltrato, abuso…). El menor queda metido en una trampa entre la supervivencia a este entorno, y la única existencia de estas figuras afectivas. En la etapa adulta, estas situaciones traumáticas pueden condicionar altamente la forma de relacionarse o vincularse a los demás, y dificultará por tanto el establecimiento de relaciones sanas, seguras y felices.  Existen miedos no resueltos, habilidades de gestión emocional que no se han podido aprender por el mero hecho de no haber sabido encajar o entender ciertas emociones, una autoestima muy dañada y muchas necesidades afectivas sin satisfacer.

 

Os planteamos la siguiente cuestión: ¿cómo os vinculáis a la gente de vuestro alrededor?, ¿sois capaces de establecer lazos afectivos sanos?

Psicoterapia para el autoconocimiento, el desarrollo y el aprendizaje (entrevista de Prontopro)

Psicoterapia para el autoconocimiento, el desarrollo y el aprendizaje

Publicado el 28 febrero 2020 por Marta Sánchez (Prontro Pro)

Alberto López Viñau, tiene 33 años y es valenciano de nacimiento, aunque es criado en Andalucía. Es una mezcla curiosa, pero cualquiera que lo escuche hablar tiene claro que es andaluz o murciano. Profesionalmente se licenció en psicología en la Universidad de Granada, y posteriormente se especializó en Psicología Clínica y de la Salud en la Universidad Complutense de Madrid. Como profesional, se dedicó a la terapia individual, el Coaching y la formación en habilidades aplicadas a la mejora de herramientas personales y profesionales. 

Su corriente es la cognitivo conductual, pero aplica un enfoque humanista que bebe de otras formaciones recibidas en psicodrama, teatro gestáltico, psicología sistémica y técnicas de integración cerebral. Le gusta trabajar desde lo vivencial y lo práctico, sobre todo en la formación, y en las terapias o Coaching individuales, considera fundamental el vínculo terapéutico. Intenta ser muy auténtico, permitiéndose ser el mismo en su trabajo y ser bastante cercano.

Grupo Crece, es un centro de psicología, desarrollo personal y formación donde se desempeña. Este centro no ha dejado de crecer desde que se constituyó, hace más de 10 años. Aquí, Alberto tuvo la suerte de arrancar su vida laboral como becario y posteriormente pertenecer al equipo directivo del centro combinando su labor como psicólogo y gestor. En Grupo Crece, ofrece psicoterapia, tanto a adultos con diferentes problemáticas psicológicas, como terapia familiar, de pareja, de niños y adolescentes. Cuenta con un equipo especializado en todos estos ámbitos. Además realiza multitud de proyectos socio educativos para trabajar habilidades socio emocionales e inteligencia emocional. 

Sus servicios son muy diversos, entre ellos: psicoterapia para adultos y adolescentes, coaching personal, Inteligencia emocional, liderazgo de equipos, habilidades sociales, habilidades emocionales para niños y adolescentes, formación para padres y madres, asesoramiento y formación para empresas en manejo de equipos o conflictos y técnicas de relajación y control del estrés. 

Como Coach, realiza intervenciones individuales para orientar a las personas en la vida profesional y personal, de cara a tomar ciertas decisiones y realizar formación en habilidades como trabajo en equipo, comunicación, oratoria, control emocional, mindfulness. Enfocado siempre desde la psicología. Ofrece formación en el centro de Madrid sale a impartir formación “in company” a diversos tipos de instituciones (centros de enseñanza primaria o secundaria, servicios sociales, empresas privadas, colegios profesionales, otras instituciones públicas)

Hay algo de psicólogo que siempre estuvo en él, y tiene mucho que ver con lo que hace en su profesión, es decir, la capacidad de escuchar y conectar con los demás para ayudarlos en sus problemas. De adolescente tenía fama de ejercer ese rol de psicólogo con sus amistades, y trataba de ayudarlos con sus problemas. Fundamentalmente, el amigo con el que podía contar para hablar de sus conflictos. Buscaba en sí mismo, escucha y consejo, o simplemente un desahogo.

¿Qué fue lo que os motivó a dedicaros a la psicología y ofrecer mejoras en la salud mental de sus pacientes dentro del Grupo Crece? 

Nuestra fundadora, Raquel López Vergara, es una mujer con mucha personalidad, que tiene muy clara su forma de entender la Psicología. Y eso es algo que nos ha ido transmitiendo a todas las personas que ahora formamos Grupo Crece.

Ella entendió que la mejor manera de desarrollarse como psicóloga, era creando su propio centro, con sus ideas, sus valores y sus sueños. Nos enseñó que la mejor forma de ayudar a una persona, es siendo cercanos y afectivos, vivenciando lo que nos esté ocurriendo y generar cambios de forma práctica, y que todo eso debe ir acompañado de un cuidado del cuerpo, de saber lo que necesita y lo que te pide. Por supuesto, acudiendo siempre a la formación continua para aportar los últimos avances en nuestro campo. 

¿Qué parte de vuestro equipo de trabajo es esencial para garantizar la salud mental? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?

No deben faltar estos cuatro ingredientes que mencionaré a continuación: 

  • Ingrediente 1: cercanía, afecto y vínculo con las personas

  • Ingrediente 2: autenticidad del terapeuta o formador

  • Ingrediente 3: enfoque vivencial y práctico del trabajo

  • Ingrediente 4: hambre, desde una perspectiva de querer avanzar y lograr las metas terapéuticas o formativas y generosidad para ofrecer el fruto de ese avance

Según vuestra experiencia profesional ¿Cuáles son las recomendaciones que daríais a vuestros pacientes para garantizar la efectividad de los tratamientos psicoterapéuticos que ofrecéis?

