¿Por qué es tan importante el hábito de estudio?

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Un buen hábito de estudio genera mayores posibilidades de eficacia y rendimiento y permite asimilar más conocimientos con menor esfuerzo y menos tiempo. El estudio ayuda a los niños y niñas en su desarrollo cognitivo, en la solución de problemas, en el autocontrol, en la disciplina, en la constancia y en la consecución de objetivos y metas a corto y a largo plazo. Además cuando aprenden a ser más eficaces a la hora de asimilar nuevos aprendizajes, se sienten más confiados/as  en sus capacidades.

Los padres y madres deben facilitar el desarrollo de hábitos de estudio adecuados en sus hijos e hijas proporcionando para ello ciertas condiciones ambientales y educativas.

¿Por qué es importante el hábito de estudio?

- La adquisición de este hábito le ayudará a hacer del estudio una actividad diaria e ineludible.

- Asimismo, se sentirán más seguros/as en relación con los estudios y confiados/as en sus capacidades para superar las diferentes pruebas escolares.

- El estudio es fundamental para el aprendizaje de los niños y niñas puesto que les dota de los conocimientos necesarios para enfrentarse en el día a día y a su futuro laboral.

- También les ayuda a desarrollar sus capacidades lingüísticas y cognitivas tales como la atención y la memoria. Es igualmente importante para la maduración personal, social e intelectual.

- El hábito de estudio aumenta las posibilidades de conseguir un alto rendimiento escolar.

- Implica constancia y perseverancia, factores fundamentales para el éxito laboral y personal.

- Los  niños y niñas con buenos hábitos de estudio serán más capaces de adaptarse y desarrollar con éxito las labores que desempeñarán en sus puestos de trabajo.

Tenemos que ayudar a los niños y niñas a desarrollar su motivación hacia los estudios. Han de comprender que aunque las ventajas a corto plazo son escasas para ellos ya que sólo encuentran inconvenientes (el aburrimiento que les provoca hacer los deberes, el número de horas que podrían dedicar a jugar, etc.), es importante explicarles que estudiar tiene más beneficios que no hacerlo, lo fundamental es que encuentren su motivación hacia los estudios:

- “Todo el mundo lo hace y yo no voy a ser menos”

- “Porque me gustaría trabajar de…”

-“Porque me siento útil”

-“Para sacar buenas notas”

-“Para ser más listo…”

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El hábito de estudio es una rutina y como tal debe llevarse a cabo siempre en el  mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera porque eso le ayudará a desarrollar posteriormente otro tipo de hábitos. Se establece a fuerza de repetirlo, no es necesario que los niños y niñas tengan deberes, lo ideal es que desde pequeños/as se habitúen a estar concentrados/as en una tarea durante un rato. De esta manera, podrá conseguir más concentración durante periodos largos de tiempo cuando sea más mayor, algo imprescindible para los estudios más avanzados (universitarios, másters, oposiciones, módulos, etc.).

Susana Paniagua

Psicóloga

Grupo Crece

Cómo organizar los deberes de los niños

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Si queremos que nuestros hijos disfruten en el colegio y se sientan motivados, es imprescindible organizar bien los deberes en casa. Podemos empezar a crear una actitud positiva hacia las tareas del cole desde que los niños son muy pequeños. 

¿Tenéis bien organizados los deberes del colegio en casa? Tiempos, espacios, actividades extraescolares, actitud de los padres... Todo cuenta.

Las horas de sueño

El horario de ir a la cama es fundamental, los niños deben dormir un mínimo 8 horas. Si no se puede mermar la atención, motivación, humor, actitud y comportamiento de los hijos.

El rincón de estudio

El lugar de estudio se tiene que diferenciar de los demás espacios para predisponer al niño a estudiar y facilitar la concentración. Por lo tanto, debe ser un lugar sin televisión, sin ordenador, sin música, con luz adecuada, tranquilo y con mínimas distracciones. Lo ideal sería una mesa con sus cuadernos y bolis y nada más.

El horario para hacer los deberes

Desde los 5 años de edad, se puede instaurar un “momento de los deberes”, que vaya incorporándose en casa de manera paulatina, en el que el niño incorpore como algo natural el tener un espacio para hacer actividades concretas (ya sea pintar, leer) que a medida que crezca se irá volviendo más complejo. Este es el cimiento de los futuros hábitos de estudio.

Premios y refuerzos

Además de un horario de hacer los deberes, es importante que haya consecuencias positivas por realizarlos (la valoración verbal y la expresión de emociones positivas de los padres siempre debe estar presente. Pero además, una hora de juego con mamá o papá, o se gana el fin de semana un desayuno con bollos o algo que sugiera el niño, si es realista y asequible para los padres. Nunca se tratará de regalos materiales o premiso excesivos, salvo excepciones). El objetivo es reforzar el esfuerzo y los resultados derivados de éste.

Se pueden acordar “premios” de fin de año, que se dan sólo si se cumplen los acuerdos, ya sean: clase de windsurf en verano, o buceo, o un mp3 nuevo, o cambio de móvil, o nuevo reloj o vacaciones con algún familiar, etc. El premio debe ser realista y no se debe materializar si no se han conseguido los objetivos. El objetivo es que el niño se lo gane, para que aprenda a esforzarse, buscar, conjugar y utilizar una motivación tanto interior como exterior para sus objetivos. Durante el año escolar los refuerzos y premisos no deben sobrepasar el gran premio final.

La merienda forma parte de los preliminares

Antes de estudiar y hacer los deberes se sugiere que coman algo, beban algo y pasada una hora entre una actividad y otra se pongan a ello, para que sientan que empieza otro momento.

Planifica los momentos de descanso (de toda la familia)

Los momentos de ocio también hay que planificarlos semanalmente para que sea un factor que promueva la motivación. Tanto de padres con hijos, tanto de pareja como individualmente, porque muchas veces los adultos tienden a no desconectar y terminan cansados, tensos y de mal humor, y eso afecta a la relación con los hijos y al estudio.

Definir tiempo concreto frente a la televisión, chat, internet, consola, etc. Y definir y aplicar las consecuencias de no respetar dichos acuerdos. Padres, mantened vuestras palabras independientemente de que os entristezca.

Hacer los deberes no exime de otras responsabilidades

Es importante que los niños ayuden en casa, no pueden estar exentos por tener que hacer deberes o estudiar. Hay que definir tareas sencillas que diariamente se deberían hacer, por ejemplo: hacer su cama, recoger su ropa sucia para la colada, recoger sus libros o sus juguetes.

Cuidado con las actividades extraescolares

En cuanto a las actividades extraescolares, pueden ser muy recomendables, pero si son demasiadas pueden causar estrés a los niños e impedirles descansar como lo necesitan.

Hay que valorarlo con cuidado, porque si el niño está todo el día en el cole y luego sigue con actividades extraescolares, posiblemente llegue a casa con intención de “olvidarse de todo” y no querer hacer deberes ni estudiar.

Psicóloga infantil de Grupo Crece

www.grupocrece.es

Publicado en http://www.serpadres.es/3-6-anos/educacion/Como-organizar-los-deberes-para-que-el-curso-sea-un-exito.html