Terapia integradora: una psicoterapia adaptada a cada situación vital

La terapia integradora o terapia integral, es una psicoterapia que aúna e integra diferentes corrientes de la Psicología probadas científicamente y técnicas psicoterapéuticas eficaces.

En nuestro caso, en Grupo Crece integramos la terapia cognitivo-conductual, el psicoanálisis relacional (un enfoque psicoanálitico abierto y modernizado, derivado de la corriente sistémica y humanista), la psicología gestalt, el enfoque sistémico, imprescindible para la terapia familiar, de pareja y para el trabajo con organizaciones, el coaching o psicocoaching, técnicas de mindfulness, la arteterapia, EMDR, TIC y otras técnicas de avanzada que aceleran los proceso de tratamiento y son la herramienta más eficaz para trabajar con trauma y estrés postraumático, , técnicas psicocorporales y psicodrama, terapia de grupo, talleres de habilidades y terapia individual, familiar o de pareja.

No nos colocamos una etiqueta de psicólogos psicoanalistas o cognitivos-conductuales, por ejemplo, sino que nos adaptamos a lo mejor para cada paciente.

Consideramos que la Psicología aporta demasiadas cosas interesantes como para ceñirnos a un ámbito, todos son complementarios y suman: psicología social, psicología evolutiva, psicología cognitiva, neuropsicología, etc. Además disciplinas limítrofes nos aportan conocimiento y herramientas claves para nuestro equipo: coaching, mindfulness, neurociencias, danza y otras expresiones artísticas.

Terapia Integradora en Psicología. Ventajas y eficacia.

La orientación integradora de nuestros y nuestras psicoterapéutas en Grupo Crece pretende lograr.

Adaptarnos a cada persona y cada problema. Por ejemplo:

Hay personas que requieren un cambio en sus patrones de conducta, patrones dañinos que les generan infelicidad y conflicto y van a necesitar un entrenamiento en habilidades, pautas conductuales y un trabajo emocional más profundo para encontrar la causa de esa repetición de patrones.

Otras personas van a necesitar un refuerzo de su autoestima, teniendo que cambiar patrones cognitivos muy instalados. Cuando los problemas de autoestima se centran en el cuerpo, la imagen, usaremos técnicas más psicocorporales o arteterapéuticas.

Personas muy mentales y racionales que necesitan a priori, un enfoque más cognitivo-conductual pero que a medio plazo en el proceso terapéutico, requieren un enfoque más vivencial a través de técnicas que le den más peso al cuerpo que a la mente.

Hay problemas arraigados en una situación traumática, que a veces ni siquiera está presente de forma consciente, que genran mucho sufrimiento, conductas desadaptativas, somatizaciones, etc., y será muy importante un abordaje de psicoánalisis relacional y de técnicas de EMDR o TIC, para ir reprocesando el trauma y favorecer la sanación de la persona.

En el caso de una pareja o familia que acuda a terapia, o una persona, a nivel individual pero cuyo problema se de carácter grupal como conflictos familiares, conflictos laborales o sociales, es importante incorporar el abordaje sistémico y el psicodarma. Incluso, a la hora de ofrecer un asesoramiento a una organización con muchos conflictos, no sólo serán adecuadas las estrategias de coaching sino que habrá que apelar a la psicología sitémica organizacional.

Los niños y adolescentes en la mayoría de ocasiones van a necesitar un enfoque gestalt, psicodramático para trabajar con roles y juegos y dinámicas de arteterapia, y el trabajo con madres y padres, además un enfoque cognitivo-conductual para que adquieras herramientas educativas.

La gestión del estrés, la autoexigencia, la ansiedad … se verán muy bien enfocadas bebiendo de mindfulness.

Mindfulness y la terapia cognitivo conductual se muestran muy eficaces para tratar el TDAH y problemas de conducta.

Una depresión requiere igualmente un abordaje, que incluya técnicas cognitivas, técnicas conductuales, técnicas de coaching, técnicas psicocorporales para movilizar la sintomatología de cansancio y desgana corporal, y otras herramientas si hay un proceso de duelo mal sanado, un vacío existencial desde hace tiempo… es decir, para abordar la causa de la depresión y no sólo sus síntomas.

Las dificultades en la toma de decisiones suelen funcionar muy bien con herramientas de coaching y técnicas que favorezcan la escucha emocional y el autocontacto y autoconocimiento.

Los problemas de relación social y asertividad, así como las fobias y obsesiones, se ven beneficiados de un enfoque psicoeducativo cognitivo-conductual, con técnicas de exposición y prevención de respuesta, pero se suele combinar con EMDR y TIC para abordar más directamente el bloqueo emocional que hay siempre como base de estos trastornos o problemas.

Los trastornos de la personalidad, trastorno bipolar, los trastornos de la alimentación, la esquizofrenia, las adicciones, requieren siempre de un trabajo multidisciplinar.

A veces, la terapia de grupo o el entrenamiento en habilidades en un taller, va a ser lo que marque la diferencia.

Otro elemento importante para tener en cuenta una terapia integradora es como es la o el paciente. La psicología integradora facilita acomodarnos a la personalidad y características idiosincrásicas de las y los pacientes.

Hay personas que necesitan explorar, y otras necesitan ir más al grano, hay personas que viene con más temor o incertidumbre a terapia, y les cuesta más abrirse, otras se abren desde el primer momento, unas van a preferir y necesitar más una terapia presencial, otras lo van a ver facilitado a través de una terapia online, a veces, pueden necesitar más una terapia de grupo o grupo de habilidades, que una terapia individual.

Intervenciones interdisciplinares

Colaboramos con otros profesionales de la salud de ramas tan importantes como la psiquiatría, la fisioterapia, la nutrición, a quien derivamos para intervenciones puntuales o en paralelo con el tratamiento psicológico. Además, otros profesionales como profesores de teatro, coach de voz, coach de imagen, coach deportivos, participan en nuestras intervenciones.

Intervención integral

La terapia integradora tiene la ventaja de hacer una intervención integral atendiendo a los diferentes niveles de una persona (salud mental, física, emocional, social, laboral) y favorecer un equilibrio entre los diferentes elementos de la personas para facilitar su máximo potencial.

Potenciar un vínculo sano y la relación terapéutica

Y un elemento básico para nosotr@s en Grupo Crece es clave para facilitar la adaptación a los y las pacientes, que es generar adecuadamente el vínculo terapéutico. El enfoque humanista y el psicoanálisis relacional nos aportan muchas herramientas para favorecer un vínculo sano entre terapeuta-paciente.

Técnicas probadas científicamente, eficaces y avaladas por organismos internacionales.

La terapia integradora logra abordar los problemas de forma profunda, interviniendo en base a dos líneas de trabajo: en los síntomas para aliviar a corto plazo a las y los pacientes y en las causas, profundizando en los problemas para dotar a las personas de recursos a largo plazo.

Esto genera un trabajo en mucho menos tiempo, ya que se seleccionan los enfoques y técnicas más efectivos en cada situación particular, así que la terapia integradora es mucho más eficaz, notándose efectos positivos a corto plazo.

La OMS y otros organismos oficiales indican qué terapia es más adecuada para según qué tipo de problema. Por ejemplo, la terapia EMDR es la recomendada por la OMS para el trastornos de estrés postraumático, la terapia cognitivo-conductual para la depresión, ansiedad y fobias, etc.

En resumen, como en otras disciplinas, no hay una teoría que lo explique todo, así que el enfoque integrador en psicoterapia, nos ayuda a entender la psicología humana y ofrecer una respuesta ad hoc para nuestr@s pacientes. Muchas de estas teorías que ahora se integran, tenían más en el pasado que ahora,aspectos contradictorios entre sí. Con el tiempo y el avance en la investigación científica en el ámbito de la psicología y la neurociencia, estamos descubriendo que las contradicciones, muchas veces, solo eran lagunas en el conocimiento del ser humano.

 

¿Que diferencia hay entre coaching y psicoterapia?

¿Es lo mismo coaching que psicoterapia? ¿en qúe se diferencia un proceso de coaching de una psicoterapia?

En Grupo Crece, desarrollo personal y profesional, al ser psicólogos y coach, muchas veces combinamos procesos de coaching y de psicoterapia según las necesidades del cliente, pero no se trata de lo mismo.

