Los líderes deportivos dan lecciones a los líderes políticos

Parece en nuestro país, hay mejores líderes deportivos que políticos, sin duda. En los últimos días estamos asistiendo a un ejemplo de buen liderazgo y de espíritu de equipo, promovido por el Atlético de Madrid y su entrenador “El Cholo Simeone", en un contexto en el que lo económico te hace estar en primera fila y si no es así no puedes ser nadie.

El carisma y la capacidad de comunicación, la humildad y el reconocimiento de los errores propios reconociendo los logros de los rivales, el respeto y la valoración por cada miembro del equipo, la cohesión y la unión capaz de generar, fortaleciendo los vínculos internos, la cooperación como herramienta clave, pensar en el bien del equipo por encima de todo, la persuasión frente a la imposición, la franqueza, el equilibrio del ego individual en aras del objetivo común, la exigencia para sacar lo mejor del otro sin la presión o la explotación, la capacidad de motivar en situaciones adversas y mantener la alegría y la autoestima altas, son las claves del auténtico líder.

Las personas necesitamos este tipo de líderes para conseguir crecer en la vida y mover el mundo, mover los equipos deportivos, mover las empresas, mover el país y movernos a nosotros mismos.

Los buenos líderes son auténticos y se muestran tal cual son, además son personas éticas y con habilidades para gestionar las emociones y mantener templanza y calma en las situaciones adversas, y prudencia en las épocas de bonanza.

El crecimiento personal es muy limitado con un liderazgo autoritario y negligente que es el que nos inunda por todos lados.

Y no es cierto que no existan personas capaces de ejercer este liderazgo, están ahí, pero quizá no han tenido la oportunidad de salir a la superficie. La presión de los poderosos es muy grande. Los árboles no nos dejan ver el bosque.

 

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Cuando llegan los hijos dónde queda la pareja...

La mayoría de las parejas recuerdan su noviazgo como una de las etapas más felices de su vida. Se trata de un periodo de emoción, descubrimiento, romanticismo y diversión. Sin embargo, es muy habitual, que se acabe sacrificando la diversión en la relación como consecuencia de la llegada de los hijos. Lo importante es comprender que es posible recuperar el disfrute y el ocio en las relaciones. Cuando no existe este tiempo entre los dos, se puede generar sentimientos de decepción, cansancio, estrés e inseguridad, que pueden derivar en verdaderas crisis de pareja o en conflictos personales por falta de tiempo para uno mismo.

Desde su nacimiento, los niños necesitan mucha atención y es el momento en que las necesidades individuales de cada progenitor, tienen que estar supeditadas, a los intereses comunes de su crianza y cuidado. El niño se convierte en el rey de la casa, el vínculo se prolonga en exceso y los padres no ven el momento de crear su propio espacio, un espacio que es necesario ganar, sin sentirse culpable, para recuperar parte de la vida en pareja y personal y un espacio que, además, beneficiará a los hijos, que también necesitan el suyo propio para empezar a desarrollar habilidades para su independencia.

Sin embargo, a veces, la falta de tiempo sólo constituye una excusa para cubrir una necesidad de otra naturaleza: dificultades de comprensión, la disminución de la actividad sexual con el embarazo y el postparto, las tensiones y el malhumor fruto del cansancio y de los cambios en la organización familiar, pueden hacer mella en la pareja. Resultará necesario descubrir dónde está el problema y encontrar la solución adecuada para cada caso.


Algunas claves para conciliar los niños y la pareja:


1. Hacer de la relación de pareja una de las prioridades. Los niños, el trabajo, las tareas domésticas, los amigos, la familia, las actividades comunitarias, las compras, la televisión, el ordenador, etc., compiten entre sí para robarnos el tiempo y energía. La relación entre dos progenitores determina la atmósfera de toda la familia por eso es fundamental que la relación entre adultos sea una de las principales prioridades. Ésta pierde posiciones en el escalafón y otras cosas se suman a la lista según avanza la vida por eso pueden surgir roces y distanciamiento. Al llevar la relación nuevamente a uno de los primeros puestos de la lista se consigue una mejora considerable.

