La prevención de la adición a los juegos en nuestros hijos e hijas

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Los juegos de azar están cada vez más al alcance de nuestros jóvenes. Sin un control adecuado, las consecuencias pueden ser graves. En los últimos años, se ha incrementado la incidencia de adicciones al juego entre nuestros/as adolescentes. La publicidad y los juegos de apuestas online lo han agravado. Es muy necesario y especialmente urgente, que tanto padres/madres, profesores/as y educadores/as en general tomemos cartas en el asunto para prevenir problemas de ludopatía en los/las menores.

La ludopatía es un trastorno adictivo que refleja una conducta de juego persistente y desadaptativa. Para la persona que lo padece, se convierte en algo imprescindible en su vida y una prioridad, porque comienza a dejar de lado otras necesidades y objetivos. Fracasa en sus intentos para dejar de jugar y se muestra irritable e inquieto cuando lo hace.

¿Por qué son adictivos los juegos?

1.      Se componen de una serie de luces y de estímulos auditivos muy atractivos y llamativos que se utilizan como reclamo.

2.      La recompensa no es inmediata, se trata de un refuerzo intermitente y aleatorio. Este tipo de refuerzos son los más potentes y atractivos para mantener la conducta de juego y los hace más difícil de eliminarla.

3.      Proporcionan la capacidad para huir y evadirse de la realidad. Muchas personas lo utilizan para aliviar su malestar.

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Los juegos de azar y de apuestas son los que más adicción provocan porque la obtención de la recompensa es imprevisible. Son juegos cada vez más accesibles y disponibles a pesar de estar prohibidos hasta la mayoría de edad. Pero además, ha surgido un nuevo tipo de videojuegos que incorpora elementos relacionados con el azar. Muchos de ellos ofrecen opciones de compra que permiten obtener contenido adicional para el juego y muchas veces la recompensa es aleatoria, por eso es cada vez más difícil diferenciar entre juegos de azar y videojuegos.

Esto repercute negativamente en nuestros/as jóvenes que de forma poco clara se ven inmersos en este tipo de dinámicas adictivas.

¿Cómo prevenir la ludopatía en nuestros/as jóvenes?

1.      Es importante protegerlos de la exposición a los mensajes publicitarios tan normalizados en horarios supuestamente protegidos para los/las menores. Por ello la familia es clave: las actitudes familiares hacia el juego para crear impacto en las creencias del menor. Debemos trasmitirle el peligro y seriedad de estas conductas, tanto con nuestras palabras como con nuestros actos. Informarles sobre el riesgo y los mecanismos de adicción al juego para que tenga un efecto preventivo. Negarnos al desembolso económico en algunos juegos que nos pidan ofreciéndoles argumentos claros por los que no estamos de acuerdo.

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2.      Ofrecerles alternativas de ocio incompatibles con el juego, darles entretenimientos (deporte, cocinar, salir con amigos, salir al aire libre…), incluirles en juegos con otros/as jóvenes donde puedan practicar otro tipo de hobbies.

3.      Adecuar las nuevas tecnologías (smartphones y otros dispositivos con vía libre a internet) a su edad y momento de desarrollo. Supervisar el tiempo que pasan online y especialmente a los contenidos a los que acceden.

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4.      Pasar más tiempo con ellos/as: dedicarles tiempo para escucharles, jugar con ellos, ofrecerles nuestra disponibilidad para atenderles y disfrutar con ellos/a

Dedicaremos más espacio para ahondar más en el preocupante mundo de la adicción a las nuevas tecnologías en nuestros/as jóvenes.

Susana Paniagua Díaz

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Drogas. ¿Son útiles las campañas de prevención?

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Muchas campañas de prevención de drogas para adolescentes y jóvenes se basan en el riesgo que supone el consumo. Las charlas educativas, los anuncios publicitarios, los vídeos divulgativos… hablan de las consecuencias a largo plazo y del riesgo.

En el momento de crisis de la adolescencia y la primera juventud aparecen muchas inseguridades, dudas, miedos, altibajos emocionales y cambios, se está construyendo la identidad.

Separarse de las normas sociales y familiares es clave en ese proceso de construcción de dicha identidad y los amigos son percibidos como los mejores consejeros. A veces, sus amigos también consumen, o su fracaso académico les lleva a explorar otras áreas de satisfacción.

En esta etapa viven en el placer y no en el deber. Son los años de huir de las normas para construir, más adelante, sus propias normas y convertirse en adultos maduros y responsables. El adolescente y el joven se caracterizan por vivir en un presente continuo. El futuro para ellos es la fantasía de lo que van a lograr y en líneas generales es maravillosos y utópico.

Un mecanismo de lucha contra ese vaivén emocional es su casi nula percepción del riesgo y el presentismo de “carpe diem” que les ayuda a afrontar sus miedos y atreverse a actuar.

Con los años, en un proceso de maduración normal, todo esto cambiará, y el que fue adolescente y joven sentará la cabeza y será más prudente, teniendo en cuenta las consecuencias a largo plazo. Con ello podemos reflexionar sobre la validez de estas campañas centradas en el riesgo y en las consecuencias futuras.

Directamente NO FUNCIONAN.

Las campañas preventivas tendrían más éxito si se centrasen en aquellos aspectos que SÍ son un MOTIVADOR importante en la adolescencia:

-          La imagen

-          El éxito social-sentimental

-          La diversión

-          La exploración

-          Hacer presente ese futuro que ellos no ven

Tendrían más éxito si crearan un vínculo entre el joven y su motivación para que llegue a ella de forma saludable.

Pedro A.C.

Psicólogo