Coronavirus. La sugestión que nos enferma: el "efecto nocebo"

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“ La peste iba a Bagdad y en el camino se encontró con un vagabundo

El vagabundo en la distancia le preguntó

¿Dónde vas, PESTE? Voy a Bagdad a matar 500 personas

A la vuelta de Bagdad , la peste se volvió a encontrar con el peregrino y este le dice: ¿no decías que ibas a BAGDAD a matar 500 personas?

Pero has matado a 5000

Si, yo mate 500 personas, pero el resto los mato el MIEDO.”

 

Los “besos milagrosos” de una mamá a su bebé , que quitan el dolor y calman como si de una medicina de última generación se tratara.

Los ritos que realizan algunos y algunas deportistas antes de iniciar su actividad.

Síntomas de embriaguez tras tomar una bebida sin alcohol que nos ofrecen como alcohólica.

Y algunos casos más increíbles, como el anestesista Henry K. Beeche , que durante la segunda guerra mundial operó pacientes sin anestesia, utilizando suero fisiológico como placebo cuando se le acabó la morfina. 

Estos son ejemplos del conocido “Efecto placebo”.

El efecto placebo es la mejora o la desaparición de los síntomas de una enfermedad en un paciente llevando a cabo un tratamiento que no tiene propiedades curativas reales. Los pacientes desconocen que están siendo tratados con sustancias sin efecto, pero lo toman con la creencia de quehabrá una mejora.

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Efectivamente, los resultados de muchas investigaciones confirmanque tienden a mejorar en una proporción similar a la mejora ocasionada por un medicamento real.

En este mágico efecto, es la mente la encargada de convencer al organismo de esos efectos positivos del medicamento, que son inexistentes. Como hemos visto, este efecto puede extenderse a otras circunstancias que no sólo pertenecen al ámbito médico.

Si la mente tiene tanto poder para curarnos…¿Qué no puede hacer para enfermarnos?

El “hermano feo” del efecto placebo es el llamado Efecto nocebo. En principio, se trata del mismo efecto, solo que uno es negativo y el otro es positivo. Ambos nos afectan allí donde menos podemos controlarlos: en nuestro inconsciente.

En el efecto nocebo, una persona presenta los posibles efectos secundarios o síntomas que produce un medicamento o tratamiento sólo porque el paciente cree que pueden ocurrir, que no funcionará o incluso que será perjudicial

El efecto nocebo se dispara, sobre todo, por un exceso de información que no es posible ordenar de manera apropiada, especialmente al buscar enfermedades o síntomas en internet.

El miedo es estrés para el cuerpo y puede debilitar el sistema inmunitario, que se vuelve más vulnerable, y entonces es más fácil que el organismo se convierta en hogar de bacterias o virus, y que se produzca dolor donde no debería haberlo.

En el momento actual, el estado de alerta por el coronavirus, nos mantiene en un nivel de alerta y expectación máximos. El bombardeo constante de información a través de un sinfín de medios de comunicación y la forma en que nos comunican los efectos adversos del virus, nos pueden instaurar un estado generalizado de ansiedad, angustia y estrés que debilita nuestro cuerpo y nuestra mente.

Podemos actuar sobre pocas cosas para mantener cierto equilibrio durante este tiempo tan duro. Otras no dependen de nosotros.

Cuida tu salud mental:

Ilustración de Vero Gatti

Ilustración de Vero Gatti

  1. Raciona las dosis de información que recibes y que envías. Es necesario estar enterado de la realidad que ocurre, pero sin excesos para no caer en la desesperación y el miedo.

  2. Medita, reza, haz yoga o cualquier ejercicio que mantenga tu mente posada en el cuerpo. Que tú seas tu centro para que la mente no sea secuestrada constantemente por la divagación, la rumiación, la obsesión, el miedo.

  3. Expresa tus emociones y sentimientos, procurando dejar el drama a un lado. Escribe, habla, pinta, escucha, baila o canta. Cualquier forma que saque fuera tus inquietudes te ayudará a colocar y recomponer lo que estás viviendo.

  4. Cuidante te TÚ podrás cuidar y acompañar a quienes te rodean.

 Un abrazo y mucha fuerza para estos días.

Raquel Ibáñez Ortego

Psicóloga, Instructora de Mindfulness

Grupo Crece