2. Que cada uno asuma sus propias responsabilidades en la relación. Cada uno tiene que empezar a desarrollar su propio proyecto. Sólo hay una persona a la que se puede cambiar y es a uno mismo. A veces cuesta reconocer al otro tal y como es, pero no se puede ignorar que son dos personas distintas, con diferentes necesidades, inquietudes, deseos y miedos.

3. Mantener el respeto mutuo y la igualdad. Una relación sólo puede funcionar cuando cada miembro de la pareja respeta al otro y le ve como a un igual. Esto implica que el crecimiento y desarrollo de cada persona como individuo es y debe ser una prioridad para cada uno. Los puntos de vista distintos proporcionan distintas opciones a las parejas, cuando son combinadas, pueden fundirse para proporcionar una perspectiva más amplia y encontrar así soluciones creativas.

4. Potenciar la diversión y el ocio en pareja. Es fundamental facilitar espacios donde disfrutar solos y recuperar con ello la afectividad y la intimidad en la relación. Es necesario darse permiso para pedir ayuda a terceros para que cuiden esporádicamente de los hijos (canguros, familiares, amigos, etc.) y no sentirse imprescindible en ese espacio de tiempo. Aprender a tolerar la separación sin sentir miedo, preocupación o culpabilidad por ello es un proceso de aprendizaje.

5. Repartición de las tareas de forma equilibrada y consensuada. Es importante garantizar un reparto equilibrado de las tareas, de manera que ninguno de los miembros esté desbordado de trabajo. Una falta de equilibrio en esta repartición puede generar sentimientos de hartazgo, frustración, estrés, inseguridad, indefensión, etc.

6. Adquirir varios roles y no estar sujeto siempre al mismo. En relación con el punto anterior, es importante que cada uno pueda cambiar der rol a la hora de organizar y gestionar el cuidado de los hijos y el hogar. Los roles inflexibles e invariables pueden dificultar el equilibrio y una buena organización dentro del núcleo familiar, además de suponer un desgaste físico y emocional. 

7. Mantener una comunicación eficaz.  Comunicación horizontal y basada en el respeto. La escucha activa, el uso de mensajes en primera persona y la empatía son habilidades básicas necesarias para conseguir entendimiento mutuo y aumentar la cercanía, la conexión y la complicidad con la pareja.

8. Aprender a negociar con la pareja. Gracias a una comunicación eficaz se puede llevar a cabo habilidades de negociación para conseguir gestionar, pactar y organizar el tiempo y la repartición de tareas dentro del hogar.

9. Mostrar y expresar afecto mutuamente. Reforzar aspectos positivos del otro, hacerle sentir útil y valorado, infundir ánimos,  premiarse con elogios y afecto mutuamente, etc., fortalece a la pareja, alienta y aumenta la autoestima de cada uno, mejorando con ello el clima emocional en la familia. La intimidad se construye sobre la base del cariño, respeto, los ánimos y la comunicación.

10. Educar desde el ocio y la diversión. No únicamente desde la disciplina. La diversión y el sentido del humor nos acerca a los hijos y esto nos convierte en figuras de apego seguro y de mayor respeto para ellos. Mejorando el estado de ánimo se potencia la espontaneidad, la flexibilidad, desinhibición y el juego en familia, rompiendo con ello la rigidez y las rutinas excesivamente estructuradas.

11. Sacar tiempo para el ocio personal. Es necesario encontrar espacios individuales donde cada miembro de la pareja, por separado, pueda llevar a cabo sus propias actividades y hobbies que le ayuden a desconectarse por un momento del estrés diario. Esto potenciará su bienestar, autoestima e imagen personal y todo ello beneficiará a la relación y al clima familiar.