El coaching profesional es un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial mediante un gran conjunto de herramientas que ayudan a cubrir el vacío existente entre donde una persona está ahora y donde se desea estar”. Desfinición de la Asociación Española de Coaching.

El coaching incorpora técnicas y herramientas procedentes de diversos campos (gran parte de la psicología), todas ellas dedicadas a que el o la cliente consigan sus objetivos. Por ejemplo: coaching ejecutivo si los objetivos son profesionales, o coaching deportivo, si se trata de mejorar el rendimiento y la superación personal en este ámbito. en este sentido, las diferencias entre coaching y psicoterapia están bastante claras.

En el ámbito del life coaching o coaching personal, surgen las confusiones. ya que este tipo de proceso se centra en objetivos relacionados con el bienestar personal, las relaciones humanas, la consecución de cambios vitales…

En esas situaciones, la falta de profesionalidad, conocimientos y rigurosidad puede general complicaciones y confusiones.

¿Qué podemos contarte para establecer las diferencias?

El coaching es una herramientas fabulosa que puede ser usada por psicólogos y otros profesionales como una herramienta más de trabajo. Además, el coaching en sí, nos puede facilitar la puesta en práctica de ciertas metas y objetivos vitales y profesionales, nos ayuda a definir estas metas de manera que sean operativas y realistas. Es una herramienta muy útil para automotivarse para el cambio.

En un proceso de coaching nos centraremos, siempre con una persona que no presente un problema psicológico o emocional (autoestima dañada, carencias afectivas, repetición de patrones en algún ámbito vital, problemas de ansiedad, trastorno mental, etc.) en llevar a cabo una toma de conciencia de necesidades, motivaciones, intereses, objetivos... y entrenamiento en habilidades muy específicas para satisfacer esas necesidades u objetivos, centrándonos siempre en los recursos y potencialidades del o la cliente, de cara a una orientación laboral o vital (coaching profesional o life coaching).

El o la coach no guiarán de manera directiva a las/os clientas/es. Se realizará un diálogo socrático a través de las preguntas poderosas del coaching. El proceso tiene un inicio y un fin pactado previamente entre coach y cliente/a de un número concreto de sesiones. Los procesos suelen y deben ser cortos.

En un proceso de coaching, no se abordan problemas psicopatológicos, tampoco se abordan aspectos relacionados con la personalidad, los miedos, los bloqueos emocionales, los patrones de conducta repteidos y poco sanos o beneficiosos, aunque sean casos leves sin ningún trastorno. En una consulta de coaching pueden aparecer en la conversación, situaciones como traumas, desordenes emocionales y de conducta, adicciones y actitudes que atentan contra la vida, carencias afectivas, conflictos relacionales importantes, pequeñas fobias o bloqueos emocionales, etc. Todo ello debe ser abordado por un psicoterapeuta especializado.

La psicoterapia abarca un terreno más profundo y amplio, interviniendo a nivel de la sintomatología ansiosa, depresiva, obsesiva o fóbica, modificando respuestas poco adaptativas, cambiando patrones de comportamiento, interviniendo en la estructura de la personalidad, en ocasiones, también indagando en aspectos del pasado que condicionan el presente, y entrenando en habilidades de mayor espectro. Nos centraremos en trabajar tanto desde sus recursos y potencialidades, como desde sus dificultades y vulnerabilidades.

En psicoterapia, por tanto, abordaremos de manera más profunda qué hay detrás de esas metas que nos fijamos y si son idóneas o no en nuestra vida, abordaremos los miedos u otras emociones interfirientes y profundizaremos más en el trabajo de la autoestima, y otros recursos psicológicos fundamentales que están, muchas veces, detrás de nuestras dificultades para lograr ciertos cambios.

La psicoterapia a veces, puede ser más directiva, y otras veces, igual que el coaching, puede no serlo, usando preguntas poderosas y diálogo socrático, base de la terapia cognitiva.

La duración del proceso es más difícil de determinar, ya que es necesaria una evaluación profunda del caso que no se puede realizar únicamente en una primera sesión. en psicoterapia hay procesos muy cortos y procesos necesariamente largos.

Hay dos conceptos que muchas veces, se confunden con el coaching, y son el mentoring y la consultoría.

El mentoring es una tutorización, el mentor o la mentora guían y dirigen a sus mentorizados/as. Son expertos/as en el área tutorizada y tiene la experiencia y los conocimientos para acompañar a personas menos expertas. Es un proceso bastante directivo a diferencia del coaching.

La consultoría implica que una persona, el consultor, pone a disposición del cliente su experiencia y conocimiento pero aplicado a un área diferente, la de cada cliente.

Espero que haya podido aclarar conceptos y áreas de trabajo que a veces se confunden. Cualquier duda me escribís en comentarios.

Danzaterapia: Danza y Movimiento terapéutico

La danzaterapia es una terapia psicocorporal que favorece a través de diversas técnicas el contacto con las emociones y la expresión de las mismas, mejora los vínculos sanos, el contacto social, favorece la desinhibición y el desarrollo de comportamientos no verbales adaptativos. Favorece la expresión de la libertad personal y el desarrollo de la seguridad.

“El movimiento para ser experimentado tiene que ser “encontrado” en el cuerpo, no ser puesto desde afuera como un vestido o un saco. Existe en nosotros aquello que nos ha movido desde el origen; aquello mismo que nos puede liberar” Mary S. Whitehouse

Esta frase refleja la esencia del movimiento auténtico que buscamos en una sesión de danzaterapia. Al conectarnos con el cuerpo, el cuerpo expresa su propio movimiento, y dicho movimiento nos dice cosas de nosotr@s, cosas que están ahí en el cuerpo que es memoria desde antes de nacer, movimiento que nos va a ir reencontrarnos con ese niño o niña internos, que desbloquearán sentimientos reprimidos, miedos, dolores…, congelados en el cuerpo, que al dejarlo ir libre en su movimiento, irá soltando sus cadenas.

La danzaterapia es una disciplina que trabaja las emociones a través del movimiento corporal y el contacto. El objetivo es que a través de la conexión mente-cuerpo como un todo, se liberen tensiones emocionales, se descubran sentimiento reprimidos, se vehiculicen conflictos reprimidos o no resueltos, podamos expresarnos con libertad y autenticidad, soltando la vergüenza o la timidez, ampliando nuestros registros expresivos. Cuando el cuerpo muestra más repertorio de movimiento estamos sin darnos cuenta favoreciendo la liberación de emociones y favoreciendo el contacto con nosotros mismos y mismas.

La danzaterapia y el movimiento libre nos sirven para:

1. Conocernos más y comprendernos mejor

El cuerpo se descubre así mismo en movimiento y por lo tanto nos vamos s descubrir en las sesiones de danzaterapia. Los bebés van conociendo el mundo y a sí mismos a través del movimiento y del contacto. Ese proceso lo hacemos toda la vida, y se vivencia en este tipo de trabajo psicocorporal.

2. Desbloquear y liberar nuestras emociones

Muchas veces desconectamos del cuerpo, en esta sociedad de la prisa, y evitamos enfrentarnos a lo que sentimos por no saber cómo manejarlo. El movimiento y la atención al cuerpo en un entorno seguro nos brindarán la oportunidad de soltar lo reprimido o dar espacio a expresar lo que en el día a día no encontramos momento y espacio para hacer. Conectarnos con esto, descubrirlo y liberarlo es la primera puerta para sanarlo.

3. Mejorar las capacidades expresivas y comunicativas

La comunicación no verbal, gestual y corporal, además de la voz, son esenciales para conectarnos con los demás y comunicarnos adecuadamente. con el trabajo psicocorporal en danzaterapia puedes desarrollar un mayor repertorio de registros expresivos, abrir postura, soltar la voz y mejorar tu comunicación en general.

4. Desarrollar más seguridad y una autoestima más sana

El conocimiento y el control del cuerpo y de nuestros registros expresivos nos aporta una mayor seguridad. ser capaces de expresarnos sin barreas nos ayuda a querernos y aceptarnos fomentando nuestra sana autoestima.

Raquel López Vergara

Psicóloga, coach y danzaterapeuta

Grupo Crece

Motivaciones humanas. ¿Cual es la tuya? Un ejemplo en pruebas deportivas de alto rendimiento.

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Prueba en bicicleta
Londres-Edimburgo-Londres (LEL)
1460km
Apenas 110 horas para hacerlo en bicicleta.

Parece una locura, ¿no? Pues hay personas que hacen estas "locuras" casi cada año.

