Realidad... ¿virtual?

Vivimos en una sociedad bombardeada por las nuevas tecnologías, las redes sociales y otros medios que hace 20 años sólo se creían posibles en la mente de Steven Spielberg.

Todo avanza muy deprisa, tanto, que los dilemas morales se plantean a la par que emergen más nuevas tecnologías.

Computadores que piensan por sí solos, coches que conducen de manera automática, aplicaciones para hacer deporte, para conocer gente… ¡¡aplicaciones para todo!!

Hemos visto películas como Matrix, Los Juegos del Hambre, Divergente, La Isla, Yo Robot, Her… que nos muestran un posible futuro desesperanzado, frío y desolador… y nos preguntamos ¿está realmente tan lejos de convertirse en realidad?

Nos advierten constantemente sobre el peligro de las nuevas tecnologías, mientras nos avasallan con anuncios sobre los modelos más novedosos de teléfonos, tablets… y nos venden que no adquirirlos es quedarse atrás…

Vivimos en una realidad, que a veces se nos antoja como virtual, ¿Cuánto de verdad hay en las redes? ¿Acaso no mostramos sólo lo que queremos que los demás vean?

ACEPTANDO LA REALIDAD…

Bien, sé que todo esto puede abrumarnos en muchas ocasiones, pero debemos aceptar la siguiente premisa: la vida es cambio. Constante, rápido, y a veces sí, abrumador, pero cambio al fin.

Es importante para nuestro bienestar aceptar que la realidad en la que vivimos ya no es la que era. Aceptar no quiere decir conformarse, no hacer nada para cambiarla, o abrazar todo lo que venga.

ASPECTOS POSITIVOS

Podemos para empezar, ser conscientes de que las nuevas tecnologías nos han traído cosas positivas.

Por una parte, tenemos más acceso que antes a la información, disponemos de más medios, de más fuentes… lo que hace más complicado que los medios nos manipulen.

Disponemos de una ayuda extra para tareas que nos resultan difíciles: aplicaciones que nos ayudan a llevar una dieta sana, vender las cosas que ya no utilizamos, a administrar nuestras tareas y nuestro tiempo…

Por otra parte, es un medio para conocer a gente nueva, de diferentes lugares y culturas.

Y por supuesto, es un medio que nos permite comunicarnos con nuestros seres queridos con mayor facilidad que antes. Es un medio que nos acerca a los demás, si sabemos usarlo correctamente.

No debemos confundir la vida REAL con la VIRTUAL, por supuesto, pero síencontrar este equilibrio para quelas nuevas tecnologías pueden convertirse en nuestras aliadas.

VIVIR ESTANDO PRESENTES…

Fundamental para encontrar este equilibrio del que os hablamos, es estar presentes, vivir el momento y ser conscientes de él.

Estar con nuestra atención y nuestros sentidos puestos en el momento actual: si nos toca trabajar, estar concentrados, si nos toca cenar con nuestras familias, estar en esa cena y si nos toca estar de vacaciones, disfrutar del entorno, de la compañía, de la tranquilidad....  No estar pensando en a quién le tenéis que enviar un correo de trabajo en vuestra cena familiar, o en el trabajo no estar pensando a qué agencia de viajes tenéis que llamar para iros de vacaciones y en las vacaciones no estar pensando en las fotos que os tenéis que hacer para mostrarles a vuestros amigos y compañeros las buenas vacaciones que habéis pasado… porque de esta manera os veréis atrapados en un círculo vicioso que nunca acaba, y en el que te acabas perdiendo todo lo que crees vivir.

El momento presente es el más importante, porque es sobre el único que tenemos cierto control, y como está en nuestras manos, tambiénestá en nuestras manos disfrutar de él.

Recordar esto la próxima vez que os descubráis a vosotros mismos con el teléfono en la mano, sin hacer nada realmente, no estando presentes en lo que tenéis delante, e intentad sumergiros en lo que ese momento os aporta.

Romina Collado

Psicóloga y formadora

Grupo Crece

Nuestra autoestima como madres y padres

La autoestima es uno de los constructos que más trabajamos en Psicología. Hablamos muchas veces de nuestra autoestima personal o de la autoestima de los niños, y de cómo construirla de una manera sana y positiva. Pero ¿y nuestra autoestima como padres y madres?

Uno de los grandes retos de la maternidad y la paternidad consiste en crear un nuevo rol, con todos sus matices, y hacernos fuertes en él. Nuestro rol como padres y madres será la identidad desde la cual nos relacionaremos con nuestros hijos, nuestra manera de tratarles, de posicionarnos frente a ellos. Tal es la importancia de esa construcción que el apego que se generará en nuestras hijas e hijos no será tanto hacia nuestra persona, sino hacia nuestro rol como madres o padres. Esta realidad nos puede llenar de dudas e inseguridades (¿lo estaré haciendo bien?; ¿estaré eligiendo lo mejor?; ¿me arrepentiré?...), y llevarnos a generar roles confusos, a contradecirnos, a no ser coherentes..., generando inseguridad en la relación y en el apego.

Nuestra autoestima como padres y madres tendrá unainfluencia directa en nuestra manera de relacionarnos con nuestros hijos e hijas. La autoestima será para los pequños la fuente de seguridad, un factor necesario a la hora de ponerles límites y transmitirles seguridad, e incluso a la hora de mostrarles el afecto:

los padres y madres con una autoestima más sana son más reforzadores, dan más afecto y generan un clima emocional más estable.

Como padres y madres es necesario que nos sintamos seguros en nuestro rol paternal o maternal, independientemente de la seguridad que sintamos en otros roles que desempeñamos en nuestra vida (laboral, personal...). Para encontrar esta seguridad hay una serie de cuestiones que tenemos que recordar:

  1. Siempre se sobrentiende que las madres y padres intentamos desempeñar nuestro papel lo mejor que podemos. Nadie nos exige la perfección, sino humildad para saber reconocer los errores y buscar información y ayuda cuando la necesitamos.
  2. La relación paterno y materno-filial es una relación asimétrica, desequilibrada. No vamos a recibir lo mismo que damos, lo cual no significa que no estemos haciendo una buena labor.
  3. Es importante tomar conciencia de lo que queremos aportar a nuestros hijos e hijas, de los principios y valores en los que queremos educarlos, y vivir de acuerdo a ellos, de modo que nuestros hijos perciban una coherencia entre nuestras palabras y nuestros actos.
  4. Tenemos que ser conscientes de nuestras fortalezas y crecer en confianza a partir de ellas.
  5. La mayor huella que vamos a dejar en nuestros hijos e hijas está en los pequeños gestos del día a día, no en los acontecimientos más extraordinarios o menos normativos.
  6. Independientemente de cómo nos sintamos en otras facetas de nuestra vida, nunca podemos olvidar que somos las personas más importantes para nuestros hijos, su referente.