En definitiva, la llegada de un hijo supone grandes cambios en la pareja pero puede aprender a vivirse con gran ilusión y complicidad. Es un proceso que requiere un tiempo de adaptación. Un hijo supone compartir preocupaciones, alegrías, educación, problemas, satisfacciones, etc.: una serie de sentimientos que es necesario compartir con la pareja sin que ninguno de los dos quede al margen. El objetivo es vivir con intensidad cada etapa de los hijos, disfrutarlo y compartirlo sin olvidar de sacar un poco de tiempo para disfrutar a solas los dos.

Susana Paniagua Díaz

Psicóloga educativa

Grupo Crece


La envidia

La envidia es un sentimiento muy mal visto socialmente, pero universal y humano a pesar de ello. Todos hemos sentido envidia en alguna ocasión, la cuestión es como lo hemos gestionado.

La "envidia sana" parece inofensiva y todos nos relacionamos con ella de manera natural e incluso no tenemos inconveniente de expresar: "qué envidia me das", al tiempo que sentimos una mezcla de envidia y alegría, orgullo o admiración por el otro.

No ocurre igual con la otra cara de la envidia, que nos carcome por dentro y destruye nuestra autoestima.

Este tipo de envidia dañina nos hace sufrir, nos hace sentir menos valiosos que el otro y sentir deseos de hacer desaparecer todo lo envidiado, sin el sujeto envidiado parece que todo iría bien, pero no es cierto, ya que en la envidia también hay un profundo sentimiento de "no voy a ser capaz de conseguir lo que tú eres, lo que tú tienes". Este es el peor escenario de la envidia que es un sentimiento complejo que incorpora otros sentimientos básicos como el miedo a no conseguir lo deseado, el miedo a no poder o no ser valioso, la rabia o ira, proyectada hacia la personas envidiada pero reprimido hacia uno mismo y la tristeza, nos relacionamos con lo que no tenemos, con un espacio vacío dentro de nosotros, en lugar de conectarnos con lo que sí somos, lo que sí tenemos. Este tipo de envidia también genera otro sentimiento básico que es el asco (desprecio en su versión social). Despreciamos a la persona envidiada y queremos alejarla de nosotros.

A la hora de gestionar este tipo de envidia, solemos acudir a:

  • Desprestigiar a la persona envidiada hablando mal de ella a terceros o directamente y delante de otras personas. Con esto liberamos un poco la tensión que sentimos. esperando que los demás nos den la razón. "Es cierto, no es tan guapa, sólo se lo tiene creído" "No es tan inteligente, sólo tiene buenos contactos" "Parece que cogiste unos kilos de más, ¿no?"
  • Hacer daño físico o moral a la persona envidiada hasta el punto de llegar a destruirla. muchos casos de mobbing o maltrato psicológico están sustentados en la envidia. Muchas venganzas están sustentadas en la envidia.
  • Comportamientos de imitación desproporcionados. La personas envidiosa intenta suplantar la personalidad del envidiado adoptando el mismo peinado, la manera de vestir igual, reproduciendo su trayectoria vital...
  • Comportamientos de sumisión o excesiva humildad ante el envidiado. Nos "plegamos a su gloria" olvidando quienes somos y qué queremos en la vida.

Pero, ¿cuál es la función de la envidia? ¿Por qué es un sentimientos universal que ha sido adaptativo a lo largo de nuestra evolución como especie?

La envidia es una emoción social, es decir, tiene sentido en un contexto de grupo, en la relación con los otros. sustenta las relaciones de poder que se establecen en los grupos.

El envidiado tiene lo que otros anhelan, belleza, poder, salud, fama, posesiones, estatus... (y que un momento dado han sido muy importantes para nuestra supervivencia como especie).

Las desigualdades alimentan la envidia. Las comparaciones poco constructivas alimentan la envidia. La baja autoestima y el exceso de sumisión alimentan la envidia. Los ambientes competitivos alimentan la envidia.