¿Cómo lo podemos analizar desde una perspectiva psicológica? ¿Qué motivos llevan a una persona a querer participar en algo así de exigente? ¿Reto? ¿Aprendizaje personal? ¿Amor hacia el ciclismo o cualquier otro deporte?

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Es duro, durísimo, los y las participantes no son deportistas profesionales, se duerme poco, de dos a cuatro horas cada día, se para, básicamente, comer y a firmar los controles, se pedalea todo el día, hay que ir cumpliendo etapas dentro del tiempo, 300km diarios aproximadamente, es probable que llueva, que haga frio, que el viento no siempre acompañe, es probable que haya momentos de mucho cansancio, de plantearte qué haces allí, de llevar tu cuerpo al límite...

Yo misma, la primera vez que oí hablar de esto, me quedé bastante sorprendida, y más porque era mi pareja quién iba a prepararse para, en aquella ocasión, la Paris-Brest-Paris (1200Km. en 90 horas). Mi pareja, un chico sensato, cabal y... "normal".

Desde entonces hemos hablado mucho sobre sus motivaciones para afrontar estos retos que prepara de vez en cuando, y he aprendido mucho de sus experiencias para entender mejor qué motiva a las personas.

Mi conclusión es, que aunque pueda parecer "una locura" lo que mueve a una LEL es lo mismo que mueve a las personas a hacer otras cosas. Es la combinación de factores lo que nos ayuda a entender y lo que aporta los matices.

Si analizo las variables psicológicas más importantes, encuentro, especialmente tres aspectos que me parecen relevantes:

1. Por un lado, el entrenamiento, la alimentación, conocer el cuerpo y cómo responde este ante un esfuerzo grande y continuado.

Para ello, exponerse progresivamente a situaciones similares favorece que los randoners tengan conciencia y experiencia de lo que vivirán durante la superbrevet, qué ritmo de pedaladas necesitan llevar, cada cuánto tiempo deben comer y qué, qué sensaciones físicas, emocionales o mentales pueden experimentar... Controlar estos elementos les ayudará a sentirse más seguros y conocer sus características y límites, y esto, aumentará la probabilidad de poder cumplir el objetivo de terminar la prueba o auto-regularse durante la misma.

2. Por otro lado, los randoners deben ser conscientes de sus habilidades de autocontrol y mejorarlas.

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Cultivar la atención al momento presente, y mantener a raya los pensamientos negativos o poco adaptativos ("no puedo más", "me duele todo", "estoy demasiado cansado/a"...) será fundamental. El cuerpo debe estar preparado, pero para superar este tipo de retos es el control mental y emocional el que marca la diferencia. Últimamente, está muy de moda hablar de Mindfulness aplicado al deporte. Al margen de modas, esto no es más que centrar nuestra atención en el aquí y ahora, sin dejar que juicios, valoraciones o emociones nos atrapen... Aceptar y dejar ir, quedarnos con "estoy aquí, frente al viento, una pedalada, otra, hago un relevo
al compañero, estamos juntos en esto, ¡vamos!". Gestionando estos elementos aumentamos también la probabilidad de conseguirlo y de disfrutarlo.

3. En tercer lugar, nos encontramos con las motivaciones...

Las motivaciones son las que nos movilizan para la acción, las que explican lo que hacemos y lo que no hacemos, y sobre todo, para qué y por qué.

Las dos primeras variables son destrezas que adquirimos, experiencia que acumulamos, aprendizajes que recibimos..., al alcance de todo el mundo. Sin embargo, las motivaciones marcan nuestra idiosincrasia. Por
qué y para qué hago yo estas cosas? Qué gano? Qué me estimula tanto que quiero repetir? En esto somos todos distintos. Nos pueden motivar varios aspectos a la vez ante una misma situación y podemos experimentar motivaciones, incluso, que sean contrapuestas entre sí. Todo este conjunto de motivaciones diversas que interactúan entre sí, construyen el espectro motivacional de una persona en una situación
concreta, único y singular.

Al mismo tiempo, hay que apuntar que los factores anteriormente citados influyen también en nuestros estados motivacionales. Por ejemplo, sentirnos fuertes o cansados, experimentar efectos negativos por falta
de sueño, estar enfermo, sentir la energía tras reponer nutrientes y calorías o dormir un poco, sentirnos frustrados u orgullosos, pensar "puedo" o pensar "no lo lograré"..., todo ello, modula la experiencia motivacional en base a las particularidades motivacionales de cada persona y en base a su personalidad.

Por tanto, podemos decir que no existe un perfil de persona que se apunte a una LEL o una PBP, realmente, existen muchos perfiles psicológicos distintos que se mueven por motivaciones distintas, y esto es menos susceptible de cambio o aprendizaje en la edad adulta. Se aprenden desde que nacemos, en la interacción con nuestro entorno y explican el por qué de nuestro comportamiento. Esto no significa que no podamos ejercer un control sobre ello, al contrario, comprenderlo y conocerlo nos puede facilitar mucho las cosas. Conocer aquello que nos mueve en la vida, es algo fascinante, y nos va a ayudar no sólo a comprender mejor al ser humano en general, sino a nosotros mismos, en todas nuestras situaciones vitales y de cara al caso que nos ocupa, hacer un balance más preciso,  del antes, durante y después de la prueba, que nos dirija mejor al objetivo o nos ayude a tomar decisiones o a gestionar frustraciones u otro tipo de estados emocionales que podamos experimentar.

Voy a detenerme en desgranar esto un poco más, adentrándome en describir los tipos de motivaciones.


La primera clasificación sobre motivaciones nos lleva a distinguir entre motivaciones extrínsecas e intrínsecas.

Las motivaciones extrínsecas son aquellas que explican la conducta a través de factores externos: por ejemplo: mi motor para hacer la LEL es evitar que se rían de mí los colegas del trabajo o mi motor para hacer la LEL es el reconocimiento que voy a obtener de mi familia.

En las motivaciones intrínsecas el factor que explica la conducta es interno. El propio disfrute, la satisfacción de cumplir con un compromiso personal, ser coherente con los propios valores, aprender... serían algunos ejemplos.

Otra clasificación más precisa de los tipos de motivaciones nos ayudará a comprenderlas y a identificarlas aún mejor. Todas estas motivaciones que describo más abajo están presentes en todas las personas pero
pueden darse con mayor importancia unas que otras y la combinación resultante nos definirá de una manera clara.

A las personas nos puede motivar:

EL RETO

En este caso, nos motiva lo difícil, lo que nadie o pocos han intentado, aquello que implica esfuerzo y superar nuestros límites. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: conseguir terminar, conseguir superar mi velocidad media, conseguir llegar con menos coste, apuntarse cada vez a pruebas más difíciles...

EL SENTIMIENTO DE PERTENENCIA A ALGO O A UN GRUPO

Las personas necesitamos pertenecer a algo o sentirnos parte de un grupo: mi equipo, mi país, mi familia, mis amigos, mi credo... Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me puedo sentir integrado/a porque todo el mundo está haciendo lo que yo, me siento perteneciente a un conjunto de personas que representan un determinado valor o son de una determinada forma, puedo tender a callar o modificar una opinión para no discrepar del grupo de referencia...

EL VÍNCULO EMOCIONAL CON EL OTRO

Nos acercamos a personas con las que tenemos un vínculo emocional, buscamos esa cercanía y omplicidad. Buscamos profundizar en las relaciones para estrechar vínculos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me importa cuidar los vínculos por encima de otras motivaciones y busco la compañía de personas más afines, hago amigos, disfruto de la compañía y las conversaciones con los demás...

LA SEGURIDAD

Las personas también necesitamos sentirnos protegidas, seguras, sentir que estamos a salvo, y que dispondremos de lo que necesitamos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: busco sentirme seguro/a con mi bici, cuido no sobrepasar un límite de cansancio, me alerto si estoy sufriendo los estragos de no dormir...

LA AUTOAFIRMACION

También es una motivación básica marcar nuestro territorio, defender nuestra identidad, sentir que somos únicos. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me siento diferente porque hago cosas diferentes como una LEL, expreso mis opiniones aunque el grupo opine diferente a mí...