Disfrutar de nuestro papel y de la relación con nuestros hijos, ajustar nuestra propia exigencia y entender que nuestra maternidad y paternidad es un proceso que está en continua construcción nos ayudará a vivir nuestro rol de manera más positiva y consciente.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga infanto-juvenil y familiar

Grupo Crece

La tiranía de la sobreprotección

La revista estadounidense Slate encuestó a 6000 lectores y les preguntó qué cosas de las que hacían de pequeños permitían hacer hoy a sus hijos. La respuesta mayoritaria fue la siguiente: los niños actuales gozan de menos libertad que sus progenitores.

Aunque la protección hacia los hijos sea algo natural y necesario, ya que cuando son pequeños nos necesitan y dependen de nosotros, hay que poner cuidado en no sobrepasar la delgada línea entre la protección y la sobreprotección.

¿Cuándo es sobreprotección?

Diríamos que sobreprotegemos a nuestros hijos cuando vamos más allá de cubrir sus necesidades básicas y afectivas y empezamos a solucionar sus problemas o tomar decisiones que pueden tomar ellos mismos, cuando entorpecemos su autonomía por nuestros propios miedos.

En definitiva, cuando les impedimos hacer determinadas actividades, ir a determinados sitios… por nuestros propios temores y de manera prolongada en el tiempo.

Algunos tipos de sobreprotección…

Papás/ Mamás agenda

Este término se volvió viral cuando lo acuñó la experta en coaching Noelia López-Cheda en su publicación Me niego a ser la agenda de mi hija por WhatsApp.

Se refiere a las mamás o papás que a través de grupos de WhatsApp del colegio se encargan de que sus hijos cumplan con las tareas, entre otras cosas.

En esta publicación, la autora defiende que los hijos deben tener su parte de responsabilidad, y que no es beneficioso para ellos que nosotros los adultos asumamos su parte.

Papás/ Mamás helicóptero

Son aquellos padres o madres que, por decirlo de alguna manera, sobrevuelan constantemente la vida de sus hijos en un estado de excesiva vigilancia y control.

Serían aquellos progenitores que se involucran en cuestiones donde los niños pueden desenvolverse perfectamente, o donde no debería ejercer tanto control porque se trata de temas relacionados con la identidad personal (gustos, aficiones, elección de estilo…).

Papás/ Mamás apisonadora

Son aquellos padres y madres que aplanan el camino para que sus hijos no tengan que hallar dificultades.

Lo cierto es que como padres y madres existe cierta tendencia natural a que nuestros hijos no tengan que enfrentarse a las dificultades que hemos pasado nosotros, pero no debemos olvidar, no obstante, que es la superación de obstáculos, la resolución de problemas lo que nos fortalece y nos da la sensación de control sobre nuestras vidas y nuestras dificultades.

Papás/ Mamás guardaespaldas

Este término alude a aquellos padres que son quizás demasiado sensibles ante cualquier estimulo que consideren (con demasiada facilidad) un ataque hacia su hijo, bien sea por una mala nota, un castigo en el colegio, una crítica, etc.

Esto se hace más notable en los colegios, donde los maestros están cada vez más cohibidos en su rol ya que los padres ejercen actualmente más presión en este ámbito.

 ¿Cuáles son las consecuencias?

Cuando esta burbuja de sobreprotección estalla, trae consigo conflictos a los que el niño debe enfrentarse.A continuación, mencionamos algunas de las más comunes.

Personas miedosas

La advertencia constante sobre los posibles peligros (sean reales o no), unido a no haberles dado herramientas para enfrentar los problemas, trae como consecuencia el miedo a enfrentarse a la vida, a relacionarse con los demás, o a afrontar con éxito diferentes situaciones.

Personas dependientes

Relacionado con el apartado anterior, si no les guiamos hacia su autonomía, en la toma de decisiones o a gestionar sus problemas, es probable que dependan más de los demás por su sensación de falta de recursos para hacerlo por su cuenta.

Autoestima deficiente

Si uno necesita constantemente de los demás porquesiente que es incapaz de desenvolverse solo ante situaciones de la vida diaria, terminará por desarrollar la percepción de que es un “inútil”, que nunca podrá enfrentarse a la vida por su cuenta.

Déficit en el desarrollo de sus capacidades

Si no permitimos a nuestro hijo explorar por su cuenta, probar y equivocarse, le estamos privando de la capacidad de aprendizaje, que en definitiva se consigue gracias a ese ensayo-error. Le estamos privando de experiencias que pueden ser enriquecedoras y ayudarle de cara al futuro.

Baja tolerancia a la frustración

Los padres sobreprotectores muchas veces tienden a ser permisivos, por miedo a que sus hijos sufran pueden llegar a darles todo lo que piden. Por tanto, los niños no aprenden que no siempre se consigue lo que se quiere, es decir, se enfrentan poco a la frustración. El resultado de esto es que reaccionen ante la frustración con agresividad y pueden incluso llegar a convertirse en pequeños tiranos.

Cómo evitamos caer en la sobreprotección…

-    Tratarle acorde a su edad.

-    Favorecer su autonomía, de acuerdo a edad y capacidades, animándole en cada paso.

-    Dejar que se enfrente a los problemas y que encuentre por sí mismo las soluciones.

-    Dejar espacio para su intimidad (no atosigarle con preguntas e interrogatorios).

-    Favorecer que se relaciones con gente de su edad sin tener que estar en constante supervisión (por supuesto dependiendo de la edad y situación), para favorecer también su autonomía en las relaciones sociales.

-    Establecer unos límites y normas claros en casa. Que aprenda que las cosas se consiguen mediante el esfuerzo.

-    Aceptar a nuestros hijos tal y como son, con sus fortalezas y sus limitaciones.

Por suerte, en nuestras manos está el cambio. Si tú, como madre o padre te has sentido identificado con el estilo sobreprotector, estás a tiempo de cambiar y guiar a tu hijo hacia su autonomía y felicidad.

Romina Collado

Psicóloga educativa y formadora

Grupo Crece

 

La feminidad y la masculinidad en el sigol XXI

El sábado 4 de febrero organizamos en Grupo Crece un debate sobre la feminidad y la masculinidad en el siglo XXI. Sobre la base de unos planteamientos iniciales se desarrolló un debate en el que se trataron una serie de puntos muy interesantes que queremos compartir.