Ser envidiado implica estatus, poder, fomenta sentirse "importante". Esto supone un refuerzo tan positivo que jugar a dar envidia puede ser muy reforzado. Pero también es peligrosos y muchas personas valiosas prefieren estar en el anonimato, pasar inadvertidas para protegerse de la posibilidad de ser destruidas.

¿Como luchar contra este circulo vicioso tan destructivo y tan autoedestructivo?

La mejor versión de la envidia nos llevará a la la superación personal.

En contextos cooperativos, en los que se motiva y refuerza a cada personas pro sus logros y la crítica es constructiva, se fomenta la flexibilidad y la igualdad pero se esitimula la superación, lo que aparecerá será la mejor versión de la envidia, aquella que nos lleva a sentir alegría por el otro, admiración y orgullo ante sus logros y estimula que nos superemos a nosotros mismos, marcándonos objetivos adaptados a nuestras necesidades y circunstancias. Este tipo de envidia "sana" nos llevará a crecer y no a destruir.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

 

Paciencia vs. aguante

Paciencia

Es aceptar la situación, mantener la calma en la espera de algo más deseado o necesitado, traspasar las emociones de uno mismo o de los otros manteniendo la esperanza de un final positivo, y centrándose en la acción que nos llevará a ese final, sea cual sea.

 

 

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Aguante

Es lo que mucha gente confunde con paciencia. Es una capacidad de autocontrol de cara a la galería, la procesión va por dentro y no se calma sino que va cogiendo temperatura poco a poco, carcomiendo y generando más tensión, más juicio, más impaciencia. El aguante tiene los días contados, en cualquier momento explotarás de cualquier manera.

 

Y tú, ¿eres más de aguante o de paciencia?

 

 

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

¿Soy un poco narcisista?

El término narcisismo tiene su origen en el  mito griego de Narciso. Cuenta la historia de un joven tan bello que, tras ser maldecido por una ninfa, cae enamorado del reflejo de su rostro que le devuelve un lago, de tal manera que la atracción que siente por él le hace precipitarse al agua y morir ahogado.

Las personas con un narcisismo muy desarrollado se muestran a los demás de manera altiva,  tienden a sentirse cómodos en las relaciones asimétricas en las que puedan ejercer poder, alardean de sus capacidades e intentan crear la diferencia entre ellos y los demás, mostrando una pobre empatía.

Esta manera de manejarse en la vida puede ser adaptativa en ciertas esferas del mundo: políticos, grandes empresarios, altos cargos y mandos… conducen su narcisismo a un objetivo que les resulta beneficioso. Si bien, el narcisismo puede parecer un facilitador del éxito profesional, supone un gran obstáculo a la hora de desarrollar relaciones personales de intimidad y calidad.

 El narcisismo actúa como una careta, una manera de mostrarse al mundo ocultando una cara real. Esa careta es hierática, sin expresión y falsa, tres características que no facilitan la conexión con los demás. Pero, ¿por qué hay personas que se esconden tras la careta de la grandiosidad y la omnipotencia?

 

 

Tras cada narcisista hay una herida, un daño o carencia en su valoración y autoconcepto: malos tratos, negligencia, exigencia extrema, poca valoración… historias u episodios en los que la persona recibe mensajes del tipo “no sirves”, “no eres suficiente”, “no eres importante” o “no eres querible”.

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Asumir esos mensajes recibidos como ciertos es algo tan doloroso que una de las maneras de sobrevivir a ellos implica crear esa careta, perfecta, asimétrica, sin errores, admirable, como mecanismo de ocultar ese verdadero Yo dañado y crear otro más favorable. El narcisismo es, por lo tanto,  un mecanismo de defensa, una estrategia que nos ayuda a disminuir el malestar  en un momento dado. Sin embargo, instaurarse en esa careta, hacer de ella una base segura desde la que enfrentarse al mundo,  hace que estas personas cada vez sientan más distancia entre su Yo real y la defensa desde la que se relacionan con los demás,  aflorando grandes sentimientos de vacío y dudas de la propia identidad.