EL RECONOCIMIENTO O SIGNIFICACIÓN SOCIAL

Esta motivación corresponde a sabernos reconocidos, sentir que destacamos en algo con respecto al otro, llamar la atención de los demás, evitar ser criticados y tener protagonismo. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: busco señalarme dando mi opinión o narrando mi experiencia, busco ser protagonista, presumo por lo que estoy haciendo ante otros, busco o espero que me reconozcan mi valía por cumplir este reto, me cuido de que conozcan mis puntos débiles para evitar que me juzguen mal.


EL PODER

Las personas necesitamos tener nuestro espacio de poder, de control sobre nuestra realidad, sobre nosotros mismos o sobre los demás. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me gusta liderar a mis
compañeros, me gusta imponer mis opiniones y que se haga lo que yo pienso, me siento poderoso/a cuando cumplo una meta, siento que tengo el control de mi cuerpo y que puedo hacer más...

EL PLACER Y EL DISFRUTE

Provocar sensaciones y emociones positivas, simplemente, conseguir el disfrute, sea más inmediato o efímero o más a largo plazo y duradero, es una de las motivaciones básicas más importantes. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: disfruto pedaleando y haciendo deporte, disfruto del ambiente, me divierto con la gente, disfruto del paisaje...

EL SENTIDO

Las personas necesitamos un sentido para las cosas, hacer algo que sabemos tendrá una influencia, utilidad o significado más trascendente. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me ayuda a superar miedos, me aporta autoestima, cumplo los compromisos conmigo mismo/a, soy modelo para mis hijos...

EL APRENDIZAJE

El aprendizaje, también, es una motivación inherente al ser humano. Conocer y comprender mejor nuestra realidad, adquirir habilidades y destrezas y sentir el progreso. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: aprendo cosas de otras personas, de mis reacciones, de mi cuerpo, de temas relacionados con la bicicleta...


LO NOVEDOSO

Las cosas diferentes, nuevas, intensas o variadas también pueden ser una gran fuente de motivación para las personas. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: conocer gente nueva, conocer un paisaje nuevo, experimentar cosas que nunca he sentido...

LAS NORMAS Y VALORES

Los seres humanos nos relacionamos con el mundo a través de abstracciones que nos afectan de igual modo que algo tangible. Nos movemos por normas y valores: lealtad, justicia, libertad, esfuerzo... Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: me quedo a esperar a un compañero que tiene una avería porque es justo que no se quede solo, mi compromiso para terminar me hace obviar el cansancio físico o la falta
de sueño, hago estas cosas porque se lo he prometido a alguien y debo cumplirlo...

PERDURABILIDAD O TRASCENDENCIA

Esta motivación nos conecta con el futuro: dejar una huella duradera, trascender, luchar por un ideal, etc. Por ejemplo, en el caso de una superbrevet: contribuir a mantener la tradición de estas pruebas, contribuir a divulgar el uso de la bici...

Como hemos dicho, pueden darse varias motivaciones a la vez, pueden ser contradictorias entre sí y pueden ir intercambiándose o aparecer nuevas motivaciones a lo largo del proceso.

Podría ocurrirnos, por ejemplo, que decidimos introducirnos en este mundo porque disfrutamos del deporte y de la bici, nos gusta sentirnos diferentes y nos gustan los retos y sentirnos poderosos y fuertes. Podría ser que durante la prueba, las condiciones climatológicas y físicas destapen nuestra motivación de seguridad y nos preocupe nuestro estado de salud (si muestro signos de enfermedad) y esto me puede hacer
renunciar a pesar de las fuertes motivaciones iniciales.

Podríamos buscar reconocimiento, poder y reto personal y superar todos los obstáculos con tal de no quedar mal ante otros y satisfacer nuestro reto aunque esto nos suponga algunos costes sociales.

También podría ser que nos moviese la vinculación y la pertenencia y eso disminuyese nuestra sensación de poder o reto porque en esta ocasión han venido amigos muy cercanos a la prueba con nosotros.

El hecho de haber participado otras veces y de haber entrenado me puede ayudar a controlar mejor las emociones, sentir menos cansancio y por tanto, disfrutar más de la experiencia y sentir el poderío con más
intensidad.

Cada uno podemos encontrar nuestro recorrido motivacional en cada momento del proceso, y esto nos puede ayudar a prevenir ciertas situaciones o potenciarlas.

El texto ejemplifica cómo podemos aplicar estas motivaciones a una prueba deportiva de alta exigencia, pero en realidad podemos aplicar el texto a ejemplos de nuestra vida cotidiana para conocer más lo que nos motiva, las interrrelaciones entre motivaciones y si están ajustadas al contexto. Por ejemplo, si una de mis motivaciones referentes es el “Vinculo con el otro” y quiero buscarlo en mi trabajo, donde no hay buen ambiente ni personas con las qeu sienta feeling, voy a estar frustrado/a. En ese caso me vendría bien darme cuenta y buscar esa motivación en otro lugar que no sea el entorno laboral.

Raquel López Vergara

Psicologa y coach

Grupo Crece

Relaciones sanas: La importancia de dar y recibir

Los vínculos personales se basan en una confianza mútua, y esto implica tener una relación sana con el hecho de dar y recibir. Este equilibrio consideramos que es muy importante en psicoterapia en nuestro centro de Psicología.

Dar implica ofrecer ayuda, apoyo, tiempo… pero también, darse al otro sin tener que ocultar nada, sin tener que disimular nuestra vulnerabilidad. Pero dar sin recibir es algo que queda a medias, sería como estar en una relación asimétrica donde no se fluye un equilibrio entre las partes.

Saber dar también implica, saber recibir.

Recibir desde la humildad de la necesidad, desde el respeto a lo que el otro puede dar, desde el agradecimieno y el dejarse sostener. Recibir, nos coloca en la vulnerabilidad, y aveces, nos cuesta asumir esa parte de nosotros.

Como véis, dar y recibir son dos caras de una misma moneda a la hora de establecer vínculos seguros y saludables.

Me vienen estas cuestiones para la reflexión.

¿Cómo es mi forma de dar?

¿Inhibo algo al dar o darme?

¿Doy desde el paternalismo?

¿Doy para recibir?

¿Doy lo que yo necesito recibir?

¿Doy sólo si me piden?

¿Siento que invado si doy?

¿Hay cosas que doy que no funcionan de una manera sana?

¿Cómo es mi forma de recibir?

¿Acepto lo que me dan?

¿Me siento de menos si me dan?

¿Cierro la posibilidadd de que me den?

¿Pido todo el rato?

¿Siento que recibo poco de lso demás?

¿Siento que lo que recibo no es para mí y añoro lo que recibien otros?

¿Me justifico si pido?

¿Me cuesta agradecer?

En las relaciones humanas sanas, cuando nos piden nos sentimos dignos de la confianza del otro, y esto refuerza dichas relaciones. Cuando damos nos sentimos valiosos para la otra persona y para la propia relación que compartimos. Nos sentimos valiosos para el mundo.

Cuando pedimos o nos dan, mostramos al otro la humildad que nos hace iguales y esto, favorece las relaciones equitativas. Nos mostramos abiertos y vulnerables al otro, y se refuerza la intimidad en las relaciones y la sensación de unión y equipo.

Lo que sentimos en el proceso de dar y recibir es esencial par ael vínculo sano: alegría, agradecimiento, confianza, consuelo, alivio, humildad…

Probadlo estos días y nos contais vuestras reflexiones.

El engaño del positivismo y la apología del éxito

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Vivimos en una sociedad llena de soberbia y desconectada de la realidad. Nos falta reflexión. Vivimos hipnotizados por un pensamiento positivo superficial que usamos como “soma” para vivir en una falacia de realidad. Nos guiamos por objetivos vitales que no tiene nada que ver con nuestras necesidades o deseos sono que están marcados desde “lo que se espera que debo desear”.

Sí nos remontamos al padre de la filosofía, Socrates, encontramos un modo de aproximarse a la realidad repleto de humildad y lucidez, bien lejos de como nos posicionamos ahora ante el mundo. Socrates defendía que cualquier persona podía estar acertada o equivocada, el método socratico no daba nada por sentado y aceptaba la ignorancia básica que nos imbuía a todos los seres humanos. Su método recogido por la psicología y usado también como técnica en el coaching, denominado diálogo socratico, consiste en hacerse preguntas y establecer una reflexión profunda acerca de las diferentes cuestiones, pero abriendo la opción a equivocarse y reconocer nuestra propia ignorancia con humildad.