Comenzamos definiendo qué significaban los términos “sexo”, “género” e “identidad con el género”.  Aclaramos que con sexo nos referimos a los atributos biológicos, a los caracteres sexuales primarios con las que nace una persona. El género por su parte es una construcción social, siendo aquellas características que cada sociedad atribuye a cada uno de los sexos. De esta manera, son sexistas aquellas sociedades que atribuyen comportamientos, actitudes y aptitudes diferentes a los hombres y a las mujeres. La identidad con el género es la vivencia que cada persona tiene de su género, la idea que tiene la persona sobre las características y comportamientos que la describen, teniendo en cuenta lo que la sociedad en la que vive establece como deseable y apropiado para las mujeres y los hombres.

A colación del concepto de género, se planteó la siguiente cuestión ¿Somos libres para elegir lo que somos? ¿Somos lo que somos por decisión nuestra?  ¿O somos el resultado de un cúmulo de expectativas? De alguna manera, las expectativas siempre van a estar presentes desde el nacimiento, ya sea desde el género, desde la cultura en la que nazcamos, el estatus y la cultura familiar. Entonces, ¿cómo podemos romper con los caminos que nos son marcados?

Las vías de mejora que se plantearon fueron las siguientes:

  1. Respeto: educar y crecer en el respeto por las decisiones propias y ajenas, generará una mayor libertad en la elección, siendo así una elección sana y consciente, y no desde la sumisión o la rebeldía.
  2. Equilibrio: La búsqueda de nuestro propio equilibrio y el equilibrio en la sociedad.
  3. Valorar el cambio: Ser conscientes de que nuestra identidad es un constructo en continua evolución y permitirnos hacer los cambios que necesitemos en los diferentes momentos del ciclo vital. La libertad comienza en nosotros mismos, en concedernos la libertad de evolucionar.
  4. Salir de nuestra zona de confort. El cambio supone un esfuerzo y enfrentarnos a los miedos o incomodidades que plantea salir de lo que ya conocemos. Entender que la zona de confort en cuanto el género es actualmente un lugar poco confortable, en el que hombres y mujeres nos sentimos constreñidos por unos atributos que en muchas ocasiones no nos representan, es el primer paso para romper con el inmovilismo.

Necesitamos dejar de dejarnos llevar y asumir la responsabilidad que implica hacernos cargo de la construcción de nuestra propia identidad, y de las elecciones y rechazos que eso conlleva. Dejar de valorar lo bueno que tiene el modelo en el que estamos enmarcados en la actualidad, y valorar el progreso como algo positivo y necesario, sin dejar que el miedo y la pereza nos paralicen y fagociten en una realidad que nos daña de múltiples maneras, unas más sutiles que otras.

Nos despedimos con la reflexión de la gran responsabilidad que tenemos como sociedad que se está comenzando a movilizar, a rebelar y a plantear realidades diferentes en las que el género no sea un hándicap. Valoramos esta realidad como el inicio de un proceso en el que esperamos cada vez seamos más implicados.

 

Sara Ferro Martínez

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Identificar y ajustar nuestra personalidad

"Somos un híbrido de biología y cultura" dice el filósofo José Antonio Marina. Nuestra manera de ser incluye una parte heredada o configurada en nuestra estructura genética y otra aprendida (incluso ya durante el vientre materno), y las interacciones entre ambas partes configuran lo que llamamos personalidad.

La personalidad que nos viene de nuestros genes o configurada antes de nacer se llama temperamento, si bien,  cada vez está más reconocido el hecho de que lo ambiental y emocional influye durante el embarazo, con lo que en ese temperamento inicial que observamos en el bebé hay ya una parte de aprendizaje.

En cualquier caso, podemos observar que desde el nacimiento, el bebé muestra ya unas tendencias básicas: apertura a lo nuevo vs. miedo a lo desconocido, impulsividad o estabilidad emocional...

El temperamento es plástico y podemos reorientarlo durante el desarrollo del individuo hacia una personalidad constructiva y sana, partiendo de la estructura básica de ese ser.

A medida que las personas vamos siendo expuestas a la interacción con nuestro ambiente físico y social y a las interacciones con nosotros mismos, a través del conjunto de nuestras diferentes experiencias vitales, vamos desarrollando nuestro carácter, la parte aprendida de nuestra personalidad.

No podemos ir en contra de nuestro temperamento.

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Conectando con nuestro temperamento (indagar en nuestro niño/a interno) podemos aprender muchas cosas de nosotros mismos que nos guíen a la hora de tomar decisiones o marcarnos objetivos.

 

¿Como podemos conocer cosas de nuestro temperamento o carácter?

¿Cómo éramos de bebés, cuáles nuestras tendencias los dos o tres primeros años de vida?

¿Hubo algún momento de nuestra vida que desarrollamos una personalidad diferente? ¿Qué experiencias vitales lo podrían explicar?

 

Pistas para reorientar nuestra personalidad hacia la potenciación de nuestras fortalezas:

Te presento algunos ejemplos de como afrontar tu personalidad en algunos casos.

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1. Si eres miedoso/a exponte a nuevos retos de manera progresiva. Sobre todo, aquellas cosas cuya evitación, te estén provocando sufrimiento o frustración. No hay qeu vencer todos los miedos sólo aquellos que nos permitirán ser más felices. aún así, no pretendas ser lo contrario de lo que eres. Tenderás a ser más prudente que osado/a pero atravesarás tus propios límites.

 

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2. Si eres obsesivo/a, te gusta controlar, dedicas un exceso de tiempo a las rumiaciones que no llevan a ninguna conclusión práctica o dedicas un exceso de tiempo a ser muy perfeccionista con lo que haces, más allá de lo razonable: busca espacios para dejarte llevar, situaciones donde los resultados no importen, controla las anticipaciones y desenchufa la mente con actividades meditativas y con mindfulness.

 

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3. Si eres impulsivo/a intenta no tomar decisiones con estados de ánimo muy altos o muy bajos. Si te enfrentas a una conversación importante prepárala mucho con antelación. Si experimentas una emoción fuerte de enfado, intenta marcharte del escenario y esperar a que e te pase un poco antes de responder o resolver.

 

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4. Si eres una persona introvertida y te encuentras mejor en las distancias cortas, piensa que esa personalidad no es negativa, sino sólo es una característica más. Puedes mejorar tus habilidades sociales e intentar no aislarte pero respeta tu condición de sentirte más a gusto en grupos pequeños o de tú a tú.

 

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

 

Carta a un niño

Hola, peque.

Hoy he visto tu foto en la tele. He visto esos ojos negros que miraban a la cámara fijamente con curiosidad. Y he visto también a muchas otras personas que quizá sean tus papis, tus amiguitos o tus maestros del cole. Todas esas caras tenían expresiones de preocupación y de incertidumbre, pero también de decisión y de esperanza.