 

Conocerse  como persona en su totalidad y aceptarse con sus luces y sus sombras, confiar en su capacidad para presentarse al mundo sin armadura y permitirse explorar las relaciones en su más amplio abanico,  rompiendo con esa idea de "la mejor manera de evitar que te rompan el corazón es fingir que no lo tienes" son los puertos a los que estas personas dirigen sus pasos en los procesos de desarrollo personal.

Liberándose de esa máscara las personas descubren la riqueza del mundo, de las relaciones y experimentan la belleza de quererse y que les quieran   por lo que son.

Sara Ferro Martínez

Psicóloga y coach

Grupo Crece

 

¿Aceptas o te resignas?


La aceptación, sana y posibilita cambios. La resignación apaga y oscurece.

Cuando aceptamos algo, aunque no nos guste, estamos dispuestos para dejarlo atrás o a un lado, y fijar nuestra atención en algo constructivo que nos permita crecer, cambiar, resolver y no gastar energía baldía.

Cuando nos resignamos dejamos de luchar, creemos que no sólo no podremos cambiar lo que nos afecto sino que asumimos que las cosas son como son para todo lo que nos acontezca. Además seguimos sintiendo el dolor de aquello que no pudimos, de aquello que pasó, sin llegar a pasar página del todo.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

La música: una clave en el desarrollo del cerebro infantil

"La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo".  Platón

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La época de esplendor de los griegos se considera como uno de los momentos de mayor auge de la cultura universal. Y es en ese momento donde varios de los grandes filósofos y pensadores que  nos dieron las bases para comprender al ser humano en toda su plenitud, concedieron a la música un lugar privilegiado.

Aristóteles y Platón propusieron que el ejercicio físico y la música fueran los elementos principales del sistema de educación pública. Un cuerpo sano cuyo interior vibra con los sonidos.

Ahora, gracias a los avances tecnológicos, podemos avalar con datos empíricos aquellas opiniones basadas en la pura observación y la experimentación propia. Aquellas opiniones que dotaban a la música de un valor cultural y un poder de conocimiento y transformación tales, que formaban parte de las asignaturas principales con las que se iniciaba el niño en su formación cultural: gramática, música y gimnasia.

Los efectos positivos en el desarrollo del cerebro están demostrados científicamente 

Las investigaciones que se han referido al efecto de la música sobre el cerebro infantil, han coincidido en que ésta provoca una activación de la corteza cerebral, específicamente en las zonas frontal y occipital, implicadas en el procesamiento espacio-temporal. La estructuración espacio temporal es un proceso básico en la construcción del conocimiento, porque está ligado a la capacidad de abstracción del ser humano. Las relaciones que se establecen entre los objetos, las personas y las acciones o sucesos configuran el mundo en su acontecer y su esencia.

 

Os resumimos algunos de los efectos de la música en los niños:

  1. Al evaluar los efectos de la música a través de registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música origina una actividad eléctrica cerebral tipo alfa. Estas ondas, que aparecen en estados de relajación y tranquilidad, incrementan la capacidad de estudio, fomentan la claridad mental y evitan la aparición del stress.
  2. Al escuchar estructuras armónicas complejas o simplemente "diferentes", se aumenta la capacidad intelectual, se incrementa el desarrollo de la creatividad y la imaginación y, por consiguiente, se favorece el aprendizaje y el sentido crítico.
  3. A través de las canciones infantiles, en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra.
  4. Estudiar música desarrolla el razonamiento lógico-matemático y estructura los mapas mentales. Las matemáticas y la lógica son fundamentales para comprender e interpretar el ritmo.
  5. Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
  6. La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. Incrementa la confianza en uno mismo porque a través de la música la persona puede expresarse y mostrar a los demás lo que le gusta y es capaz de hacer.
  7. No podemos olvidar tampoco el papel que ejerce la música como actividad lúdica en el desarrollo del tiempo de ocio. El ocio es tan necesario para el ser humano como el tiempo de trabajo y, como tal, también hay que aprender a darle la importancia que tiene y un lugar desde que somos pequeños. De hecho, parece que el tiempo de trabajo puede resultar más provechoso si lo combinamos con el tiempo de ocio de forma adecuada.