No parece que nuestro mundo cultive mucho la reflexión. Y, sin embargo, es una clave muy importante para adptarnos alas circunstancias de la vida y para encontrar un equilibrio personal.

Nos invaden un conjunto de paradigmas que son peligrosos para la construcción de una personalidad sana, para el manejo del estrés y para nuestro bienestar psicológico.

Me gustaría destacar tres de ellos:

1. Pensamiento positivo banal y vacío. Y consecuente rechazo a emociones "negativas" como la tristeza, la frustración o la ansiedad.

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"Piensa en positivo y lo lograrás", "enfócate hacia el éxito", "si quieres puedes", "eres el dueño de tus emociones", "todo está en tu mente".... Son las ideas que están detrás de ese mundo de color de rosa que parece al alcance de cualquiera que sea lo "suficientemente listo". Ideas que nos venden ciertos "gurús" que han pasado por ello, creyeron en sí mismos y lo lograron y además descubrieron que el camino era fácil y al alcance de quien "estuviera lo suficientemente iluminado para creer". Un mundo tentador libre de sufrimiento al que es fácil sucumbir porque nos da la apariencia de que en él podemos satisfacer nuestras necesidades más importantes.

Nada más lejos de la realidad. Este tipo de planteamiento desarrolla en las personas un hábito de evitacion en lugar de un hábito de afrontamiento. Y a largo plazo aumenta la probabilidad de sufrir estrés, depresión y ansiedad patológicos.

Cada uno de nosotros tal y como decía Ortega y Gaset, somos nosotros y nuestras circunstancias y afrontar la vida no es algo fácil, implica esfuerzo, implica fracasar, implica acertar, volver a fracasar, tener un poco de suerte..., o no. La clave está en llevar una mochila de herramientas que nos ayuden a lidiar en los malos momentos y nos facilite ir tomando las decisiones más alineadas con nuestras necesidades, las auténticas necesidades de cada cual, no las que la sociedad nos
"vende" como aquellas únicamente válidas.

La vida a nivel individual y colectivo, muchas veces, no es color de rosa y la única alternativa posible es aprender a afrontarlo.

2. El castigo social a la falta de "productividad" y la exaltación de un "tipo determinado de éxito".

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Desde cierto enfoque que yo denomino pseudo terapias, pseudo coaching, pseudo educación se nos lleva a pensar que cierto tipo de "triunfo" es el único modo para ser considerado un individuo digno de validación.

"Educación para la excelencia", "formación para ser un profesional de élite", "alcanza el éxito" son eslóganes muy explotados en nuestra sociedad y que acaban atrapandonos de tal modo que tal curso, tal terapia, tal producto... nos llevan a engancharnos en una meta, que al ser inalcanzable, nos introduce en un círculo vivioso de frustración, insatisfacción y estrés.

El único modo de rendimiento viable es el que se traduce en productividad. Para ello necesitamos estar hioeractivos para convertirnos en esos superhombre y supermujeres que la sociedad espera de nosotros.

La falta de enfoque en metas adecuadas a cada cual, y vivir deprisa para ser productivos provocan precisamente que desperdiciemos nuestra vida y nos sintamos desconectados ya que en el fondo no estamos ni siquiera sabiendo que es lo importante para nosotras y nosotros, nos desconectamos de la realidad.

La personas necesitamos parar, mirar, atender, escuchar, contemplar, hacia afuera y hacia adentro para ver lo esencial. A veces hipoatendemos porque no paramos y otras veces, nos vamos al extremo, a la hiperatencion, y no desconectamos la mente, entrando en un pensamiento obsesivo y agotador.

3. Falacia de control, de autonomía e independencia.

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Nos hemos olvidado de lo que nos hace humanos y es el vínculo con el otro. Somos porque hay otros. La base de una identidad sana está en el vínculo dependiente que establecemos con nuestras figuras de apego originales, y posteriormente en el mantenimiento de vínculos sanos el resto de la vida.

Vínculo sano implica poder desarrollar un grado de autonomía suficiente para sentirme un individuo único con su propia identidad, deseos y necesidades pero que es capaz de vincularse con los demás y vivir en sociedad de manera interdependente.

Hemos llegado hasta aquí gracias al amor y a la cooperación. Sin estos ingredientes no hubiésemos sobrevivido como especie, del mismo modo que los bebés no se desarrollan ni física ni psicológicamente, si carecen de estos componentes en los primeros años de vida.

El éxito que cada cual consiga nunca es un logro individual, siempre será un logro colectivo.

La tendencia a no compartir el éxito, en nuestra sociedad nos lleva al aislamiento, la desvinculación y a la soledad. La soberbia de sentir que el control está en cada cual, que podemos lograrlo todo y somos omnipotente nos lleva a la indefension, ya que en el fondo somos limitados y no queda otra que aceptarlo.

Todo esto se traduce en una mayor incidencia de trastornos de la personalidad, ansiedad y depresión, y de la construcción de una sociedad que funciona en el cortoplacismo, realizando una huida hacia delante sin reflexión ni profundidad.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Identificar y ajustar nuestra personalidad

"Somos un híbrido de biología y cultura" dice el filósofo José Antonio Marina. Nuestra manera de ser incluye una parte heredada o configurada en nuestra estructura genética y otra aprendida (incluso ya durante el vientre materno), y las interacciones entre ambas partes configuran lo que llamamos personalidad.

La personalidad que nos viene de nuestros genes o configurada antes de nacer se llama temperamento, si bien,  cada vez está más reconocido el hecho de que lo ambiental y emocional influye durante el embarazo, con lo que en ese temperamento inicial que observamos en el bebé hay ya una parte de aprendizaje.

En cualquier caso, podemos observar que desde el nacimiento, el bebé muestra ya unas tendencias básicas: apertura a lo nuevo vs. miedo a lo desconocido, impulsividad o estabilidad emocional...

El temperamento es plástico y podemos reorientarlo durante el desarrollo del individuo hacia una personalidad constructiva y sana, partiendo de la estructura básica de ese ser.

A medida que las personas vamos siendo expuestas a la interacción con nuestro ambiente físico y social y a las interacciones con nosotros mismos, a través del conjunto de nuestras diferentes experiencias vitales, vamos desarrollando nuestro carácter, la parte aprendida de nuestra personalidad.

No podemos ir en contra de nuestro temperamento.

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Conectando con nuestro temperamento (indagar en nuestro niño/a interno) podemos aprender muchas cosas de nosotros mismos que nos guíen a la hora de tomar decisiones o marcarnos objetivos.

 

¿Como podemos conocer cosas de nuestro temperamento o carácter?

¿Cómo éramos de bebés, cuáles nuestras tendencias los dos o tres primeros años de vida?

¿Hubo algún momento de nuestra vida que desarrollamos una personalidad diferente? ¿Qué experiencias vitales lo podrían explicar?

 

Pistas para reorientar nuestra personalidad hacia la potenciación de nuestras fortalezas:

Te presento algunos ejemplos de como afrontar tu personalidad en algunos casos.

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1. Si eres miedoso/a exponte a nuevos retos de manera progresiva. Sobre todo, aquellas cosas cuya evitación, te estén provocando sufrimiento o frustración. No hay qeu vencer todos los miedos sólo aquellos que nos permitirán ser más felices. aún así, no pretendas ser lo contrario de lo que eres. Tenderás a ser más prudente que osado/a pero atravesarás tus propios límites.

 

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2. Si eres obsesivo/a, te gusta controlar, dedicas un exceso de tiempo a las rumiaciones que no llevan a ninguna conclusión práctica o dedicas un exceso de tiempo a ser muy perfeccionista con lo que haces, más allá de lo razonable: busca espacios para dejarte llevar, situaciones donde los resultados no importen, controla las anticipaciones y desenchufa la mente con actividades meditativas y con mindfulness.

 

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3. Si eres impulsivo/a intenta no tomar decisiones con estados de ánimo muy altos o muy bajos. Si te enfrentas a una conversación importante prepárala mucho con antelación. Si experimentas una emoción fuerte de enfado, intenta marcharte del escenario y esperar a que e te pase un poco antes de responder o resolver.

 

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4. Si eres una persona introvertida y te encuentras mejor en las distancias cortas, piensa que esa personalidad no es negativa, sino sólo es una característica más. Puedes mejorar tus habilidades sociales e intentar no aislarte pero respeta tu condición de sentirte más a gusto en grupos pequeños o de tú a tú.