Cuando he visto tu foto, he pensado: ¿qué mensajes estará escuchando ese niño cada día?; ¿qué cantidad de conversaciones y escenas habrás vivido en esas largas caminatas, en las interminables horas de espera, en los trenes y autobuses que poco a poco te han ido alejando de lo que conoces, de ese mundo que estabas descubriendo y que cada vez sentías más tuyo?

Me imagino que en estos días estarás viviendo situaciones difíciles y totalmente nuevas para ti. Supongo que muchas, ni siquiera las entiendes y que, a veces, habrás tenido que fijarte en la cara y en los gestos de los mayores para poder adivinar si las cosas iban bien o mal.  Puedo incluso sentir en mi piel la angustia de ser niño en casos como esos, y ser los últimos en enterarnos de las cosas que nos afectan, si es que alguien nos las explica. Por eso quiero mandarte este mensaje solo a ti, como si estuviésemos los dos solos en una sala, jugando con los cojines, sentados en el suelo.

Sé que te resulta muy difícil entender qué está pasando. Ni siquiera yo soy capaz de explicártelo. Pero tienes derecho a saber qué va a ser de ti. Tienes derecho a que los mayores te digan que vas a estar con ellos, que no te van a dejar solo, que, pase lo que pase, no os vais a separar. Estoy segura de que eso es algo que necesitas oír. Quizás no te puedan decir dónde vais a estar mañana, ni en qué condiciones, pero sí te pueden decir que no vas a estar solo.

También sé que te sientes raro porque nunca habías visto a mamá y a papá tan preocupados. Quizás, en los últimos días, les has visto llorar o gritar desesperadamente en algún momento. Esa es su manera de expresar su deseo de estar en un lugar feliz contigo. Es su manera de mostrarle al mundo que tú eres importante y te mereces tener un futuro y vivir en paz y feliz. Puede que sientas que ellos están demasiado preocupados y prefieras no molestarles mucho, pero te diré una cosa: pedir y dar un abrazo nunca molesta.

La situación en la que estás es muy dura, y también es duro sentir que todo está en manos de unos adultos que en ocasiones son buenos y en ocasiones no. Pero, ¿sabes?, no todo depende de los demás. Tú también tienes mucha capacidad de elegir. Puedes elegir jugar con ese niño con el que has coincidido en algún punto de tu viaje y que está triste. Puedes elegir buscar algo bonito en lo que te rodea. Puedes elegir pedir ayuda cuando la necesites. Puedes elegir cerrar los ojitos y buscar una mirada que te hizo sentir protegido, que te hizo sentir aliviado, que te hizo sonreír…. Y, sobre todo, puedes elegir qué papel quieres que tenga este capítulo en el cuento de tu vida y construir con esa experiencia y tu mirada de niño algo precioso.

Imagínate el príncipe de un cuento que ha sido desterrado de su reino y convertido en rana. ¿Qué te gustaría que hiciese esa rana? Puede sentirse triste por ser diferente y no estar en su reino; pero también puede probar a saltar muy alto con sus fuertes ancas, y explorar ese nuevo mundo en el que le toca vivir. Y ,quizás, pueda mirar ese mundo a través de unas gafas mágicas con las que captar todos los detalles felices de su nueva experiencia. ¿Qué te parece mejor?A mí me gustaría ayudar a esa ranita a encontrar esas gafas mágicas y a quererse en su nueva vida. ¿Y a ti?

Antes de despedirnos, me gustaría que los dos hiciéramos un juego. Vamos a juntar nuestros dedos pulgares e índices para hacer con ellos unas gafas mágicas y preguntarnos a continuación: ¿qué cosas bonitas has visto hoy? Y ojalá yo pueda responder: tu sonrisa.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga

Grupo Crece

Lo que las nuevas tecnologías pueden aportar a nuestros hijos: una visión positiva

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Las nuevas tecnologías han invadido todas las áreas de nuestro día a día. En pocos años, hemos pasado de no conocerlas a situarlas en un lugar central de nuestro trabajo, nuestra educación, nuestra manera de relacionarnos, nuestro ocio… Son tantas las opciones que nos ofrecen, que su  diversidad y avance, son más rápidas que nuestra capacidad para integrar los cambios, y adaptarnos a ellos de una manera consciente.

Este es  uno  de los problemas que nos supone hoy en día la tecnología: Nos resulta inviable abarcar todas sus opciones, conocerlas y saber manejarlas, optimizando sus aportes positivos y neutralizando los posibles peligros que puedan ofrecer. 

 

Esta realidad toma gran importancia en la educación de las nuevas generaciones, más aún cuándo crecen en este mundo tecnológico de manera natural, con más capacidad para explorar y conocer que las generaciones anteriores, que han tenido que incorporar la tecnología de una manera más gradual.

La diferenciación entre nativos  digitales e  inmigrantes  digitales, términos adoptados por Marc Prensky,  es crucial para entender el problema de las tecnologías en las familias actuales. Nos encontramos en un momento  en el que dos generaciones conviven con una  concepción diferente de la tecnología,  lo que está  dificultando en ocasiones el entendimiento y el encuentro entre ambas, en torno a este asunto. 

Los inmigrantes digitales, es decir, los padres, vive en el mundo de la tecnología desde el temor, la inexperiencia y una sensación de falta de control, mientras que los nativos digitales, sus hijos, viven la tecnología como algo normal de su
día a día, desarrollándose y creciendo en ella en la misma medida en la que se desarrollan y descubren otros ámbitos del mundo.

La tecnología es un hecho, percibirla como el enemigo, temerla y relacionarnos con ella desde los peligros que pueda suponer es un esfuerzo titánico por frenar algo imparable. Conocer las opciones que nos aportan, entendiendo que en la realidad de nuestros hijos está integrada la tecnología y lo estará, nos ayudará a percibir la tecnología de una manera natural, pudiendo maximizar sus puntos favorables y cuidando a los niños de sus puntos más negativos.

Al igual que en otras muchas áreas, como padres necesitamos hacer un esfuerzo por comprender la función que cumplen las tecnologías en la vida de nuestros hijos.  De este modo, podremos relacionarnos con  ellas de una manera más realista y conocer de una manera más profunda a nuestros hijos, sus motivaciones e intereses,  pudiendo hacer hincapié en nutrirles como padres en esos aspectos que ellos buscan en las nuevas tecnologías. 

Por lo general, los intereses de los  niños y adolescentes en torno a las nuevas tecnologías y redes sociales están relacionados con los siguientes aspectos:

1. Evasión, descarga de adrenalina, desconexión.

Los niños encuentran en los videojuegos una manera de descargar la energía que tanto les caracteriza de una manera rápida, fácil y accesible. Los adolescentes comienzan a sentir el peso de la exigencia de la sociedad sobre ellos. Lo que antes era disfrute y juego empieza a ser esfuerzo y trabajo, por lo que su necesidad de desconexión y de evasión también se acentúa.