Les recomiendo tomar en cuenta estos tres aspectos:

  1. Conexión con el terapeuta. El vínculo es fundamental para los resultados terapéuticos, y eso está más que estudiado y demostrado.

  2. Práctica. Llevar a  la práctica lo trabajado en las sesiones, aplicarlo a la vida, atreverse a generar cambios… Los terapeutas podemos hacer buenas confrontaciones, ser persuasivos o conseguir que las personas lleguen a grandes conclusiones con el proceso, pero no siempre es suficiente.

  3. Adherencia al tratamiento. Hay que tener regularidad en el trabajo, comprometerse, acudir a las sesiones y tener una visión a medio/largo plazo.

¿Cuándo y en qué condiciones le recomendaríais a un posible paciente que debe buscar tratamiento psicológico?

Una persona debe solicitar nuestros servicios profesionales en muchos casos, pero mencionaré aquí las más comunes: 

  • Cuando sienta que no es capaz de resolver un tema satisfactoriamente por si mismo. 

  • Cuando se vea desbordado

  • Sienta que carece de herramientas para resolver o entender una situación difícil 

  • Cuando tenga conciencia de un trauma no superado y que le bloquea poder vivir de forma satisfactoria 

  • Al sufrir miedos o fobias que no puedan superar 

  • Ante procesos de duelo

  • Cuando se precise la aceptación de una situación difícil 

  • Al tener problemas de ansiedad, estado de ánimo variables, crisis 

¿Cuáles son las principales diferencias entre la psicoterapia presencial y la psicoterapia online?

En psicoterapia, solemos intervenir de forma presencial, especialmente en casos con niños, por ejemplo. También solemos funcionar de forma presencial en nuestras formaciones. Sin embargo, usamos la terapia online en situaciones que hacen difícil el desplazamiento, ya que tiene la enorme ventaja de que muchas personas puedan tener acceso a un tratamiento y que la distancia no sea un impedimento. La psicoterapia online nos da la opción de llevar un seguimiento con los pacientes e interactuar con otros profesionales a fin de reforzar e intercambiar opiniones.

La terapia o formación presencial facilita un vínculo más rápido y genera de una manera más temprana la cohesión en el caso de un grupo, sin embargo nos esmeramos para que las terapias on line sean igual de efectivas que las presenciales, aprovechando todas las ventajas que nos brinda la tecnología. 

La cercanía y el afecto son la clave de esta profesión

En Grupo Crece, cada terapeuta y formador es auténtico, les gusta mucho trabajar con el cuerpo, la música y lo artístico, y apuestan por lo vivencial y práctico. Alberto ha conformado un equipo y tiene reuniones semanales y mensuales con los integrantes del mismo donde aprovechan para aprender los unos de los otros.También realizan reuniones clínicas y de supervisión, preparan formaciones juntos y ayudan cuando hay dificultades. Así superan mejor los retos y demandas que llegan. Todos los compañeros del centro tienen una gran capacidad de adaptación y flexibilidad, en pro del cada uno de sus pacientes. 

https://www.prontopro.es/blog/psicoterapia-para-el-autoconocimiento-el-desarrollo-y-el-aprendizaje/

Otros artículos relacionados

¿Buscas un psicólogo o psicóloga?

El niño/a tiene problemas con su profe en el cole

nino-pizarra-colegio-frustracion-p.jpg

 

A los niños y niñas les encanta aprender. Para ellos y ellas, aprender es tan natural como el respirar, absorben todo que sucede a su alrededor. Aprenden a través del juego, a través del comportamiento de otros y a través de experimentar ellos y ellas mismos/as. Definitivamente, ir al colegio, debería ser algo divertido y emocionante, un lugar seguro donde  encuentren muchas experiencias nuevas, muchos/as amigos/as y la oportunidad de dominar habilidades importantes para la vida (cognitivas, sociales y emocionales).

Pero a veces nuestro/a hijo/a tiene un/a profesor/a que no le gusta, no encaja con él/ella. Sea el profesor/a o no del agrado del niño/a, los padres y madres deben ayudarle a encontrar la forma de conseguir un buen rendimiento escolar al mismo tiempo que un buen clima emocional para su hijo/a.

Es importante también que determinen los límites y la magnitud del problema antes de sacar conclusiones extremas. No se puede forzar al niño o a la niña que le guste alguien, pero se le pueden enseñar herramientas que le ayuden a manejar sus propios sentimientos y que le sean de utilidad para mejorar la relación con su  profesor o profesora.

¿Cómo podemos ayudarle?

1.       ¿Existe realmente un problema? ¿Hay realmente hechos que induzcan a creer que hay un problema en clase?

A menos que la situación sea alarmante, se sugiere a los/las padres y madres que en principio escuchen las quejas del niño/a, que conecten con sus sentimientos y empaticen con él/ella. Después, averiguar si ha podido copiar los comentarios negativos que otros/as compañeros/as han hecho sobre el/la profesor/a. Sugerirle que es bueno dar una oportunidad antes de emitir un juicio. Si las quejas continúan, investigar si están realmente justificadas. También es muy importante validar los sentimientos del menor.