 

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

 

¿Por qué es tan importante la habilidad para hablar en público?

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La habilidad para hablar en público es de las más complejas y difíciles de gestionar. Parece que hay personas especialmente dotadas para ello, que se manejan como pez en el agua cuando tienen que "soltar un speech" en público, sea dando un curso o conferencia, tomando la palabra en una reunión de trabajo o contando una anécdota en un grupo social o familiar.

Si somos de los que pensamos que “se nos da mal” esto de hablar en público, es muy posible que admiremos y nos maravillemos de este tipo de personas y sintamos que esto “no es para nosotros", "no hemos nacido con ese don”, “nosotros no seremos nunca capaces de conseguirlo”.

En realidad, no es así, las habilidades de oratoria y hablar en público se aprenden y cualquiera de nosotros puede hacer gala de poder disfrutar hablando en público, conmover, convencer o conseguir la atención de un auditorio, con sólo entrenarse y practicar el conjunto de habilidades y estrategias implicadas en una conducta, a priori, muy difícil. 

Además, es una conducta que si aprendemos a manejarla, nos va a aportar una mejor autoestima y una mayor seguridad en nosotros/as mismos/as. 

Hablar bien en público nos puede abrir muchas puertas. Desde un punto de vista profesional puede ayudar a:  aumentar las posibilidades en una entrevista laboral, conseguir mayor credibilidad y atención en las reuniones de trabajo, obtener mejores resultados en un examen u oposición, captar clientes para una empresa o proyecto, ganarme la confianza de mi equipo, liderar con más seguridad a un grupo de personas… Pero, también, en el terreno personal tiene grandes ventajas como facilitar sentirme más integrado/a en los grupos sociales o en el entorno familiar, conseguir que mis opiniones sean tomadas más en cuenta, ser percibido/a como una persona más interesante y segura de sí misma…

Cuando hablamos en público, ponemos sobre la mesa un gran abanico de competencias, desde cómo estructurar un discurso, a cómo expresarse con los gestos de la cara, las manos, el cuerpo o la voz. Todo ello implica un conjunto de habilidades verbales y no verbales que se pueden entrenar por separado de una manera sencilla.

¿Por qué se nos da mal hablar en público? ¿Por qué, incluso, hemos desarrollado miedo escénico o miedo a hablar en público?

Es muy posible, que en algún momento de nuestra vida, hayamos tenido una experiencia desagradable o traumática, donde quizá hubo personas que se burlaron o nos humillaron, sufrimos un bloqueo o una reacción de mucho nerviosismo, nos sometían a situaciones de mucha exigencia…. Entonces, nuestro organismo ha automatizado la respuesta de activación o tensión para protegernos (Cerebro reptiliano o emocional) y esta respuesta de alerta se generaliza a otros contextos de exponernos a un público aunque racionalmente (neocortex) nos parezca absurdo o no encontremos la relación.  

Puede ser también, que por las circunstancias de un entorno muy protector, exigente o que no nos haya ofrecido oportunidades de enfrentarnos a estas situaciones, no tengamos experiencia y práctica a la hora de comunicarnos y hablar en público y sintamos que no sabemos hacerlo.

La timidez, el miedo a exponernos al juicio de los demás, los bloqueos para mostrarnos espontáneos y tal como somos, también suelen estar en la base de nuestro miedo o dificultad para hablar en público.

Ante esto, las consecuencias de tener dificultades a la hora de enfrentarse a hablar en público son:

  • Si no podemos evitar enfrentarnos porque en nuestro trabajo es imprescindible, al no disponer de recursos de autogestión emocional ni herramientas verbales y no verbales, obtenemos un resultado negativo, nuestra autoestima baja y mantenemos o empeoramos el problema al largo plazo.

  • Si podemos, evitaremos exponernos a aquello que provoca malestar, con lo cual nunca podremos aprender o mejorar estas habilidades y darnos cuenta de que podemos hacerlo y podemos hacerlo bien y disfrutarlo.

Disfrutarlo, sí.

Cuando podemos ser nosotros mismos ante un auditorio o grupo de personas, gestionando nuestra ansiedad hasta el punto de poder bajarla al mínimo, mostrando naturalidad en nuestra comunicación no verbal, y pudiendo expresar nuestras ideas, obtenemos un gran refuerzo social y nuestra autoestima se refuerza muchísimo.

 

Hay ciertas claves a tener en cuenta a la hora de hablar en público:

1. Nuestro nivel de activación o ansiedad que nos puede hacer percibir la sensación de descontrol y de miedo al miedo o miedo a las señales de ansiedad: taquicardia, sudor, dificultad para respirar, bloqueo corporal, temblor en la voz o en el cuerpo. Pensar que los demás “lo pueden notar” nos hace estar muy indefensos y expuestos. Y centrar nuestra atención en la ansiedad favorece que la ansiedad se mantenga, ese comportamiento de hipervigilancia hace que nosotros mismo provoquemos que estas señales se mantengan e incluso que aumente su intensidad. Mantener a raya nuestro nivel de ansiedad y aprender estrategias como la respiración diafragmática o el control atencional para manejarlo, será imprescindible.

2. Las ideas que tenemos de nosotros/as mismos/as en ese momento, o antes o después de enfrentarnos al público: ideas, la mayoría de las veces, muy negativas e hiperexigentes y que ponen en duda nuestra valía personal. Tendemos a:  

  • Anticipar las consecuencias negativas “voy a hacer el ridículo”, evaluar de manera poco realista y muy negativa nuestras habilidades, “lo hago fatal”, o las situaciones, “nadie se está enterando de nada”.

  • Generalizar los errores o las dificultades, “no lo voy a conseguir nunca”, “todo lo hago mal”,

  • o focalizar la atención en un aspecto que no es tan relevante, “ya estoy de nuevo con los titubeos”.

  • Marcarnos metas excesivamente elevadas sin tener en cuenta nuestro punto de partida a la hora de hablar en público: “tengo que hacerlo perfecto si no, no vale”

  • Exagerar nuestros errores y no tener en cuenta nuestros logros: “se me ha olvidado hablar de…”

  • Compararnos con otras personas de modo que nosotros/as siempre salimos perdiendo provocándonos una respuesta de inseguridad y desánimo: “no puedo competir con esta persona, lo hace y lo hará siempre mejor que yo”.

Desarrollar ideas más proactivas y constructivas y desbancar las ideas perjudiciales será una estrategia importante. Podemos usar autoistrucciones positivas como: “nadie lo nota más que yo” “voy a respirar” “me voy a centrar en la presentación”, “voy a mover las manos”, “estoy consiguiendo estar más calmado/a” “he conseguido avanzar en … desde la última vez”.

3. La conciencia de nuestros movimientos corporales, faciales y del uso de la voz, y el conocimiento que tengamos de los comportamientos no verbales adecuados en estas situaciones. Hay aspectos de la conducta no verbal y paralingüística que nos pueden dificultar la puesta en escena y otros que nos lo facilitan, favoreciendo que el mensaje llegue de manera más clara y contundente y consigamos nuestros objetivos en dicha comunicación, y lo más importante, vamos a conseguir contagiarnos de esa actitud no verbal y sentirnos más seguros/as. Es necesario un entrenamiento en estas competencias dirigido por un profesional.

4. La estructura de nuestro discurso y el uso del lenguaje verbal, así como los apoyos didácticos usados, que igualmente, puede facilitar o no que nuestro mensaje llegue al interlocutor. Podemos acudir a un profesional que nos oriente y corrija nuestras presentaciones.

5. La exposición progresiva a situaciones de hablar en público y la práctica son imprescindibles para descondicionar nuestra experiencia negativa y propiciar nuevas asociaciones positivas en el cerebro. Mientras más lo evitemos, más dificultades y más conflicto tendremos con esta habilidad.

Existe una gran oferta de cursos presenciales de oratoria, cursos para vencer el miedo escénico o cursos para hablar en público en Madrid y en el resto de España. Un buen curso es la opción más eficaz para superar nuestro nerviosismo y ansiedad en las presentaciones y mejorar considerablemente nuestras habilidades.