Comienzan a valorar más su tiempo de ocio, como una adaptación a la vida adulta en la que deber y ocio están diferenciados. Los videojuegos les permite compatibilizar ambas de una manera rápida, ya que pueden tener ocio y obligación en el mismo lugar y sin una gran transición de tiempo entre uno y otro. Desde el rol de padres comprender su necesidad de evasión y desconexión y promover
alternativas que involucren un rol más activo puede favorecer este control sobre las nuevas tecnologías de modo que, otras actividades puedan alternar con los videojuegos.

Conocer las características de los videojuegos que les gustan a nuestros hijos y compartir ese espacio con ellos será una manera de crear un clima favorable que facilite la comunicación y la puesta de límites.

2. Autoconcepto

Las redes sociales giran mucho en torno a la persona, al perfil de cada uno. Las nuevas generaciones cuentan con las nuevas tecnologías como una fuente más de creación de su autoconcepto: observan
modelos, exponen sus preferencias, se crean su personalidad y la muestran. 

El ejercicio de buscar qué les caracteriza, lo que les hace especiales para mostrarlo al mundo, hace que las nuevas generaciones tengan un mayor conocimiento de ellos mismos, de cómo son, qué imagen proyectan y qué emociones generan en los demás. Desde nuestro rol de padres al conocer el autoconcepto de nuestros hijos, como se perciben, es una gran ventaja, ya que dicho autoconcepto tendrá un papel protagonista en sus relaciones, actitudes y decisiones presentes y futuras.

En muchas ocasiones nos centramos tanto en los aspectos en los que nuestros hijos pueden mejorar que olvidamos recordarles lo positivo que vemos en ellos.  

Llenando su autoconcepto desde casa, su necesidad de construirlo en base a los demás será menor.

3.  Autoestima

Las redes sociales son fuente también de refuerzo y crítica, dos cosas que tendrán un papel  importante en la autoestima de nuestros hijos. A través de las redes sociales, sienten más libertad para expresar lo que les gusta y lo que no, los sentimientos y sensaciones que les generan diferentes fotografías o comentarios, sus opiniones y vivencias. Además, las redes sociales e internet por lo  general, es una oportunidad que permite a los menores relacionarse con personas con un perfil afín a ellos, con los mismos intereses y motivaciones. Esto les otorga más libertad para elegir quien quieren ser, sin sentirse raros o diferentes, viviendo en un mundo más global en el que tienen facilidad de conocer gente con gustos diferentes, aunque no sean los mayoritarios en su entorno.

3. Construcción de un concepto sobre diferentes realidades

A través de las vivencias compartidas, de las noticias a las que acceden, de los vídeos que crean moda entre los jóvenes, éstos van creando su propia conciencia sobre la realidad, sobre el mundo. El aumento de información a la que acceden les permite tener una imagen del mundo más globalizada, más realista y más documentada, aunque no toda la información sea igual de valiosa. Como padres podemos reforzar esta actitud de búsqueda e información en  nuestros hijos y ayudarles a crearse un criterio que les permita filtrar la gran cantidad de información que reciben de una manera óptima, generando en ellos un espíritu crítico.

4. Construcción de red social

La construcción de la red social funciona en dos sentidos: afianzar las relaciones que han establecido en sus círculos y creación de nuevas relaciones. A través de las redes sociales afianzan las relaciones que tienen con su entorno y mantienen la relación con personas que dejen de estar  a su alcance por alguna razón. Tratan temas comunes, muestran sus lazos en público como una manera de afirmarse en la importancia que tiene para ellos esas relaciones y expresan sus sentimientos de una manera más abierta de lo que se permiten hacerlo en público. Esto hay que entenderlo como un extra: hoy en día expresan más sus emociones y perspectivas. Internet brinda a las nuevas generaciones un sinfín de opciones para relacionarse con personas que a priori tengan cosas en común con ellos. A través de los foros o las cuentas dedicadas a determinados clubes deportivos, a cantantes, a hobbies, etc., se convierten en seres activos en sus relaciones, eligiendo el grupo que sienten que les aporta algo, en el que se sienten a gusto y en el que se sienten aceptados. Incluso esos niños que pueden tener el estigma en el colegio, se sienten aliviados al observar que no son los únicos, al compartir experiencias con otros iguales, al observar que no son peores, ni raros.

5. Comunicación

Vivimos en la Era de la Comunicación. La comunicación es algo que nos caracteriza como especie, por lo que está en nuestra naturaleza buscarla y potenciarla. A medida que avanzan las nuevas tecnologías, más capacidad de comunicación tenemos. Las nuevas generaciones tienen integrada
esta actitud de búsqueda de maneras de comunicación: las exploran, las comparten, las ponen de moda e incluso las crean.  Muchos padres se preocupan de que se comuniquen solo a través de lo virtual, sin embargo, tenemos que entenderlo como un extra: los niños que tienen facilidad de
comunicación en persona también ejercitan su comunicación en lo virtual, y los niños que tienen dificultades en lo personal, encuentran un entorno que no les es tan amenazador y que puede servir como un contexto de entrenamiento, en el que desarrollen habilidades que les haga sentirse seguros para avanzar en el cara a cara. Crear ese clima de aceptación de la tecnología nos hará aumentar nuestra capacidad de comunicarnos con nuestros hijos, ya que para ellos es un tema que les moviliza y les motiva.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga familiar

Grupo Crece

No te dejes manipular: Identifica a las personas manipuladoras

Todos ejercemos influencia en los demás o en nuestro entorno y, a su vez, somos influidos por los otros y las circunstancias. Es inevitable, somos seres sociales dependientes de los demás y vivimos en una sociedad muy compleja en la que es imposible tomar en cuenta y controlar todos los factores. En una gran parte de ocasiones esa influencia es positiva y bienintencionada. Por ejemplo, cuando educamos a los niños ejercemos una gran influencia sobre ellos, les moldeamos hacia valores que nos parecen los más sanos, les enseñamos lo bueno y lo malo y que las cosas tiene consecuencias. Intentamos ejercer una sana influencia, al igual que lo hacen nuestros maestros o mentores, nuestra pareja, nuestros amigos están llenos de buenas intenciones y de buenas influencias. Los niños también ejercen una influencia en nosotros y, muchas veces, "nos manipulan".  cuando lloran y les damos lo que quieren sin pensar si es correcto o no, si era lo que realmente necesitaban..., al verles llorar y llorar caemos en sus redes ya que no soportamos verles sufrir, pero ellos aprenden una estrategia magnífica para manipularnos el resto de las veces y así conseguir a través del chantaje emocional lo que ellos quieren en ese instante.Y desde ese momento serán manipuladores y chantajistas en potencia salvo que les conduzcamos a ser también buenos "influenciadores" en los demás y no caigamos en sus redes.