Es obvio, tras la enumeración de los beneficios que trae consigo la música, que su papel en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos (sobre todo los de educación inicial), es fundamental, y que su relegación a una categoría de " optativa" pueda significar la pérdida de un elemento de enorme potencial educativo, no sólo a un nivel puramente cognitivo, sino a un nivel emocional, a veces tan olvidado en nuestras escuelas, pero tan importante en el desarrollo más completo de la persona. 

Raquel Ibáñez Ortego

Psicóloga

Grupo Crece

Decir lo que pienso si herir al otro: claves para auto afirmarnos con diplomacia.

!!!Cuantas veces nos tenemos que morder la lengua para evitar un conflicto o una situación comprometida!!!

Expresar una opinión políticamente incorrecta o contraria a la mayoría, lanzar una propuesta con el temor a que no sea escuchada, decir lo que nos molesta a la persona involucrada, corregir un error en otra persona, decir que no a alguna situación..., son ejemplos de momentos en los que tendemos a callarnos y no decir lo que pensamos por miedo a las consecuencias, o a no saber como manejar la situación.

 

 

Os vamos a mostrar las herramienta más importantes:

La asertividad nos brinda un repertorio enorme de herramientas para afrontar estas situaciones con seguridad y evitando el conflicto entre las diferentes partes.

Primero: escucha de manera activa y con interés, haz preguntas abiertas para recoger más información. Quizá tu interlocutor te de pistas de algo que puedas usar en tu favor y de pie a tu comentario.

Segundo: ponte en el lugar del otro y recoge su mensaje, su emoción, su visión, expresando algo positivo, expresando nuestro malestar desde lo que sientes o piensas en primera persona (mensajes yo). Por ejemplo: "sé que te has esforzado mucho y valoro lo bien que ha quedado el plan..." o, "es posible que no te fueses cuenta pero me sentí un poco incómoda ayer cuando estábamos con tus amigos, hubiese necesitado que me ayudases a integrarme un poco más"

Tercero: expresa tu opinión o tu postura de manera directa y clara pero con amabilidad. Por ejemplo: "me encantaría participar en otra ocasión, esta vez no puedo porque tengo otros planes "o, "que te parece si la próxima vez me ayudas a sacar un tema de conversación común o me involucras un poco más en vuestras cosas dándome mas información sobre vuestro tema de conversación...".

Cuarto: cerrar con algún mensaje positivo, con una sonrisa y mantente firme en tu argumento.

Intenta experimentarlo y nos cuentas que tal te ha ido :-).

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Cómo afectan las alergias alimentarias en los niños

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Cuando a tu hijo le da su primera reacción alérgica a un alimento tan básico como “la leche” con tan sólo dos meses de vida, te preguntas: ¿Y ahora qué?, ¿Qué va a poder comer mi niño cuando no pueda darle el pecho?, ¿Por dónde empiezo?...

Tras el diagnóstico se crea un gran abismo, te sientes perdido y angustiado y percibes una especie de incomprensión a nivel social y familiar: “lo que es saludable para casi todo el mundo para mi hijo es veneno”.

 

Si esto es difícil de digerir y complicado de interiorizar por los padres y hermanos, ni que decir tiene por el resto de las personas que nunca han vivido ni sufrido ningún caso cercano.

Poco a poco, vas descubriendo que este “veneno” está en todas partes: cantidad de productos alimentarios, fármacos, cosméticos, cremas, productos de higiene, material escolar… lo que hace mucho más difícil y angustiosa la calidad de vida de estos niños.

La alergia alimentaria es una enfermedad cada vez más frecuente en la infancia cuyas consecuencias negativas sobre la autoestima y la calidad de vida de los niños que la padecen están infravaloradas en nuestra sociedad. Cuando tienes un niño alérgico a algún alimento, la organización de las comidas,  las visitas de amigos y familiares a casa, la higiene, los cumpleaños y otros festejos, las comidas en restaurantes suponen una gran amenaza y sobreesfuerzo…. TODO CAMBIA, TODO SE TRASTOCA Y TODO GIRA ALREDEDOR DEL NIÑO. Tienes que adaptarte 100% a su problema y a sus necesidades.

Esto implica informar, educar y formar a todas las personas que están en su entorno: hermanos y demás familiares, amigos, educadores y personal del centro educativo al que asista, etc. Formación que garantice la prevención, así como el reconocimiento de los síntomas de las reacciones y el inicio del tratamiento a la mayor brevedad.

Cuando sufres este problema, te das cuenta del desconocimiento absoluto y la falta de información que existe sobre este problema tan grave y cada vez más frecuente, lo que te crea un estado de alerta y amenaza constantes. Emociones como: angustia, ansiedad, miedo, frustración, pena, indefensión, enfado… toman protagonismo en el hogar del niño alérgico, emociones vividas por cada uno de nosotros.

Antes de cumplir  los dos añitos, sabe que “algo pasa con la comida”, “me pongo malito”… lo empieza a comprender y a interiorizar antes incluso que otros hábitos como el control de esfínteres. “Mamá, ¿esto puedo tomarlo?”, es otra frase temprana en estos niños. Te sorprende la madurez y el control que empiezan a tener sobre el problema siendo tan pequeños. Toda una lección de responsabilidad.

Aun así, los miedos están latentes, ellos también los perciben, se asustan cuando ven comida desconocida, les cuesta probar alimentos nuevos y en muchas ocasiones adquieren “manías” y rituales algo obsesivos con la alimentación.

 

Otro problema añadido que produce una alergia alimentaria es la situación de exclusión social, situación que puede mermar la autoestima de estos niños: el colegio, otros padres o adultos, familiares, etc. tienen verdadero miedo a que al niño le ocurra algo estando con ellos, el miedo se combate con el conocimiento y si este problema es tratado por su entorno de forma natural, él lo asumirá de igual manera.

El número de niños alérgicos crece cada año y es necesario que los adultos responsables de estos niños sepamos tratar el problema con el conocimiento suficiente para no poner en riesgo su salud física y emocional.

¿Qué podemos hacer?

A la hora de abordarlo, es necesario:

  • Ser honestos, claros y sinceros con ellos, no mentirles jamás por muy pequeños que sean: “no puedes comer esta galleta porque te pones malito pero tienes estas otras que te encantan”, en lugar de esconderlas o inventarnos otra historia poco realista.
  • También es necesario mostrar normalidad y tranquilidad aunque sin bajar la guardia, si el niño nos percibe en constante tensión puede adquirir una relación aversiva con la comida y generalizarlo en otras situaciones cotidianas (“hacerles niños miedosos”). La sobreprotección en estos niños es inevitable pero hay que tratar de priorizar, ¡¡no todo le produce alergia, no todo es peligroso!!
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El equilibrio entre “tabú” y “obsesión”, “dejadez” y “sobreprotección” es la clave para sobre llevar de la forma más sana y tranquila posible el problema de las alergias alimentarias.

 

 

Un niño alérgico no es un niño enfermo, concienciémonos de esto. Mi hijo es alérgico y es un niño sano y feliz. 

Susana Paniagua Díaz

Psicóloga infantil y educativa