Raquel López Vergara

Psicóloga, coach y formadora

Grupo Crece 

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No te dejes manipular: Identifica a las personas manipuladoras

Todos ejercemos influencia en los demás o en nuestro entorno y, a su vez, somos influidos por los otros y las circunstancias. Es inevitable, somos seres sociales dependientes de los demás y vivimos en una sociedad muy compleja en la que es imposible tomar en cuenta y controlar todos los factores. En una gran parte de ocasiones esa influencia es positiva y bienintencionada. Por ejemplo, cuando educamos a los niños ejercemos una gran influencia sobre ellos, les moldeamos hacia valores que nos parecen los más sanos, les enseñamos lo bueno y lo malo y que las cosas tiene consecuencias. Intentamos ejercer una sana influencia, al igual que lo hacen nuestros maestros o mentores, nuestra pareja, nuestros amigos están llenos de buenas intenciones y de buenas influencias. Los niños también ejercen una influencia en nosotros y, muchas veces, "nos manipulan".  cuando lloran y les damos lo que quieren sin pensar si es correcto o no, si era lo que realmente necesitaban..., al verles llorar y llorar caemos en sus redes ya que no soportamos verles sufrir, pero ellos aprenden una estrategia magnífica para manipularnos el resto de las veces y así conseguir a través del chantaje emocional lo que ellos quieren en ese instante.Y desde ese momento serán manipuladores y chantajistas en potencia salvo que les conduzcamos a ser también buenos "influenciadores" en los demás y no caigamos en sus redes.

Existen también formas aceptadas socialmente donde uno puede "manipular". Por ejemplo la "mentira social". Todos entendemos que es sano mentir para no hacer daño "mentira piadosa" y que los niños o adolescentes ocultan cierta información o mienten en el proceso de construcción de su identidad, de adultos también mentimos para dar una imagen y quedar bien, sonreímos aunque no lo sintamos ("sonrisa social"). Es adaptativo generar buen rollo. Además permitimos y potenciamos las habilidades de persuasión y negociación necesarias en la educación, en el trabajo en equipo, en la venta de productos y servicios, en la solución de conflictos internacionales. La sociedad se sustenta también sobre ello.

Pero existe un lado oscuro en la manipulación muy dañino, que puede hundir psicológicamente a la persona que lo sufre. Y hay personas realmente expertas en el arte de manipular que pueden parecer inofensivas a simple vista, pero que son muy tóxicas y peligrosas. Hablaremos en términos genéricos, pero tanto ellos como ellas pueden ser grandes y perversos manipuladores.

En algunas ocasiones, estas personas no son conscientes de sus estrategias de chantaje, presión o manipulación, han aprendido a satisfacer sus necesidades más básicas e importantes de forma indirecta a través de la manipulación, no tiene intención de dañar pero no han aprendido a ser asertivas o han desarrollado una personalidad complicada, en algunos casos se trata de patologías clínicas. En otras ocasiones, el manipulador sabe lo que hace y disfruta teniendo la batuta de mando, en un extremos de estos personajes también hablaríamos de casos clínicos con algún tipo de patología psicológica.

Tanto a los primeros como a los segundos debemos pararles los pies para mantener nuestra autoestima a salvo, y generar relaciones sanas con los demás.

Los manipuladores se esconden detrás de muchas estrategias de comunicación que dominan a la perfección y que crean una falsa impresión en los demás o generan un desconcierto que nos dificulta actuar en el momento y defendernos. 

Algunas de ellas son:

1. Incoherencia entre el mensaje verbal y no verbal.

Son muy hábiles con la comunicación no verbal con lo que verbalmente nos dan un mensaje constructivo pero a nivel no verbal dan un mensaje opuesto, nos dicen sí pero con el cuerpo dicen no, esa ambigüedad nos deja desarmados hasta que conseguimos reaccionar.

2. Mensajes indirectos o ambígüos que no dicen nada pero que pueden significar todo.

Ante estos mensajes se despierta nuestra mente obsesiva y buscamos posibles interpretaciones, al final entramos en un bucle que nos provoca más inseguridad.

3. Ironías, sarcasmo, bromas...

Lanzan muchos mensajes hostiles o inapropiados disfrazándolo de broma, y ante las quejas apelan a que no tenemos sentido del humor.

4. Son expertos en el manejo de las emociones

Pueden mostrar mucho equilibrio emocional, hasta que un día se enfadan mucho, se indignan mucho, se muestran hundidos o preocupados. la tendencia es a darles credibilidad a esas emociones ya que habitualmente no aparecen, con lo que creemos que dichas emociones corresponden a sentimientos auténticos, así estas personas consiguen en ese momento lo que quieren.

A veces, el manipulador usa un registro emocional habitualmente: voy de triste  y dando pena, voy de víctima y culpabilizo a todos, voy de inseguro y me resuelven los problemas siempre, voy de hostil y genero miedo...

Otras veces, irradian emociones positivas y nos seducen, nos llenan de halagos, refuerzos, consideraciones, muestran su admiración hacia nosotros... eso nos encanta y nos acomodamos y confiamos con esa persona. en cualquier momento pasará al otro extremo emocional, nos despreciará, nos criticará de forma desmesurada y nos ignorará.

5. Generalizaciones y afirmaciones tajantes.

Hablan con tanta contundencia sobre como somos y lo que somos, "eres débil", "eres despreocupada", "nunca llegarás a medrar en esta empresa", que nos dejan sin palabras y con el miedo en el cuerpo.

6. Nos exigen por encima de lo humanamente razonable

Si somos personas que nos gusta hacer las cosas bien, valoramos el esfuerzo... siempre nos sentiremos de menos.

7. Nos ocultan información

Así provocan que nos sintamos como perdidos o fuera de lugar o menos importantes.

8. Provocan rumorología y difamaciones sobre los demás

De manera tan sutil a veces, que ellos no son los protagonistas de las difamaciones pero sí los que lanzaron el primer dardo. 

9. En su vocabulario, de manera sutil o directa suele estar presente la amenaza y la coacción

Si tu no haces lo que yo quiero.... no tendrás lo que necesitas.

10. Y ya para rematar, multiplican el efecto de la manipulación si utilizan estas estrategias delante de más personas.

Ser manipulado delante de otros, implica que los presentes van a caer también en la influencia del manipulador creando una sensación negativa sobre la persona objeto de la manipulación y provocando a largo plazo rechazos, falta de apoyo, etc.

Veremos ahora en detalle algunas situaciones de manipulación y chantaje:

1. La manipulación del control: yo hago lo que tú dices, lo que tú quieres... y casi ni me entero

Este tipo de manipulador/a es alguien muy controlador, las cosas deben ser a su manera y además le gusta tener adeptos, pupilos que no le pongan pegas a nada, se rodea personas que le admiran y nunca le pondrán en tela de juicio sus decisiones. Es posible que este pupilo esté sobre explotado pero lo hace "por la causa", sea la que sea y hace de esa causa algo suyo por encima de sus necesidades reales.

2. La manipulación del amor: la tiranía de las reglas del cariño y del amor

Esta persona manipuladora nos quiere, nos lo hace saber de mil maneras, pero detrás de ese amor está su necesidad de dañar para conseguir sus objetivos o satisfacer sus necesidades. A veces, es muy inconsciente pero genera daños muy grandes, ya que la personas que te manipula forma parte de tu red de apego y de relaciones seguras.

Pongamos algunos ejemplos:

Nuestra mejor amiga que al final se lleva el puesto de trabajo porque ha sabido sacarnos la información necesaria y se ha presentado ella primero a la entrevista ocutándonoslo.

Obligamos a nuestra pareja a apuntarse a un curso de baile sabiendo que no le gusta nada pero es una condición imprescindible para no sacar más el tema de la ex, que tantas discusiones provoca.

Una madre cuyo discurso habitual es "yo lo doy todo por mis hijos y quiero que sean felices" que se siente incómoda con que uno de sus hijos no haga lo que ella considera adecuado y busca momentos clave para hacerle críticas desajustadas o hacerle sentir mal hijo.

"Quién te querrá sino yo"... con este mensaje nos vemos avocados a hacer lo que el otro quiere por miedo al abandono.

3. La manipulación del victimismo: te obligo a hacerte cargo de mí aunque yo no lo necesite de verdad

Se trata de personas que tienen dificultad para hacerse responsables de su vida y ser autónomas, entonces buscan parásitos en los que anidar y que les resuelvan todo. Suelen utilizar también las reglas del cariño y ser muy afectivos, amorosos, buenos amigos, buenos padres, buenas parejas. El mensaje velado es: "con todo lo que yo te doy, lo maja/o que soy...deberías hacerte cargo de mi problema y ayudarme".