Existen también formas aceptadas socialmente donde uno puede "manipular". Por ejemplo la "mentira social". Todos entendemos que es sano mentir para no hacer daño "mentira piadosa" y que los niños o adolescentes ocultan cierta información o mienten en el proceso de construcción de su identidad, de adultos también mentimos para dar una imagen y quedar bien, sonreímos aunque no lo sintamos ("sonrisa social"). Es adaptativo generar buen rollo. Además permitimos y potenciamos las habilidades de persuasión y negociación necesarias en la educación, en el trabajo en equipo, en la venta de productos y servicios, en la solución de conflictos internacionales. La sociedad se sustenta también sobre ello.

Pero existe un lado oscuro en la manipulación muy dañino, que puede hundir psicológicamente a la persona que lo sufre. Y hay personas realmente expertas en el arte de manipular que pueden parecer inofensivas a simple vista, pero que son muy tóxicas y peligrosas. Hablaremos en términos genéricos, pero tanto ellos como ellas pueden ser grandes y perversos manipuladores.

En algunas ocasiones, estas personas no son conscientes de sus estrategias de chantaje, presión o manipulación, han aprendido a satisfacer sus necesidades más básicas e importantes de forma indirecta a través de la manipulación, no tiene intención de dañar pero no han aprendido a ser asertivas o han desarrollado una personalidad complicada, en algunos casos se trata de patologías clínicas. En otras ocasiones, el manipulador sabe lo que hace y disfruta teniendo la batuta de mando, en un extremos de estos personajes también hablaríamos de casos clínicos con algún tipo de patología psicológica.

Tanto a los primeros como a los segundos debemos pararles los pies para mantener nuestra autoestima a salvo, y generar relaciones sanas con los demás.

Los manipuladores se esconden detrás de muchas estrategias de comunicación que dominan a la perfección y que crean una falsa impresión en los demás o generan un desconcierto que nos dificulta actuar en el momento y defendernos. 

Algunas de ellas son:

1. Incoherencia entre el mensaje verbal y no verbal.

Son muy hábiles con la comunicación no verbal con lo que verbalmente nos dan un mensaje constructivo pero a nivel no verbal dan un mensaje opuesto, nos dicen sí pero con el cuerpo dicen no, esa ambigüedad nos deja desarmados hasta que conseguimos reaccionar.

2. Mensajes indirectos o ambígüos que no dicen nada pero que pueden significar todo.

Ante estos mensajes se despierta nuestra mente obsesiva y buscamos posibles interpretaciones, al final entramos en un bucle que nos provoca más inseguridad.

3. Ironías, sarcasmo, bromas...

Lanzan muchos mensajes hostiles o inapropiados disfrazándolo de broma, y ante las quejas apelan a que no tenemos sentido del humor.

4. Son expertos en el manejo de las emociones

Pueden mostrar mucho equilibrio emocional, hasta que un día se enfadan mucho, se indignan mucho, se muestran hundidos o preocupados. la tendencia es a darles credibilidad a esas emociones ya que habitualmente no aparecen, con lo que creemos que dichas emociones corresponden a sentimientos auténticos, así estas personas consiguen en ese momento lo que quieren.

A veces, el manipulador usa un registro emocional habitualmente: voy de triste  y dando pena, voy de víctima y culpabilizo a todos, voy de inseguro y me resuelven los problemas siempre, voy de hostil y genero miedo...

Otras veces, irradian emociones positivas y nos seducen, nos llenan de halagos, refuerzos, consideraciones, muestran su admiración hacia nosotros... eso nos encanta y nos acomodamos y confiamos con esa persona. en cualquier momento pasará al otro extremo emocional, nos despreciará, nos criticará de forma desmesurada y nos ignorará.

5. Generalizaciones y afirmaciones tajantes.

Hablan con tanta contundencia sobre como somos y lo que somos, "eres débil", "eres despreocupada", "nunca llegarás a medrar en esta empresa", que nos dejan sin palabras y con el miedo en el cuerpo.

6. Nos exigen por encima de lo humanamente razonable

Si somos personas que nos gusta hacer las cosas bien, valoramos el esfuerzo... siempre nos sentiremos de menos.

7. Nos ocultan información

Así provocan que nos sintamos como perdidos o fuera de lugar o menos importantes.

8. Provocan rumorología y difamaciones sobre los demás

De manera tan sutil a veces, que ellos no son los protagonistas de las difamaciones pero sí los que lanzaron el primer dardo. 

9. En su vocabulario, de manera sutil o directa suele estar presente la amenaza y la coacción

Si tu no haces lo que yo quiero.... no tendrás lo que necesitas.

10. Y ya para rematar, multiplican el efecto de la manipulación si utilizan estas estrategias delante de más personas.

Ser manipulado delante de otros, implica que los presentes van a caer también en la influencia del manipulador creando una sensación negativa sobre la persona objeto de la manipulación y provocando a largo plazo rechazos, falta de apoyo, etc.

Veremos ahora en detalle algunas situaciones de manipulación y chantaje:

1. La manipulación del control: yo hago lo que tú dices, lo que tú quieres... y casi ni me entero

Este tipo de manipulador/a es alguien muy controlador, las cosas deben ser a su manera y además le gusta tener adeptos, pupilos que no le pongan pegas a nada, se rodea personas que le admiran y nunca le pondrán en tela de juicio sus decisiones. Es posible que este pupilo esté sobre explotado pero lo hace "por la causa", sea la que sea y hace de esa causa algo suyo por encima de sus necesidades reales.

2. La manipulación del amor: la tiranía de las reglas del cariño y del amor

Esta persona manipuladora nos quiere, nos lo hace saber de mil maneras, pero detrás de ese amor está su necesidad de dañar para conseguir sus objetivos o satisfacer sus necesidades. A veces, es muy inconsciente pero genera daños muy grandes, ya que la personas que te manipula forma parte de tu red de apego y de relaciones seguras.

Pongamos algunos ejemplos:

Nuestra mejor amiga que al final se lleva el puesto de trabajo porque ha sabido sacarnos la información necesaria y se ha presentado ella primero a la entrevista ocutándonoslo.

Obligamos a nuestra pareja a apuntarse a un curso de baile sabiendo que no le gusta nada pero es una condición imprescindible para no sacar más el tema de la ex, que tantas discusiones provoca.

Una madre cuyo discurso habitual es "yo lo doy todo por mis hijos y quiero que sean felices" que se siente incómoda con que uno de sus hijos no haga lo que ella considera adecuado y busca momentos clave para hacerle críticas desajustadas o hacerle sentir mal hijo.

"Quién te querrá sino yo"... con este mensaje nos vemos avocados a hacer lo que el otro quiere por miedo al abandono.

3. La manipulación del victimismo: te obligo a hacerte cargo de mí aunque yo no lo necesite de verdad

Se trata de personas que tienen dificultad para hacerse responsables de su vida y ser autónomas, entonces buscan parásitos en los que anidar y que les resuelvan todo. Suelen utilizar también las reglas del cariño y ser muy afectivos, amorosos, buenos amigos, buenos padres, buenas parejas. El mensaje velado es: "con todo lo que yo te doy, lo maja/o que soy...deberías hacerte cargo de mi problema y ayudarme".

4. La manipulación que no ves venir: "me la dio con queso" 

Son personas que se parecen a Dr. Jekyll y Mr. Hyde, la primera fase de la relación, que puede durar desde días a unos meses o incluso años es maravillosa, todo fluye, hasta que la persona manipuladora empieza a mostrar sus auténticas intenciones. Este tipo de manipuladores sí son conscientes de la situación.

Por ejemplo: 

Alguien comienza una relación con otra persona que tiene, exito, dinero... Después de asentar la relación con algún hijo, o con alguna propiedad a su nombre, etc. La persona manipuladora rompe la relación añadiendo que nunca hubo amor, y lanzando comentarios destructivos hacia la pobre víctima del engaño para parecer víctima ella misma.

Puede ocurrirnos con la pareja, los amigos, socios de una empresa, compañeros de trabajo... y todo ello suele estar motivado por ambiciones e intereses personales y egoístas, quizá a veces, también por envidias, venganzas, rencores...

5. La manipulación a través de la seducción: te puse en el pedestal para confundir tu realidad

Son personas zalameras, con carisma, seductoras, siempre tienen una palabra amable, te hacen sentir especial, divertido, único, inteligente... todas las cualidades que tú valoras. Una vez que te tiene en sus redes pueden empezar a hundirte hasta que toques el fango. En muchas ocasiones juegan de manera intermitente, por un lado te aprecian y te valoran muchísimo, por otro lado te humillan, te rechazan, te infravaloran, te ningunean, te critican...

A veces este juego es inofensivo con personas zalameras y seductoras que nunca se van a aprovechar de nuestros sentimientos aunque sabemos que a ellas no les podremos decir no.

6. La manipulación a través del poder:  “Juegos de poder y de miedo”

Nuestra sociedad es jerárquica en muchas de sus estructuras, unos tiene mucho, otros tiene poco y mucho que perder si lo pierden. en este contexto juega un papel esencial "La ley del más fuerte" que tiene siempre las de ganar.

Por ejemplo:

Nuestro jefe puede obligarme a hacer horas extras por miedo a perder el ascenso que me permitiría poder tener otro hijo.

Nuestro compañero sabe más del tema y tiene más experiencia así que toma todo el protagonismo y yo quedo como un cero a la izquierda.

En la familia siempre se hace lo que quiere Fulanito, no se discute, siempre es el elegido.

7. Traspaso de responsabilidad y control: "yo nunca tengo la culpa, es tuya"

Hay personas expertas en barrer para afuera, nunca es responsabilidad de ellas, nunca lo hacen mal, nunca se equivocan pero siempre hay cabezas de turco o excusas que se llevan el muerto.

8. Manipulación contra la autoestima: destacar el “error” o la “debilidad”

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Estos manipuladores siempre hacen notar la debilidad o el error de otros aprovechando pillarles en un momento bajo, de mayor vulnerabilidad  inseguridad. como lo hacen usando un lenguaje sutil y ambígüo es difícil defenderse de la crítica y autoafirmarse con lo que nos vamos hundiendo progresibamente y bajando nuestra sensación de valía y control personal.

9. La manipulación a través de la humillación: todos lo han visto y oído

Similar al punto anterior, en el que el manipulador destaca el error o la debilidad, en este caso se hace en público.

Puede tratarse de un ligero comentario ambígüo o generalista en tono de ironía, que ante la respuesta ofendida o autoafirmativa del manipulado, se le tacha de poco sentido del humor o de no recibir bien las críticas... el manipulador es tan hábil que generará tensión en el manipulado mientras que romperá el hielo con el grupo y así quien queda señalado es el manipulado y no el manipulador, que al fin y al cabo ha dado sólo una opinión o ha hecho una inofensiva broma.

Puede tratarse de una presión más intensa, ridiculizando a la persona en público, humillándola, dejándola en evidencia, a veces incluso puede falsear pruebas y mostrarlas en público para hundir al contrincante.

Ninguneos, desprecios, exclusiones... que van calando sutilmente en el grupo, o que este por miedo a represalias prefiere callar.

Desde aquí se formaja el mobbing o bullyng, formas de manipulación y acoso en las que se implica el silencia y la falta de apoyo del grupo de referencia.

10. Amenaza de pérdida o daño: "ya no me querrás, me abandonarás, me harás daño, me pegarás, me matarás, me despedirás, me difamarás..."

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Es una manipulación que es en sí misma un maltrato y conlleva mucha agresividad que puede ser física, verbal o una agresividad soterrada que no se ve ni oye pero se respira. Se basa en el miedo del manipulado ante la pérdida de ciertas circunstancias si no cede a las necesidades del manipulador.

Aquí caben las agresiones físicas y sexuales que nos manipulan a través del miedo, las amenazas de todo tipo, las coacciones, aprovechar el estatus de poder para explotar a los demás, las vejaciones y humillaciones...

Pero también caben manipulaciones más difuminadas en las que un día te elevo en un pedestal y otro, de repente te bajo a los infiernos, provocan un caos psicológico de indefensión y de no saber qué hacer ya para resolver los problemas, conseguir el afecto del otro, encontrar una salida... que acaba reproduciendo reacciones de indefensión aprendida y hundiendo al manipulado que deja de defenderse.

11. La manipulación del ninguneo: no te saludo, no te miro, no te informo... ¡estás fuera!

En este caso, si obviamos la parte más agresiva, de humillaciones, críticas, etc, y nos centramos sólo en la manipulación de la exclusión y del ninguneo, estaríamos en este caso de manipulación qeu aquí describimos. Somos individuos sociales y necesitamos sentirnos integrados, quien nos deja fuera, nos hace sentir invisibles y cada persona necesita su dosis de pertenencia y protagonismo.

Es una manipulación que podemos hacer para evitar que alguien se meta en mi camino y entorpezca mis objetivos. 

Por ejemplo: 

No le voy a presentar a mi jefa a mi compañera, voy a pasar de ella, no vaya a ser que ascienda antes que yo.

Es un rival sexual para mí, le voy a ignorar así se sentirá incómodo y los ojos de mi chico serán sólo para mí.

12. La manipulación racional: lo digo tantas veces y tan bien que te lo crees

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El manipulador se apoya en esto de si digo una mentira muchas veces y con total seguridad y contundencia, al final parecerá una verdad. tenemos ejemplos de muchos personajes públicos que nos engañan continuamente y creemos en ellos, y aunque siempre se pilla al mentiroso, puede ser ya tarde para reaccionar.

Vendedores fraudulentos que venden humo, profesionales que ofrecen servicios que ofrecen soluciones mágicas a problemas serios para la gente.

Ese/a jefe/a que con su dialéctica nadie le rechista y parece hasta que tiene razón. Ese amigo, mi pareja, alguno de mis familiares... apelando a las reglas de la lógica verbal y manejando una comunicación no verbal impecable, nos manipulan para salirse con la suya sea cual sea su objetivo.

¿Todos conocemos a alguien así, verdad?

13. La manipulación por emociones desajustadas

Si ante una situación determinada una personas reacciona con una emoción desproporcionada (enfado, alegría, tristeza, miedo...), podrá ser que esta personas no tuviese habilidades de gestión emociona suficientes y se sobre estimule en ciertos momentos.

Podría ser también, que esta personas hiciese un teatro para provocar un efecto en los demás, el natural ante la expresión de una emoción intensa.

Tristeza y llanto me puede llevar a conseguir que me cuiden o me hagan caso.

Agresividad y hostilidad, me permiten colarme en una cola, salirme con la mia...

Miedo terrible o pánico hace que esta personas no afronte una responsabilidad y quizá otros la afronten por ella.

Etc.

 

 

 

 

14. La manipulación para eliminar las emociones: reproches “contra natura”

Pero las emociones no siempre son desajustadas o no siempre son engañosas, un manipulador puede utilizar la expresión de emociones y sentimientos genuina y necesaria de una persona para atacarla y manipularla, impidiendo que esta persona pueda expresarse en libertad y satisfacer sus necesidades de liberación emocional o de autoafirmación. A largo plazo provoca personas anuladas y con la autoestima muy baja.

Ante esto, ¿Qué podemos hacer para defendernos de los chantajes, manipulaciones y presiones de este tipo?

Lo primero y más importante identificarlo.

En un siguiente poste analizaremos las maneras de librarnos de los manipuladores y las herramientas con las que podemos contar para ello.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

 

 

 

El duelo en los niños/as

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La perdida es una de las experiencias vitales que más dolor causa al ser humano. La sensación de angustia al sentir que algo amado ya no esta a nuestro alcance es algo que experimentamos desde nuestros primeros meses de vida, cuando no hemos adquirido la permanencia del objeto, capacidad que nos permite ser conscientes de que, aunque no estén a nuestra vista, las
cosas siguen existiendo.

El proceso de adaptación a la pérdida se conoce como duelo. Muchas veces nos referimos al duelo como el periodo emocional que sucede a una muerte de un ser querido, sin embargo, experienciamos tantos tipos de  duelos como tipos de pérdidas en nuestra vida: la pérdida de trabajo, el fin de una relación o tener que emigrar a otro país son experiencias vitales que conllevan un duelo. Cada duelo es, por lo tanto, una experiencia diferente, con una manifestación, intensidad y una duración particular.

Y si las pérdidas están presentes a lo largo de toda nuestra historia, también lo estarán los duelos, aunque la conciencia de que los niños puedan sufrir procesos de duelo es poco extendida aún hoy en día: tendemos a pensar que los niños se olvidan pronto de las cosas, que no se dan cuenta de lo que sucede o que superan las cosas con más facilidad. También buscamos protegerles del dolor ocultando las pérdidas o minimizándolas. 


Lo cierto es que los niños perciben la perdida y el sufrimiento que conlleva, aunque es posible que la expresión de su dolor sea diferente a la de los adultos: 

  • Los niños tienen más dificultad para diferenciar entre la tristeza y el enfado. Además, al ser esta última una emoción que conlleva conductas más llamativas, los niños suelen elegirla como medio de expresión de su malestar.

  • Pueden experimentar conductas regresivas, como descontrol de esfínteres o pérdida de habilidades adquiridas.

  • Los niños pueden aislarse si no comprenden su malestar y se ven incapaces de comunicarlo.

  • Pueden jugar a juegos en los que la muerte este mas presente de lo habitual.

  • Los dibujos son un medio por el que los niños expresan sus emociones, por lo que los cambios en el universo emocional de los pequeños se harán presentes en él.


Como podemos ayudar a los niños a gestionar sus duelos?:

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  • Hablar claramente de la perdida, explicarle lo ocurrido para evitar sentimientos de culpa.

  • Proteger a los niños desde la comprensión y la legitimación de sus emociones. Si les ocultamos y negamos la perdida se sentirán confusos y no sabrán a quien acudir.

  • No hacer de la perdida un tabú: compartir y escuchar, legitimar el derecho del niño a sentir.

  • Comprender los sucesos de la infancia que pueden suponer duelos para los niños: la pérdida de un muñeco importante para ellos, no ser aceptados en el cole, separarse de un amigo, que mamá o papá amplíen su horario de trabajo o el nacimiento de un hermano son sucesos que los niños pueden vivir con gran impacto emocional, aunque desde la perspectiva adulta puedan tener otro significado.

  • Proponer a los niños rituales que les ayuden a superar el duelo o a hacerlo menos doloroso: enviar un globo al cielo con un mensaje para la abuela o el abuelo, hacer una fiesta de despedida antes de cambiarles de colegio y que los amiguitos escriban en un libro mensajes de ánimo... Los rituales de despedida son de gran importancia en todo proceso de duelo ya que nos preparan para afrontar la nueva situación.


En los niños, como en los adultos, la expresión de las emociones y pensamientos negativos, así como sentirse apoyados y queridos, aún en sus momentos más bajos, son la base que necesitan en su proceso de duelo.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga y coach

Grupo Crece


Grupo Crece en Malakids

El equipo de Grupo Crece, estuvimos en el festival Malakids el fin de semana 27 y 28 de Septiembre. Es un Festival urbano para las familias que se organiza cada año en el barrio de Malasaña. 

Fue toda una experiencia en la que pudimos ofrecer parte de nuestros talleres para niños, adolescentes y familias de forma gratuita en las carpas del festival.

Os dejamos algunas imágenes inolvidables del evento. ¡¡¡Esperamos que las disfrutéis!!!