 

2.      Antes de apresurarse a “buscar culpables”, los padres y madres deben de concertar una entrevista con el/la profesor/a.

im-----ages.jpg

Recordar que sólo se conoce una parte de la historia. Lo que se desea es averiguar si hay problemas, y si es así, identificarlos y solucionarlos.

 

3.      Durante esta entrevista evitar el ataque.

Escuchar activamente y de manera empática los métodos pedagógicos que utiliza en clase. Explicarle vuestra preocupación y el hecho de que los sentimientos negativos del niño/a pueden estar afectando a su rendimiento escolar.

 

4.      Si el/la profesor/a habla de problemas específicos existentes debemos:

nina-aburrida-aula-p.jpg

Tratar de ver cómo solucionarse, o solicitarle que trabaje con los padres y madres para ayudar al niño/a a superar esos sentimientos negativos de rechazo. Se debe prestar atención a los aspectos positivos, explicando al profesor/a cuáles son los puntos fuertes del  niño o la niña y sus intereses. Comentarle también cuáles son sus dificultades porque esta información le será de gran ayuda para establecer una buena relación y dirigir mejor al niño o a la niña. De manera similar, con un mejor conocimiento del profesor o profesora por parte de los padres y  madres, éstos podrán ayudar a su hijo/a a que entienda su profesor/a más fácilmente.

 

5.      Como medida extrema, si no funciona lo anterior, hablar con el/la jefe/a de estudios y en última instancia con el/la directora/a de cara a discutir las posibles alternativas o soluciones a este conflicto.

Probablemente las dificultades podrán superarse, aunque, en algunas ocasiones el/la niño/a puede cambiar de clase.

 

Recordar: para poder aprender, un niño o niña debe sentirse seguro y apreciado.

Susana Paniagua Díaz

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Motivaciones humanas. ¿Cual es la tuya? Un ejemplo en pruebas deportivas de alto rendimiento.

2013_LEL_Buckingham_Audax_UK.jpg

Prueba en bicicleta
Londres-Edimburgo-Londres (LEL)
1460km
Apenas 110 horas para hacerlo en bicicleta.

Parece una locura, ¿no? Pues hay personas que hacen estas "locuras" casi cada año.

¿Cómo lo podemos analizar desde una perspectiva psicológica? ¿Qué motivos llevan a una persona a querer participar en algo así de exigente? ¿Reto? ¿Aprendizaje personal? ¿Amor hacia el ciclismo o cualquier otro deporte?

mtb-sul-mare-santantioco.jpg

Es duro, durísimo, los y las participantes no son deportistas profesionales, se duerme poco, de dos a cuatro horas cada día, se para, básicamente, comer y a firmar los controles, se pedalea todo el día, hay que ir cumpliendo etapas dentro del tiempo, 300km diarios aproximadamente, es probable que llueva, que haga frio, que el viento no siempre acompañe, es probable que haya momentos de mucho cansancio, de plantearte qué haces allí, de llevar tu cuerpo al límite...

Yo misma, la primera vez que oí hablar de esto, me quedé bastante sorprendida, y más porque era mi pareja quién iba a prepararse para, en aquella ocasión, la Paris-Brest-Paris (1200Km. en 90 horas). Mi pareja, un chico sensato, cabal y... "normal".

Desde entonces hemos hablado mucho sobre sus motivaciones para afrontar estos retos que prepara de vez en cuando, y he aprendido mucho de sus experiencias para entender mejor qué motiva a las personas.

Mi conclusión es, que aunque pueda parecer "una locura" lo que mueve a una LEL es lo mismo que mueve a las personas a hacer otras cosas. Es la combinación de factores lo que nos ayuda a entender y lo que aporta los matices.

Si analizo las variables psicológicas más importantes, encuentro, especialmente tres aspectos que me parecen relevantes:

1. Por un lado, el entrenamiento, la alimentación, conocer el cuerpo y cómo responde este ante un esfuerzo grande y continuado.

Para ello, exponerse progresivamente a situaciones similares favorece que los randoners tengan conciencia y experiencia de lo que vivirán durante la superbrevet, qué ritmo de pedaladas necesitan llevar, cada cuánto tiempo deben comer y qué, qué sensaciones físicas, emocionales o mentales pueden experimentar... Controlar estos elementos les ayudará a sentirse más seguros y conocer sus características y límites, y esto, aumentará la probabilidad de poder cumplir el objetivo de terminar la prueba o auto-regularse durante la misma.

2. Por otro lado, los randoners deben ser conscientes de sus habilidades de autocontrol y mejorarlas.

bici dice.jpg

Cultivar la atención al momento presente, y mantener a raya los pensamientos negativos o poco adaptativos ("no puedo más", "me duele todo", "estoy demasiado cansado/a"...) será fundamental. El cuerpo debe estar preparado, pero para superar este tipo de retos es el control mental y emocional el que marca la diferencia. Últimamente, está muy de moda hablar de Mindfulness aplicado al deporte. Al margen de modas, esto no es más que centrar nuestra atención en el aquí y ahora, sin dejar que juicios, valoraciones o emociones nos atrapen... Aceptar y dejar ir, quedarnos con "estoy aquí, frente al viento, una pedalada, otra, hago un relevo
al compañero, estamos juntos en esto, ¡vamos!". Gestionando estos elementos aumentamos también la probabilidad de conseguirlo y de disfrutarlo.

3. En tercer lugar, nos encontramos con las motivaciones...

Las motivaciones son las que nos movilizan para la acción, las que explican lo que hacemos y lo que no hacemos, y sobre todo, para qué y por qué.

Las dos primeras variables son destrezas que adquirimos, experiencia que acumulamos, aprendizajes que recibimos..., al alcance de todo el mundo. Sin embargo, las motivaciones marcan nuestra idiosincrasia. Por
qué y para qué hago yo estas cosas? Qué gano? Qué me estimula tanto que quiero repetir? En esto somos todos distintos. Nos pueden motivar varios aspectos a la vez ante una misma situación y podemos experimentar motivaciones, incluso, que sean contrapuestas entre sí. Todo este conjunto de motivaciones diversas que interactúan entre sí, construyen el espectro motivacional de una persona en una situación
concreta, único y singular.

Al mismo tiempo, hay que apuntar que los factores anteriormente citados influyen también en nuestros estados motivacionales. Por ejemplo, sentirnos fuertes o cansados, experimentar efectos negativos por falta
de sueño, estar enfermo, sentir la energía tras reponer nutrientes y calorías o dormir un poco, sentirnos frustrados u orgullosos, pensar "puedo" o pensar "no lo lograré"..., todo ello, modula la experiencia motivacional en base a las particularidades motivacionales de cada persona y en base a su personalidad.

Por tanto, podemos decir que no existe un perfil de persona que se apunte a una LEL o una PBP, realmente, existen muchos perfiles psicológicos distintos que se mueven por motivaciones distintas, y esto es menos susceptible de cambio o aprendizaje en la edad adulta. Se aprenden desde que nacemos, en la interacción con nuestro entorno y explican el por qué de nuestro comportamiento. Esto no significa que no podamos ejercer un control sobre ello, al contrario, comprenderlo y conocerlo nos puede facilitar mucho las cosas. Conocer aquello que nos mueve en la vida, es algo fascinante, y nos va a ayudar no sólo a comprender mejor al ser humano en general, sino a nosotros mismos, en todas nuestras situaciones vitales y de cara al caso que nos ocupa, hacer un balance más preciso,  del antes, durante y después de la prueba, que nos dirija mejor al objetivo o nos ayude a tomar decisiones o a gestionar frustraciones u otro tipo de estados emocionales que podamos experimentar.

Voy a detenerme en desgranar esto un poco más, adentrándome en describir los tipos de motivaciones.


La primera clasificación sobre motivaciones nos lleva a distinguir entre motivaciones extrínsecas e intrínsecas.

Las motivaciones extrínsecas son aquellas que explican la conducta a través de factores externos: por ejemplo: mi motor para hacer la LEL es evitar que se rían de mí los colegas del trabajo o mi motor para hacer la LEL es el reconocimiento que voy a obtener de mi familia.

En las motivaciones intrínsecas el factor que explica la conducta es interno. El propio disfrute, la satisfacción de cumplir con un compromiso personal, ser coherente con los propios valores, aprender... serían algunos ejemplos.

Otra clasificación más precisa de los tipos de motivaciones nos ayudará a comprenderlas y a identificarlas aún mejor. Todas estas motivaciones que describo más abajo están presentes en todas las personas pero
pueden darse con mayor importancia unas que otras y la combinación resultante nos definirá de una manera clara.

A las personas nos puede motivar:

EL RETO

En este caso, nos motiva lo difícil, lo que nadie o pocos han intentado, aquello que implica esfuerzo y superar nuestros límites. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: conseguir terminar, conseguir superar mi velocidad media, conseguir llegar con menos coste, apuntarse cada vez a pruebas más difíciles...

EL SENTIMIENTO DE PERTENENCIA A ALGO O A UN GRUPO

Las personas necesitamos pertenecer a algo o sentirnos parte de un grupo: mi equipo, mi país, mi familia, mis amigos, mi credo... Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me puedo sentir integrado/a porque todo el mundo está haciendo lo que yo, me siento perteneciente a un conjunto de personas que representan un determinado valor o son de una determinada forma, puedo tender a callar o modificar una opinión para no discrepar del grupo de referencia...

EL VÍNCULO EMOCIONAL CON EL OTRO

Nos acercamos a personas con las que tenemos un vínculo emocional, buscamos esa cercanía y omplicidad. Buscamos profundizar en las relaciones para estrechar vínculos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me importa cuidar los vínculos por encima de otras motivaciones y busco la compañía de personas más afines, hago amigos, disfruto de la compañía y las conversaciones con los demás...

LA SEGURIDAD

Las personas también necesitamos sentirnos protegidas, seguras, sentir que estamos a salvo, y que dispondremos de lo que necesitamos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: busco sentirme seguro/a con mi bici, cuido no sobrepasar un límite de cansancio, me alerto si estoy sufriendo los estragos de no dormir...

LA AUTOAFIRMACION

También es una motivación básica marcar nuestro territorio, defender nuestra identidad, sentir que somos únicos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me siento diferente porque hago cosas diferentes como una LEL, expreso mis opiniones aunque el grupo opine diferente a mí...

EL RECONOCIMIENTO O SIGNIFICACIÓN SOCIAL

Esta motivación corresponde a sabernos reconocidos, sentir que destacamos en algo con respecto al otro, llamar la atención de los demás, evitar ser criticados y tener protagonismo. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: busco señalarme dando mi opinión o narrando mi experiencia, busco ser protagonista, presumo por lo que estoy haciendo ante otros, busco o espero que me reconozcan mi valía por cumplir este reto, me cuido de que conozcan mis puntos débiles para evitar que me juzguen mal.


EL PODER

Las personas necesitamos tener nuestro espacio de poder, de control sobre nuestra realidad, sobre nosotros mismos o sobre los demás. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me gusta liderar a mis
compañeros, me gusta imponer mis opiniones y que se haga lo que yo pienso, me siento poderoso/a cuando cumplo una meta, siento que tengo el control de mi cuerpo y que puedo hacer más...

EL PLACER Y EL DISFRUTE

Provocar sensaciones y emociones positivas, simplemente, conseguir el disfrute, sea más inmediato o efímero o más a largo plazo y duradero, es una de las motivaciones básicas más importantes. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: disfruto pedaleando y haciendo deporte, disfruto del ambiente, me divierto con la gente, disfruto del paisaje...

EL SENTIDO

Las personas necesitamos un sentido para las cosas, hacer algo que sabemos tendrá una influencia, utilidad o significado más trascendente. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me ayuda a superar miedos, me aporta autoestima, cumplo los compromisos conmigo mismo/a, soy modelo para mis hijos...

EL APRENDIZAJE

El aprendizaje, también, es una motivación inherente al ser humano. Conocer y comprender mejor nuestra realidad, adquirir habilidades y destrezas y sentir el progreso. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: aprendo cosas de otras personas, de mis reacciones, de mi cuerpo, de temas relacionados con la bicicleta...


LO NOVEDOSO

Las cosas diferentes, nuevas, intensas o variadas también pueden ser una gran fuente de motivación para las personas. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: conocer gente nueva, conocer un paisaje nuevo, experimentar cosas que nunca he sentido...

LAS NORMAS Y VALORES

Los seres humanos nos relacionamos con el mundo a través de abstracciones que nos afectan de igual modo que algo tangible. Nos movemos por normas y valores: lealtad, justicia, libertad, esfuerzo... Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me quedo a esperar a un compañero que tiene una avería porque es justo que no se quede solo, mi compromiso para terminar me hace obviar el cansancio físico o la falta
de sueño, hago estas cosas porque se lo he prometido a alguien y debo cumplirlo...

PERDURABILIDAD O TRASCENDENCIA

Esta motivación nos conecta con el futuro: dejar una huella duradera, trascender, luchar por un ideal, etc. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: contribuir a mantener la tradición de estas pruebas, contribuir a divulgar el uso de la bici...

Como hemos dicho, pueden darse varias motivaciones a la vez, pueden ser contradictorias entre sí y pueden ir intercambiándose o aparecer nuevas motivaciones a lo largo del proceso.

Podría ocurrirnos, por ejemplo, que decidimos introducirnos en este mundo porque disfrutamos del deporte y de la bici, nos gusta sentirnos diferentes y nos gustan los retos y sentirnos poderosos y fuertes. Podría ser que durante la prueba, las condiciones climatológicas y físicas destapen nuestra motivación de seguridad y nos preocupe nuestro estado de salud (si muestro signos de enfermedad) y esto me puede hacer
renunciar a pesar de las fuertes motivaciones iniciales.

Podríamos buscar reconocimiento, poder y reto personal y superar todos los obstáculos con tal de no quedar mal ante otros y satisfacer nuestro reto aunque esto nos suponga algunos costes sociales.

También podría ser que nos moviese la vinculación y la pertenencia y eso disminuyese nuestra sensación de poder o reto porque en esta ocasión han venido amigos muy cercanos a la prueba con nosotros.

El hecho de haber participado otras veces y de haber entrenado me puede ayudar a controlar mejor las emociones, sentir menos cansancio y por tanto, disfrutar más de la experiencia y sentir el poderío con más
intensidad.

Cada uno podemos encontrar nuestro recorrido motivacional en cada momento del proceso, y esto nos puede ayudar a prevenir ciertas situaciones o potenciarlas.

El texto ejemplifica cómo podemos aplicar estas motivaciones a una prueba deportiva de alta exigencia, pero en realidad podemos aplicar el texto a ejemplos de nuestra vida cotidiana para conocer más lo que nos motiva, las interrrelaciones entre motivaciones y si están ajustadas al contexto. Por ejemplo, si una de mis motivaciones referentes es el “Vinculo con el otro” y quiero buscarlo en mi trabajo, donde no hay buen ambiente ni personas con las qeu sienta feeling, voy a estar frustrado/a. En ese caso me vendría bien darme cuenta y buscar esa motivación en otro lugar que no sea el entorno laboral.

Raquel López Vergara

Psicologa y coach

Grupo Crece

Preguntas para hacerse alguna vez en la vida

Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo haciéndonos preguntas. Muchas de ellas son preguntas sin respuesta que nos llevan a dar más vueltas a las cosas. Otras tantas no nos llevan más que a respuestas absurdas. Y hay otras que no tienen respuesta, directamente.

He recopilado algunas preguntas que, a veces, hago directamente a las personas que vienen a terapia, o que se plantean en las propias sesiones mientras indagamos en la psique humana.

Son interesantes y dignas de hacerse alguna vez en la vida. Algunas cuanto más nos las hagamos, mejor.

Antes de tomar una decisión (no tiene por qué ser muy importante), hazte las siguientes preguntas:

¿Esto lo hago porque quiero yo o para complacer a mis padres/pareja/amigas?

¿Esto lo hago porque quiero yo o por llevar la contraria a mis padres/pareja/amigas?

Cuando tengas que hacer algo que sientes que te provoca miedo, o vergüenza, o que dudes en hacerla, estas preguntas pueden ayudarte:

¿Qué es mejor, intentarlo y quizás equivocarse, o no haberlo intentado nunca y nunca saber qué podía haber pasado?

¿Cuántas oportunidades como ésta voy a volver a tener?

Las siguientes son ideales para preguntarse antes de irse a la cama:

¿Qué pequeña cosa he hecho hoy de la que estoy satisfecho?

¿Qué pequeña cosa ha hecho hoy alguien conmigo o por mí, por la que estoy satisfecho o agradecido?

Algunas preguntas para situaciones en las que uno se plantea darle un sentido a la vida:

¿Cómo puedo ayudar a tener un mundo mejor?

¿Tengo la vida que quiero?

¿Cuál es la primera cosa que cambiaría en mi vida?

Si no tuviera miedo: ¿Qué me gustaría hacer que no hago? ¿Qué me gustaría dejar de hacer?

Si hoy fuera el último día de vida, ¿Qué haría y con quién?

 

Os invito a realizar la siguiente tarea de reflexión:

Imagina que han pasado muchos años y que con el tiempo te has convertido en una versión más vieja y sabia de ti misma. Te invito a reflexionar sobre las siguientes preguntas: Examinando tu vida:

¿Qué es lo que más te gusta de tu existencia según la has vivido?

¿Hay algo que querrías no haber hecho?

¿Hay algo que querrías haber hecho?

¿Qué te gustaría que tus seres queridos recordaran más respecto a tu vida con ellos?

En una escala de 0 a 10, ¿cuánto hay ya en tu existencia actual que refleje las                                       respuestas que has dado a la pregunta anterior?

Si quisieras aumentar el grado en que tu vida actual refleje las ideas respondidas en las preguntas anteriores, ¿cuál sería el paso más pequeño que podrías dar?

Éstas son sólo algunas preguntas, seguramente muchas de ellas importantes para mí.

Quizás tú tengas las tuyas propias. Preguntas que te han ayudado a ti…

¿Me las cuentas?

¿QUÉ PREGUNTAS AÑADIRÍAS TÚ?

Mi hijo/a no quiere hacer los deberes y le cuesta estudiar ¿Como puedo ayudarle?

deberes--575x380.jpg

El propósito de los deberes en casa es el refuerzo de lo que se ha aprendido durante el día y la ayuda para completar una tarea de forma independiente. Sin entrar en el debate “deberes sí o deberes no”,  lo que es cierto es  que en muchas ocasiones se les carga de un exceso de tareas que objetivamente hablando, saturan y estresan a nuestros/as hijos/as. Por este y otros motivos, muchos/as de ellos/as se desmotivan y se les hace cuesta arriba.

Requiere automotivación, disciplina y la habilidad necesaria para poder utilizar otras fuentes de estudio. Es una de las formas que tiene el/la niño/a de aprender por sí mismo/a pero tanto los deberes como el estudio en casa son cosas que se les obligan hacer aunque al niño/a no le gusten.

¿Cómo podemos ayudarles? ¿Cómo es posible hacer del estudio fuera del ambiente escolar una experiencia de aprendizaje positiva para el/la niño/a y al mismo tiempo, suavizar la tensión que esto produce en la familia?

58.jpg

1.      Determinar lo que se solicita: es importante para los padres y madres saber qué se espera en el colegio, hacer planes sobre ello, ayudar al niño/a a organizarse y a realizar un plan de estudios para la semana. Ayudando desde la supervisión y el acompañamiento, evitando excesivo control y no actuando por él o ella. Podemos sugerirle ideas para organizarse, darle alternativas para ayudarle a decidir y escoger la más productiva. Actuar para facilitarles las cosas desde la supervisión y no desde el control. Animarles y motivarles desde el principio es algo fundamental para conseguir mejores resultados y aumentar su satisfacción y mejorar su actitud ante el estudio y las tareas.

nic3b1os-haciendo-deberes.jpg

2.      Averiguar qué dificultades tiene vuestro/a hijo/a: cuando el/la niño/a no hacer los deberes o tiene problemas con los trabajos escolares, debemos descubrir qué problema puede estar teniendo. Comprender las razones que tiene el/la niño/a es fundamental para poder ayudarle. ¿Hay un tema específico que no quiere abordar? ¿Se trata de un problema cotidiano o sólo ocurre de manera ocasional? ¿Entiende bien lo que se le pide? ¿Se distrae fácilmente? ¿Se olvida de hacer el trabajo o llega a casa sin estar preparado/a para hacerlo? ¿Le resultan las materias demasiado difíciles? ¿Existen interferencias exteriores que imposibiliten la tarea?

 

3.      Modificar el horario y si es necesario rehacer el plan de estudios. Por ejemplo, estudiar en la mesa de la cocina en lugar de la habitación ya que en ésta se distrae demasiado, hacer los deberes más temprano para que no se acueste tan tarde y por ello esté tan agotado/a, empezar por lo que le cueste más para aprovechar su mayor rendimiento al inicio de la tarde y continuar con las tareas más fáciles para él o ella, etc.

 

4.      Utilizar hechos cotidianos para reforzar el estudio: para los/las niños/as que juegan cuando deberían estar haciendo los deberes, habría que utilizar las actividades divertidas para recompensar que hayan terminado de hacerlos. O se pueden alternar los periodos de trabajo y los de juego. Por ejemplo, una tarea, diez minutos de tiempo libre, otra tarea, otros diez minutos, y así sucesivamente.

 

5.      Hacer un gráfico del tiempo de estudio: establecer metas específicas para el tiempo empleado en estudiar, incrementando los periodos de estudio gradualmente si fuera necesario. Conseguir que el/la niño/a controle el tiempo, que pare el cronómetro cuando se tome la pausa y reforzar siempre cualquier logro por pequeño que sea. Por ejemplo, a un/a niño/a que le cuesta aprenderse las tablas de multiplicar, se le deberá de controlar cada día el tiempo que emplea en estudiarlas pero el viernes, además del refuerzo diario a través de nuestros elogios por el esfuerzo realizado, tendrá un privilegio especial o una sorpresa (más tiempo para jugar o ir a la cama más tarde, etc.).

img_jalbarran_20160914-130519_imagenes_lv_otras_fuentes_padre_hijo888-kEjF-U41199282674T0F-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

 

6.      Enseñarles técnicas de estudio: ayudarle a realizar esquemas, resúmenes, trucos nemotécnicos, mapas conceptuales, a distribuirse el tiempo, a repasar, a buscar en el diccionario… Para facilitar el aprendizaje significativo y aumentar así su rendimiento.

 

7.      Dar al niño/a responsabilidad y autonomía paulatinamente: es mejor que los padres y madres colaboren con los esfuerzos del niño que terminarles los deberes. Muchos niños y niñas se sienten angustiados por no poder solucionar un problema del mismo modo que el profesor o la profesora lo hizo en el colegio. Retirarse gradualmente, disminuyendo el papel de “vigilantes” tan pronto como sea posible. Situarse en la esquina de la habitación haciendo una tarea paralela, estar en la habitación de al lado, etc., disponible en caso de que el /la niño/a tenga alguna duda.  Dejar poco a poco que coja responsabilidades, a pesar de que los padres y madres deben proporcionar seguridad y guía, no deben hacer el trabajo por el/la niño/a.  Si con frecuencia se muestra incapaz de hacer los deberes por sí mismo/a, pedir ayuda profesional (hablar con su profesor/a y con el servicio de orientación del colegio) para trabajar en conjunto un plan de estudios más adaptado y efectivo para nuestro/a hijo/a.

Susana Paniagua Díaz

Psicóloga infanto-juvenil, educativa y familiar

Grupo Crece

¿Eres dueño/a de tu tiempo?

ti1.jpg



"Multitask" (o multitarea) es una palabra con la que muchos de nosotros nos sentimos identificados. En un mismo día hacemos muchas cosas, cumplimos con diferentes roles, e incluso planificamos nuevas tareas que querríamos sumar. Pero todo esto se encuentra con un obstáculo: nuestro tiempo es limitado.

No nos da tiempo a hacer todo lo que nos gustaría, y esa es una realidad que constatamos a diario. Y ante ella, tenemos dos opciones: vivir en la improvisación, o vivir según nuestro orden de prioridades.

Vivir en la improvisación

ti2.jpg

Vivir en la improvisación significa dedicar nuestro tiempo a aquello que nos surge en el momento.

Sabremos si vivimos en la improvisación si tenemos la sensación de ir como pollos sin cabeza, de vivir apagando fuegos, y si siempre tenemos una gran lista de cosas pendientes por hacer. Los días se nos escapan, y no tenemos mucha conciencia de en qué se nos ha ido el tiempo. En nuestro día a día lo urgente se impone sobre lo importante.

Vivir según nuestro orden de prioridades

ti3.png


Vivir según nuestro orden de prioridades significa tener claro el valor de nuestro tiempo, y a qué queremos dedicárselo. Significa ser dueños de nuestra gestión. Y eso implica tener que decir a veces "no" en lugar de
"sí".

Sabremos si vivimos según nuestro orden de prioridades si al finalizar el día tenemos sensación de control en la gestión de las tareas del día, si sentimos que las hemos hecho porque se ajustaban a nuestras prioridades y no por las demandas externas. Esta sensación de control nos permitirá crear planificaciones con las que nos sintamos comprometidos, y confiemos en que se cumplan. Será lo importante, y no lo urgente, lo que ocupe habitualmente nuestra atención.

Todos tenemos prioridades, pero no todos sabemos priorizar. Si preguntásemos a cualquier persona qué es lo que quiere en la vida, seguramente nos conteste "Ser feliz". Pero a la hora de la verdad, en el día a día y en la acción, ¿cuántas cosas priorizamos antes que nuestra felicidad? Si hiciésemos el recuento, la cifra nos resultaría escalofriante.

Priorizas aquello a lo que dedicas tu tiempo y tus recursos. Siendo ambos limitados, priorizar algo significa renunciar de igual manera a otra cosa.


Cuando vivimos en la improvisación, no visibilizamos la parte de la renuncia y cuando nos topamos con ella sentimos una tremenda frustración. Por ello, lo primero que necesitamos para aprender a priorizar es valorar
a qué renunciamos cuando priorizamos algo, y valorar si esa renuncia es acorde con nuestros valores y prioridades.

La mayoría de las veces la respuesta no es absoluta. Pongamos, como ejemplo, alguna situación típica que se produce en el ámbito laboral. Si mi equipo me pide ayuda para una acción importante, puedo valorar como algo asumible quedarme un tiempo más en la oficina y renunciar a ir a recoger a mis hijos, pero a la vez puedo decidir que no quiero renunciar a cenar juntos. De este modo, asumo la necesidad que surge (ayudar a mi equipo) a la vez que pongo límites (solo hasta la hora necesaria para llegar a cenar), y me comprometo con esa decisión. Cuando llegue a casa, probablemente lo haga con la sensación de haber controlado mi tiempo, haber decidido mi orden de prioridades y haberlo defendido. Puedo enfrentarme a la decepción de mis hijos por no haber ido a recogerlos, pero lo haré desde la calma ya que en mi decisión asumía la posibilidad de que les afectara.

La misma situación sería afrontada de una manera muy distinta por una persona que vive en la improvisación. En este caso, si mi equipo me pide ayuda para una acción importante, diría que sí porque me lo han pedido sin hacer mayores consideraciones ni marcar límite alguno. Serán los otros los que asuman la iniciativa y tengan el control de la situación. Cada minuto se me hará eterno, y tendré la sensación de falta de control de mi vida, de que los demás manejan mis tiempos y mis días. Y eso me hará sentir que "no
puedo dar más de mí a los demás". En el caso de que mis hijos me muestren su descontento por no haber ido a recogerlos, probablemente mis emociones se desborden.

¿Te sientes identificado/a?

Tu tiempo es tuyo, y decidir a qué y quién dedicarlo un derecho que todos tenemos. Haz que tu vida cuente, que cada minuto dedicado a algo, que cada renuncia que hagas, tenga un sentido y te defina. Que al acabar el día sientas que le has dado el tiempo que querías a lo que querías. Regalar tu tiempo, desde la improvisación, es la mejor manera de "regalar" tu frustración a otros.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Feliz Año Nuevo 2020

Feliz 2020---ultima sin logo.jpg

Todo el equipo de Grupo Crece os deseamos un Nuevo Año 2020, con mayor conciencia del cambio que debemos hacer en el mundo para cuidar/nos, y tener un planeta posible, una convivencia posible entre mujeres y hombres con igualdad, una educación saludable y una infancia feliz para nuestros niños y niñas, y una vida con menos estrés, menos prisas y más tiempo para lo realmente importante, el AMOR.

Un gran abrazo

Equipo Grupo Crece

Sugerencias para una alimentación consciente. Mindfoodness.

entrepreneurslarge(1).jpg

Si ya has leído nuestro artículo sobre la “Mindfoodness, o cómo la alimentación más consciente puede beneficiar la salud” y has puesto en práctica el ejercicio que se os propone, estarás deseando de conocer más sobre esta nueva forma de relacionarte con la comida.

Una nueva forma que promueve la ingesta consciente, además de una ingesta responsable no sólo con uno mismo, con el individuo, sino también a nivel más macro, a nivel humano y ecológico.

Os vamos a descubrir una de las directrices que ayudan a realizar esta ingesta más consciente. Si quieres saber más, puedes apuntarte a nuestro Taller de Mindfoodness que se celebrará el próximamente en Grupo Crece.

Pincha aquí para más info. 

Ir más despacio. Comer despacio tiene muchas ventajas:

adelgazar.jpg
  • Al masticar bien, obtenemos más nutrientes de lo que comemos: en la saliva hay enzimas que descomponen los alimentos, permitiendo que se empiecen a absorber nutrientes incluso antes de tragar la comida.

  • Las señales químicas de satisfacción ocurren antes. Si comemos despacio, damos tiempo a que la comida llegue al intestino delgado y desencadene la señal de “me voy llenado- estoy lleno”, antes de que comamos demasiado. Son necesarios 20 minutos para que el intestino delgado envíe esta información a nuestra mente y cuerpo.

Insiste en hacer pausas

  • Haz una pausa antes de empezar a comer. Observa cada tipo de alimento, los colores, las texturas, la disposición en el plato.

  • Huele la comida.

  • Toma un bocado, dale vueltas en la boca saboreándolo. Mastica lentamente y traga.

  • Toma un sorbo de agua par a limpiar el paladar. Cuando la comida está limpia de sabores, repite el proceso.

  • Si observas que estás comiendo sin consciencia, detente y haz una pausa para volver a mirar la comida.

Mastica

  • Intenta masticar cada bocado entre 15- 30 veces antes de tragar.

 

Bebe despacio

images(1).jpg
  •  Mantener el líquido en la boca durante unos segundos antes de ingerirlo. Darle unas cuantas vueltas por la boca y disfruta del sabor antes de tragarlo.

  • Descansar la copa o el vaso en la mesa mientras saboreas y tragas. Vuelve a dar otro trago sólo cuando tengas la boca vacía y el sabor vaya desapareciendo.

 

Suelta el tenedor o la cuchara

 

  • Cada vez que te lleves un bocado de comida a la boca, suelta el cubierto sobre el plato. No los vuelas a utilizar hasta que hayas masticado, saboreado y tragado por completo el alimento.

 

Come con la mano no dominante

 

  • Durante una semana come con tu mano no dominante, la que no uses habitualmente para comer. Observa lo que sucede.

 Raquel Ibáñez Ortego

Psicóloga y formadora

Grupo Crece