4. La manipulación que no ves venir: "me la dio con queso" 

Son personas que se parecen a Dr. Jekyll y Mr. Hyde, la primera fase de la relación, que puede durar desde días a unos meses o incluso años es maravillosa, todo fluye, hasta que la persona manipuladora empieza a mostrar sus auténticas intenciones. Este tipo de manipuladores sí son conscientes de la situación.

Por ejemplo: 

Alguien comienza una relación con otra persona que tiene, exito, dinero... Después de asentar la relación con algún hijo, o con alguna propiedad a su nombre, etc. La persona manipuladora rompe la relación añadiendo que nunca hubo amor, y lanzando comentarios destructivos hacia la pobre víctima del engaño para parecer víctima ella misma.

Puede ocurrirnos con la pareja, los amigos, socios de una empresa, compañeros de trabajo... y todo ello suele estar motivado por ambiciones e intereses personales y egoístas, quizá a veces, también por envidias, venganzas, rencores...

5. La manipulación a través de la seducción: te puse en el pedestal para confundir tu realidad

Son personas zalameras, con carisma, seductoras, siempre tienen una palabra amable, te hacen sentir especial, divertido, único, inteligente... todas las cualidades que tú valoras. Una vez que te tiene en sus redes pueden empezar a hundirte hasta que toques el fango. En muchas ocasiones juegan de manera intermitente, por un lado te aprecian y te valoran muchísimo, por otro lado te humillan, te rechazan, te infravaloran, te ningunean, te critican...

A veces este juego es inofensivo con personas zalameras y seductoras que nunca se van a aprovechar de nuestros sentimientos aunque sabemos que a ellas no les podremos decir no.

6. La manipulación a través del poder:  “Juegos de poder y de miedo”

Nuestra sociedad es jerárquica en muchas de sus estructuras, unos tiene mucho, otros tiene poco y mucho que perder si lo pierden. en este contexto juega un papel esencial "La ley del más fuerte" que tiene siempre las de ganar.

Por ejemplo:

Nuestro jefe puede obligarme a hacer horas extras por miedo a perder el ascenso que me permitiría poder tener otro hijo.

Nuestro compañero sabe más del tema y tiene más experiencia así que toma todo el protagonismo y yo quedo como un cero a la izquierda.

En la familia siempre se hace lo que quiere Fulanito, no se discute, siempre es el elegido.

7. Traspaso de responsabilidad y control: "yo nunca tengo la culpa, es tuya"

Hay personas expertas en barrer para afuera, nunca es responsabilidad de ellas, nunca lo hacen mal, nunca se equivocan pero siempre hay cabezas de turco o excusas que se llevan el muerto.

8. Manipulación contra la autoestima: destacar el “error” o la “debilidad”

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Estos manipuladores siempre hacen notar la debilidad o el error de otros aprovechando pillarles en un momento bajo, de mayor vulnerabilidad  inseguridad. como lo hacen usando un lenguaje sutil y ambígüo es difícil defenderse de la crítica y autoafirmarse con lo que nos vamos hundiendo progresibamente y bajando nuestra sensación de valía y control personal.

9. La manipulación a través de la humillación: todos lo han visto y oído

Similar al punto anterior, en el que el manipulador destaca el error o la debilidad, en este caso se hace en público.

Puede tratarse de un ligero comentario ambígüo o generalista en tono de ironía, que ante la respuesta ofendida o autoafirmativa del manipulado, se le tacha de poco sentido del humor o de no recibir bien las críticas... el manipulador es tan hábil que generará tensión en el manipulado mientras que romperá el hielo con el grupo y así quien queda señalado es el manipulado y no el manipulador, que al fin y al cabo ha dado sólo una opinión o ha hecho una inofensiva broma.

Puede tratarse de una presión más intensa, ridiculizando a la persona en público, humillándola, dejándola en evidencia, a veces incluso puede falsear pruebas y mostrarlas en público para hundir al contrincante.

Ninguneos, desprecios, exclusiones... que van calando sutilmente en el grupo, o que este por miedo a represalias prefiere callar.

Desde aquí se formaja el mobbing o bullyng, formas de manipulación y acoso en las que se implica el silencia y la falta de apoyo del grupo de referencia.

10. Amenaza de pérdida o daño: "ya no me querrás, me abandonarás, me harás daño, me pegarás, me matarás, me despedirás, me difamarás..."

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Es una manipulación que es en sí misma un maltrato y conlleva mucha agresividad que puede ser física, verbal o una agresividad soterrada que no se ve ni oye pero se respira. Se basa en el miedo del manipulado ante la pérdida de ciertas circunstancias si no cede a las necesidades del manipulador.

Aquí caben las agresiones físicas y sexuales que nos manipulan a través del miedo, las amenazas de todo tipo, las coacciones, aprovechar el estatus de poder para explotar a los demás, las vejaciones y humillaciones...

Pero también caben manipulaciones más difuminadas en las que un día te elevo en un pedestal y otro, de repente te bajo a los infiernos, provocan un caos psicológico de indefensión y de no saber qué hacer ya para resolver los problemas, conseguir el afecto del otro, encontrar una salida... que acaba reproduciendo reacciones de indefensión aprendida y hundiendo al manipulado que deja de defenderse.

11. La manipulación del ninguneo: no te saludo, no te miro, no te informo... ¡estás fuera!

En este caso, si obviamos la parte más agresiva, de humillaciones, críticas, etc, y nos centramos sólo en la manipulación de la exclusión y del ninguneo, estaríamos en este caso de manipulación qeu aquí describimos. Somos individuos sociales y necesitamos sentirnos integrados, quien nos deja fuera, nos hace sentir invisibles y cada persona necesita su dosis de pertenencia y protagonismo.

Es una manipulación que podemos hacer para evitar que alguien se meta en mi camino y entorpezca mis objetivos. 

Por ejemplo: 

No le voy a presentar a mi jefa a mi compañera, voy a pasar de ella, no vaya a ser que ascienda antes que yo.

Es un rival sexual para mí, le voy a ignorar así se sentirá incómodo y los ojos de mi chico serán sólo para mí.

12. La manipulación racional: lo digo tantas veces y tan bien que te lo crees

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El manipulador se apoya en esto de si digo una mentira muchas veces y con total seguridad y contundencia, al final parecerá una verdad. tenemos ejemplos de muchos personajes públicos que nos engañan continuamente y creemos en ellos, y aunque siempre se pilla al mentiroso, puede ser ya tarde para reaccionar.

Vendedores fraudulentos que venden humo, profesionales que ofrecen servicios que ofrecen soluciones mágicas a problemas serios para la gente.

Ese/a jefe/a que con su dialéctica nadie le rechista y parece hasta que tiene razón. Ese amigo, mi pareja, alguno de mis familiares... apelando a las reglas de la lógica verbal y manejando una comunicación no verbal impecable, nos manipulan para salirse con la suya sea cual sea su objetivo.

¿Todos conocemos a alguien así, verdad?

13. La manipulación por emociones desajustadas

Si ante una situación determinada una personas reacciona con una emoción desproporcionada (enfado, alegría, tristeza, miedo...), podrá ser que esta personas no tuviese habilidades de gestión emociona suficientes y se sobre estimule en ciertos momentos.

Podría ser también, que esta personas hiciese un teatro para provocar un efecto en los demás, el natural ante la expresión de una emoción intensa.

Tristeza y llanto me puede llevar a conseguir que me cuiden o me hagan caso.

Agresividad y hostilidad, me permiten colarme en una cola, salirme con la mia...

Miedo terrible o pánico hace que esta personas no afronte una responsabilidad y quizá otros la afronten por ella.

Etc.

 

 

 

 

14. La manipulación para eliminar las emociones: reproches “contra natura”

Pero las emociones no siempre son desajustadas o no siempre son engañosas, un manipulador puede utilizar la expresión de emociones y sentimientos genuina y necesaria de una persona para atacarla y manipularla, impidiendo que esta persona pueda expresarse en libertad y satisfacer sus necesidades de liberación emocional o de autoafirmación. A largo plazo provoca personas anuladas y con la autoestima muy baja.

Ante esto, ¿Qué podemos hacer para defendernos de los chantajes, manipulaciones y presiones de este tipo?

Lo primero y más importante identificarlo.

En un siguiente poste analizaremos las maneras de librarnos de los manipuladores y las herramientas con las que podemos contar para ello.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece