Las emociones no engañan

emociones caras 2

Las emociones como la ira, el miedo, la tristeza…, todas ellas, son universales y también, lo son sus expresiones y gestos faciales y muchos de sus desencadenantes, por ejemplo la tristeza aparece ante las pérdidas, el miedo ante la amenaza de un peligro. Sin embargo, hay aspectos culturales o individuales diferenciales, que nos hacen inhibir las expresión, anular las emociones o exagerar sus expresiones o sentirlas con mayor o menor intensidad en diferentes circunstancias.

Las emociones se reflejan en la cara, voz y en cambios a nivel fisiológico. El cuerpo no nos engaña con relación a las emociones si aprendemos a escucharlo.

Paul Ekman identificó los movimientos musculares implicaos en cada una de las emociones básicas (primarias) y algunas emociones secundarias. Se denominó sistema de codificación de la actividad facial (FACS, ref. P. Ekman). Ekman habla de que a través de las emociones no podemos engañar, ante cualquier evento o situación reaccionamos emocionalmente de manera abierta o de manera disimulada, en este último caso aparecen lo que él denominó microexpresiones. Las microexpresiones pueden durar 3/4 de segundo pero revelan lo que realmente sentimos.

Movimientos faciales de algunas emociones básicas siguiendo a Paul Ekman.

MIEDO

Eleve los párpados superiores al máximo, y, si se ve capaz, tense ligeramente los inferiores; si la tensión de los inferiores interfiere en la elevación de los superiores, entonces céntrese únicamente en la elevación de los superiores.

  • Abra la boca, deje que la mandíbula caiga, y estire los labios horizontalmente hacia las orejas.

  • Si tras intentarlo varias veces, no lo logra, limítese a dejar que la mandíbula cuelgue abriendo la boca y no intente estirar los labios horizontalmente.

  • Con los párpados superiores alzados al máximo, mire hacia delante y levante las cejas también al máximo. Vea si al mismo tiempo que las levanta, puede juntarlas. Si no puede realizar las dos acciones, sólo levántelas junto con los párpados superiores.

TRISTEZA

  • Mantenga la boca abierta y caída.

  • Baje las comisuras de los labios.

  • Manteniéndolas abajo, intente levantar las mejillas, como al entrecerrar los ojos. Eso tirará de las comisuras de los labios.

  • Mantenga la tensión entre las mejillas elevadas y las comisuras de los labios hacia abajo.

  • Mire hacia abajo e incline los párpados superiores.

  • Tire hacia arriba de las comisuras interiores de las cejas, pero sólo en el centro, no con toda la ceja.

  • También será de ayuda juntar y levanta las cejas en el centro.

  • Mantenga la mirada baja y los párpados superiores caídos.

IRA

Baje las cejas y júntelas: asegúrese de que los extremos interiores de las cejas descienden apuntando a la nariz.

  • Manteniendo las cejas como se ha descrito, intente abrir mucho los ojos de forma que los párpados superiores empujen contra las cejas descendidas, endurezca la mirada.

  • Una vez que esté seguro de que está realizando los movimientos de cejas y párpados, relaje la parte superior de la cara y concéntrese en la parte inferior.

  • Apriete los labios y ténselos; no los frunza, limítese a apretarlos uno contra el otro.

  • Una vez esté seguro de que está realizando correctamente los movimientos de la parte inferior de la cara, añada los de la parte superior bajando las cejas, juntándolas y levantando los párpados superiores para producir una mirada fija.

ALEGRÍA

  • Estire las comisuras de los labios hacia arriba y abra la boca sin soltar la tensión lateral.

  • Enseñe los dientes de la parte superior, elevando los labios en la parte central.

  • Frunza los ojos y cejas en la parte lateral.

La expresión facial como por arte de magia, provoca la sensación corporal de la emoción y si mantenemos un buen rato esta expresión podemos conectar con el sentimiento (aspecto mental de la emoción).

Si realizas este ejercicio presta atención a las sensaciones de la cara, estómago, pecho, garganta, manos y piernas. Observa la respiración y si la cara y las manos están frías o calientes o si se produce algún pensamiento o movimiento corporal.

Esta experiencia nos puede ayudar a identificar nuestros parones fisiológicos y corporales de las emociones y permitirnos identificarlas en situaciones cotidianas. Por otro lado, si forzamos una expresión facial es fácil que nos auto-provoquemos la emoción, es una manera de conseguir estado emocionales positivos o salir de los negativos.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Referencia: Ekman, P: ¿Qué dice ese gesto?. RBA libros, 2004, Barcelona.

¿Qué pasa con los amigos cuando tengo una relación de pareja?

Tener amigos de distinto sexo si soy heterosexual o del mismo sexo si soy homosexual, ¿pone en peligro una relación de pareja?

No debería, si es así, es importante que cada parte de la pareja reflexione al respecto.

Nuestra pareja no es una posesión nuestra y además, no, no nos lo puede dar todo, no es una media naranja perfecta. Desgraciadamente, esto sólo existe en la ficción. Esto no significa que nuestra relación no sea perfecta en la imperfección. Tenemos el concepto de que “lo perfecto” es “lo bueno” o lo “ideal” y no tiene por qué ser así. La perfección no existe y podemos disfrutar de una sana y duradera relación de pareja conviviendo con las imperfecciones.

Con respecto a los amigos, sean del sexo que sean, es sano y recomendable tenerlos, incluso al margen de la relación de pareja. Podemos tener amigos comunes también, no es excluyente.

Los seres humanos necesitamos un universo rico en experiencias y nuestras parejas (si las hemos elegido bien y hemos tenido un poquito de suerte) nos aportan muchas de estas experiencias, pero otras tantas nos las aportarán otras personas interesantes que conoceremos a lo largo de nuestras vidas u otras experiencias vitales en las que quizá no participe nuestra pareja por falta de interés o de tiempo.

Entre todas esas experiencias, la amistad con otras personas es un ingrediente muy importante, que no debemos perder porque no acomodamos en nuestro nidito de amor o porque “mi pareja no está conforme con esa situación”, quizá por ¿celos? De los celos hablaremos en otro lugar un poco más extensamente, pero siempre denotan inseguridad en la persona que los siente.

Tampoco debería ser un problema que nuestro amigo, amiga sea soltero, la tasa de infidelidades se da más entre personas casadas, por cierto,  y si somos infieles o no, hay diferentes razones para serlo y también este tema sería objeto de otra reflexión, ya que no tiene nada que ver con la amistad.

Relajémonos, no pongamos obstáculos a que nuestras parejas tengan amigos o amigas. Sentirnos libres en una relación de pareja aumenta la satisfacción y duración de la misma.

La amistad es una de las experiencias más bonitas y enriquecedoras de la vida y no debemos renunciar a ello sólo por estar emparejados.

El amigo nos sirve de complemento de esas cosas que necesitamos y nuestra pareja o circunstancias no nos aportan, el amigo es un confidente para ciertos temas que no quiero o no puedo tratar con mi pareja o con mi familia, el amigo me aporta una visión de mi mismo compleja ya que no es un mero conocido, me aporta matices que quizá mi pareja no ve o mi familia no ve y eso enriquece la visión que tengo de mí mismo/a.

No perdamos a nuestros amigos, cuidemos la amistad y construyamos nuevas amistades a lo largo de la vida.

“…en estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tu. No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el numero uno ni el número final. Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida...”

Fragmento de Poema de la amistad de Jorge Luís Borges

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Grupo Crece

Las palabras…

“La lógica de la mente emocional es asociativa y toma  los elementos simbólicos del recuerdo. Las metáforas… hablan directamente a la mente emocional” (aunque partan del intelecto).

Goleman, 1997.

images

El proceso de adquisición del lenguaje es fundamental desde un punto de vista psicológico. El lenguaje nos acerca al conocimiento, comprensión y análisis de la realidad, nos ayuda a dar sentido y control a nuestras vidas, nombra lo que sentimos, lo que necesitamos para hacerlo más consciente y poder operar con ello.

En este sentido es esencial un buen desarrollo lingüístico en las personas.

Un lenguaje pobre nos lleva a un escaso conocimiento y capacidad de análisis y viceversa, la manera de hablar, el tipo de palabras que usamos nos dirigen a una interpretación determinada de la realidad.

Un lenguaje pobre, nos lleva a no saber poner palabras a los matices de lo que sentimos, necesitamos y nos motiva y eso puede dejarnos muy perdidos y asustados.

Y paree que no está de moda hablar bien. Pensamos de algunos/as de buen hablar que son unos “pedantes”. Me gusta mucho esta frase de Grijelmo: “la gente cuida su aspecto, porque considera que su apariencia dice algo de lo que tiene dentro, y sin embargo descuida el lenguaje, que es el mayor reflejo de lo que uno tiene dentro”.

descarga

Me encanta Alex Grijelmo, un lingüista muy reconocido, del que he aprendido mucho sobre las palabras, os recomiendo por ejemplo, uno de sus libros “La seducción de las palabras”. Y es que las palabras tocan también nuestro inconsciente, tiene un envoltorio emocional aunque no lo veamos a simple vista.

En este libro se analiza el lenguaje desde diferentes perspectivas, el lenguaje en el amor, atracción o enamoramiento, el lenguaje de la publicidad, el lenguaje del poder, el lenguaje de los medios de comunicación…

Cómo usamos el lenguaje en la comunicación con los demás y en la comunicación con nosotros mismos es esencial. Tendemos a mirar las cosas bajo nuestro punto de vista, poniendo nuestro filtro, pero no se puede interpretar en el vacío, es importante el primer paso: describir correctamente la realidad usando las palabras más ajustadas posible de las que disponemos en nuestra lengua o provenientes de otras. Si sabemos describir,  sabemos observar la realidad con sus matices. Conocer diferentes realidades, incluida la propia nos ayuda a explicarnos la realidad y poder, posteriormente, configurar nuestra valoración o punto de vista. A medida que conozcamos más realidades, a las que también nos podemos acercar a través del mundo de ficción como la literatura y el cine comprenderemos mejor el mundo que nos rodea, nos comprenderemos mejor a nosotros mismos y seremos más capaces de desarrollar un sentido crítico.

El lenguaje nos abre la puerta para expresar nuestra inteligencia y facilita que la inteligencia se desarrolle. Y además, un lenguaje rico facilita que la inteligencia también se ponga al servicio de la tolerancia, de la perspectiva de futuro. Es decir, el lenguaje está relacionado con lo ético; hay muchos ejemplos: el género femenino no tiene tanta cabida en nuestra lengua como el género masculino, el lenguaje pobre facilita la discriminación de cualquier tipo porque generaliza, polariza la información u omite aspectos esenciales, el uso de ciertas expresiones como “mi marido me ayuda en casa”, “mi novia me ha dejado libre este Sábado” responden a un concepto de posesión en la pareja y otras cosas, el deseo del placer inmediato y fácil o la supremacía de lo superficial puede tener que ver con la percepción de la realidad a través de un lenguaje simple, sin matices, concreto y situacional...

Esto no le quita valor a las cosas simples o a las cosas frívolas. Pero si sólo nos limitamos a eso...

Y creo que  tenemos un “lenguaje ideal” para la sociedad de la prisa: pensamos de prisa, actuamos de prisa. No hay tiempo para los matices, interesa hacerse una idea de las cosas muy rápido para actuar igualmente muy rápido. Quizá eso es eficaz. Nuestra mente también está preparada para ello (los heurísticos  reflejan una función cognitiva que facilita la toma de decisiones ya que economiza el número de procesos cognitivos necesarios: sensoriales, perceptivos, de procesamiento de la información...). Pero también tenemos la capacidad de todo lo contrario porque a veces no nos sirven lo heurísticos: por ejemplo, en las relaciones más íntimas con los otros, en la relación con uno mismo, en muchas cosas que necesitan de un procesamiento y análisis minucioso para ser de calidad: las obras de arte, ciertos descubrimientos de la ciencia, ciertas vivencias... y por supuesto no nos sirven los heurísticos para cambiar nuestra sociedad y construir un mundo mejor, los heurísticos no nos llevan a la toma de conciencia.

Pensar y hablar de prisa nos quita identidad: tiempo para conocernos y que nos conozcan, tiempo para digerir las cosas que nos pasan, para pensar que es lo que realmente queremos, lo que realmente nos hace felices, tiempo para degustar un presente más rico en las cosas que hacemos, tiempo para ciertos sentimientos y también, tiempo para el  placer.

Los sentimientos de moda también son los sentimientos de la prisa; estos son sentimientos de protesta o alarma y sentimientos de evasión: ansiedad, estrés, miedo, subidón de adrenalina, agresividad... y el organismo, a veces, se desenchufa: tristeza, depresión. Cuando hay otros muchos sentimientos que deberían estar ahí moviéndonos hacia el cambio.

Y, como destaca Grijelmo, todo lo relacionado con el lenguaje hablado y escrito: textos periodísticos, literatura, televisión, etc. están teñidos de este lenguaje pret-a-porter, al servicio de esta sociedad de la prisa y al servicio de los intereses creados. Y, aunque, la experiencia directa y la experiencia de ficción (literatura, cine…) nos enseña muchísimo a ser lo que somos, sobre los otros y sobre el mundo, lo hacen, a través de ese lenguaje-pensamiento rico en matices de ideas y sentimientos. ¿Qué opináis?

Raquel López Vergara

Psicologa y coach

Grupo Crece

La Autoestima

La autoestima es la capacidad para querernos a nosotros mismos independientemente de nuestros éxitos o fracasos, de nuestras características personales o profesionales, incluso independientemente de si los demás nos quieren o no.A lo largo de nuestra historia vital hemos interiorizado patrones de pensamiento y valoración hacia nosotros mismos que han venido de nuestra familia, de nuestros profesores, de una primera relación amorosa..., y los hemos interiorizado tanto, que lo hemos convertido en algo intrínseco a nosotros, lo llamamos nuestro "CRÍTICO INTERNO"."Este Crítico Interno" nos dice que no podremos conseguir lo que nos proponemos, encontrará excusas para que no cumplamos con nuestras obligaciones, se fijará siempre ne cuando lo hacemos mal, dirá cosas horribles de nosotros mismos y entraremos en el círculo vicioso de la profecía autocumplida. Es decir si creo que algo me va a salir mal, si creo que no puedo, mi estado motivacional no va a ser muy pro-activo y acabaré haciéndolo mal, no consiguiéndolo porque yo mimo lo auto-provoco pero no por que no hubiese podido hacerlo si mi estado motivacional hubiese sido más pro-activo. "El crítico interno" arrasa con mis estado motivacional, le hunde.

Es importante empezar a darle la vuelta a este "crítico interno" a este diablillo interior, primero identificando aquello que nos decimos de manera tan injusta y tan global " yo no soy digno de amor", "yo no soy válido", "yo no puedo"..., y después buscando pensamientos más constructivos y realistas: "yo merezco que me quieran, de hecho hay gente que me quiere", "yo hago esto muy bien", "yo he conseguido estas cosas en mi vida"...Y es aún más importante ACTUAR en la vida para demostrarnos que la profecía autocumplida no es válida. Muchas cosas no nos salen bien porque no lo intentamos las veces necesarias.Os dejamos varios fragmentos de "Doctor en Alaska" donde Edd consigue darse cuenta de que tiene un hombrecillo verde detrás de él (la falta de autoestima, el critico interno) y consigue dejar de escucharle y centrarse en lo que realmente desea y ACTÚA.Te dejamos este enlace de "Doctor en Alaska" donde Edd hace frente al hombrecillo verde (su crítico interno) No olvides ver los tres fragmentos, crítico interno, toma de conciencia y resolución.

Dar y Recibir

manos unidasPhiNAPHantaSY

Damos y al dar, sin presiones, sin exigencias, simplemente entregándonos a lo que el otro necesita, recibimos, recibimos quizá aquello que necesitamos. Recibimos, a veces, sin pedirlo, el otro nos da, nos ofrece lo que tiene, una mirada, una caricia, su tiempo, una idea, una oportunidad.

¿Pedimos? ¿Nos atrevemos a pedir? Para muchas personas pedir ayuda, una información, pedir un poco de aliento, es muy difícil. Parece que ser fuerte consiste en ser autosuficiente. Nada más lejos de la realidad.

Los seres humanos somos seres sociales y estamos aquí tras muchos miles de años de evolución, gracias a la cooperación, al dar y al recibir.

Cuando pedimos ayuda a otra personas, pensamos que podemos molestarla, pero lo que el otro siente es ser valioso y especial porque se ha convertido en sujeto de nuestra petición, hemos puesto nuestra pequeña vulnerabilidad en sus manos, eso le hace sentirse útil e importante. Cuando pedimos también damos.

¿Qué necesitas hoy? Pídelo

¿Qué puedes dar hoy? Dalo

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

VIVIR SIN MIEDO

images (2)

El miedo, nos sirve, es un mecanismo de defensa y de alerta de nuestro organismo, nos protege de peligros, nos avisa de que algo va mal y debemos reconducir nuestra vida, sí, pero cuando el miedo se nos va de las manos…, cuando aparece en situaciones en las que no hay amenaza real de peligro…, cuando se manifiesta de manera crónica día tras día en nuestra vida…, nos condiciona hasta tal punto que es el mayor obstáculo para la felicidad y realización personal. Muchas de las personas que acuden a mi consulta tienen miedo. Un miedo irracional que merma sus posibilidades, baja el autoconcepto y la autoestima y les lleva a tomar decisiones inadecuadas en sus vidas. Todas estas personas presentan un potencial que ellas mismas no ven o si lo ven no se sienten capaces de desarrollar.

El miedo, además, no entiende de sexo o de edad, cualquier persona, hombre o mujer, más joven o menos joven, puede desarrollar miedos irracionales. Es independiente de nuestro nivel social, o de nuestro nivel intelectual, del aspecto físico que tengamos o de la situación económica.

Ana de 21 años, lo tiene todo para triunfar, es guapa y muy inteligente, estudia lo que más le gusta, medicina, pero es tan exigente que nunca está contenta, no puede concentrarse en sus estudios, el miedo a que las cosas no sean perfectas la paraliza y no saca partido a todo su potencial, está empezando a sufrir problemas digestivos y caída del cabello. Tiene miedo al fracaso.

Pedro de 35 años, ha llevado siempre una carrera profesional impecable. Recientemente, ha rechazado un importante ascenso que le exigía incorporar funciones de formador y liderar reuniones. Esto le ha llevado a dudar de sí mismo y ha empezado a manifestar síntomas de ansiedad en otras situaciones no relacionadas con el trabajo. Su sentido del ridículo y miedo escénico le han cerrado una gran puerta para su futuro.

María de 44 años, madre de dos niños fantásticos, felizmente casada, administrativo muy valorada en un bufete de abogados. No disfruta de todo lo que tiene, vive en un continuo estado de tensión, todo le preocupa, todo le agobia, se ahoga en un vaso de agua, padece de insomnio y ansiedad crónicos y se obsesiona por cosas sin importancia. Tiene miedo a no controlarlo todo.

Laura de 38 años, licenciada en Bellas Artes, quiere dejar un trabajo que no le gusta como vendedora de seguros pero o lo hace nunca, siempre ha soñado con abrir su propia tienda de artesanía, profesión que desarrolla como hobbie y a la que ha dedicado todo su tiempo libre. Piensa que ella nunca triunfará, no confía en sus cualidades. En su familia se valora mucho tener un empleo seguro, nunca estuvieron de acuerdo en que ella estudiase bellas artes, Laura cree que su tiempo de luchar ha pasado. Su problema es el temor al riesgo necesario que todos tenemos que asumir en nuestra vida y el miedo a decepcionar a su familia.

Juanjo de 29 años, es una persona tremendamente sensible, siendo muy joven sufrió una mala experiencia sentimental. Desde entonces le cuesta mantener relaciones sentimentales satisfactorias, sexualmente se siente inseguro y se ha obsesionado por la imagen física. No se atreve a vivir solo, sigue en casa de sus padres a pesar de tener un puesto de trabajo estable y bien remunerado. Su obstáculo es el miedo a no gustar.

Estas cinco personas sufren de miedo a vivir, ya que en la vida, en múltiples ocasiones,  hay fracasos, errores, falta de control, hay que sumir riesgos y podemos no gustar.

La dificultad para gestionar miedos habituales como el miedo a asumir un riesgo, quedar mal en una ocasión determinada, situaciones de incertidumbre, que las cosas no salgan como uno quiere, o no gustemos a todo el mundo, nos lleva a un callejón sin salida.

Además, el miedo es como una mancha de aceite, si no le hacemos frente campa a sus anchas y se extiende cada vez más, incluso en ámbitos de nuestra vida en los que anteriormente no teníamos miedo y aumenta su intensidad sintiendo que es una situación incontrolable. El miedo, además, se somatiza, pudiendo presentarse muchos problemas de salud.

Estas personas recondujeron su vida gracias a la terapia psicológica. En un proceso terapéutico ayudamos a las personas a ver las cosas desde otra óptica y a desarrollar las habilidades y herramientas que necesitan para superar sus miedos, les ayudamos a tomar contacto de sí mismos, de sus necesidades y de sus emociones para que se den cuenta de que no todo es miedo.

Para afrontar el miedo tendremos en cuenta los siguientes aspectos:

1. Tomarse las cosas menos en serio, la espontaneidad, la risa, divertirse…

Ana, la chica exigente, pudo concentrarse en sus estudios y disfrutar de ellos, y aprendió a encajar mejor los fracasos. Con ella se trabajó la espontaneidad, Ana debía hacer cosas diferentes y que no supusieran ni fracasar ni tener éxito, tenía que tomarse esas actividades como un juego, descubrió que podía divertirse y poco a poco fuimos aplicando ese recurso en sus estudios. Le comentaba, “en esta ocasión no estudies para el examen, nos vamos a permitir suspender algún examen, esto no es un problema ahora, ya que estamos trabajando tu ansiedad y eso es lo prioritario, diviértete estudiando, no te ciñas a los apuntes, lee algún libro que tenga que ver con la asignatura pero que no esté en la bibliografía. Tras varios meses de terapia, Ana empezó a relajarse y disfrutar de sus estudios, sus problemas digestivos y de caída del cabello remitieron. En la actualidad seguimos trabajando su espontaneidad para que todo lo conseguido se generalice y se incorpore a su personalidad.

2. Enfrentarse al miedo aunque se pase miedo…, poco a poco y con los recursos necesarios.

Pedro participó en una terapia de grupo para superar el miedo a hablar en público y en cada sesión tenía que hacer una presentación que grabábamos y visualizábamos delante de todo el grupo. Las presentaciones cada vez eran más largas, le enfrentábamos a preguntas que tenía que responder y le pedíamos que fuese más expresivo, que hablase más alto, que sonriese más… (que no se ocultase tras la timidez). Pedro aprendió a respirar, a gesticular, a hablar más alto, a sonreír, a buscar un lugar seguro mientras exponía su tema sin necesidad de ocultarse. Resolvió su miedo escénico en pocos meses. La exposición a la situación temida progresiva y guiada es la mejor manera de superar los miedos. El valiente no es el que no siente miedo sino el que se enfrenta a él.

3. Derecho a tener miedo... Aprender que no somos omnipotentes, no lo podemos controlar todo, tenemos nuestra parte vulnerable y debemos pedir ayuda.

María vino a terapia un poco presionada por su marido, a ella le costaba admitir que tenía un problema. Había acostumbrado a todo el mundo a ser ella la que resolvía todos los problemas, en su trabajo era imprescindible, “qué haríamos sin ti, María…”, en su familia todos contaban con ella para grandes eventos, “¿prepararás tú la cena de Navidad?, eres tan buena cocinera…”, participaba en todas las reuniones del AMPA del colegio de sus hijos, ayudaba a su prima con su tía que estaba enferma, ayudaba a su marido en el negocio familiar y todo lo hacía muy bien.

En muchas ocasiones para saber el por qué de un problema hay que remontarse a la historia personal. Tuvo una infancia difícil, su madre falleció tras una larga enfermedad siendo ella adolescente, no pudo tener una infancia normal, su madre les daba sustos con frecuencia por motivo de su frágil salud y ella tenía que ocuparse de su hermanito. Nunca nadie le hizo el caso que una niña necesita. De adulta, muestra muchos aspectos de llamada de atención y de vulnerabilidad, esa vulnerabilidad que de niña no pudo experimentar, por ello manifiesta ansiedad, obsesiones y miedo al futuro, de niña no pudo controlar lo más importante que era la salud de su madre. María empezó a delegar y a aceptar que en algunos aspectos podía tener miedo o inseguridad, dejó de ocuparse de todo y empezó a pedir ayuda. Tuvo un espacio para poder llorar lo que de niña no lloró y para expresar el miedo que sintió cuando era niña. María trabajó todos estos aspectos en terapia durante dos años, en la actualidad han desaparecido los problemas de insomnio y de ansiedad.

4. Escuchar quienes somos y qué queremos… Satisfacer nuestras motivaciones y vivir de acuerdo a nuestra personalidad y potencial.

descarga

La familia de Laura era muy conservadora y tradicional, les costaba entender que su hija quisiera dedicarse al mundo artístico, fueron ellos quienes le buscaron el trabajo en la empresa de seguros, en un momento, además, un poco delicado para la economía de Laura. Pero Laura iba en contra de sí misma, no satisfacía sus necesidades por no defraudar a su familia, que tanto había hecho por ella, poco a poco se fue anulando y haciéndose más pequeñita.

Al desaparecer de nosotros mismos adquirimos muchos miedos, el niño que se conoce a sí mismo sabe sus límites y se maneja con soltura en el espacio disponible para explorar. Laura no exploraba porque desconocía sus límites. Ayudando a Laura a contactar consigo misma, recuperó su pasión con más intensidad y poniéndole tareas muy sencillas para que fuese cubriendo los puntos débiles de cara a montar un negocio se animó a hacerlo, tras un año recibiendo asesoramiento como emprendedora, pudo pedir una excedencia en su trabajo y probar suerte de camino a su sueño. Durante los dos primeros años como emprendedora asistió a un proceso de coaching para reforzar sus herramientas y recursos personales.

5. Desarrollar asertividad. Yo valgo… yo puedo…

Juanjo sufrió una situación de maltrato psicológico por parte de una chica de la que estaba muy enamorado, se sometió a múltiples humillaciones, muchas de ellas muy sutiles, de cara a la galería todo el mundo les decía que eran la pareja ideal, ella le fue infiel y eso le ayudó a romper la relación con ella.

Juanjo perdía su personalidad y su criterio cuando estaba con su novia y dejó que ella le tratase mal, no era asertivo con ella.

La asertividad es una herramienta esencial en el ámbito de la inteligencia emocional, tiene que ver con marcar nuestro territorio ante los demás y no permitir que se aprovechen, nos traten mal, nos ninguneen o no nos tengan en cuenta. Las personas asertivas expresan sus opiniones y sentimientos con libertad, marcan límites y buscan negociar con los otros, cuidando el lenguaje y las formas para favorecer un intercambio amistoso. Las personas más asertivas son más seguras de sí misas y se guían por sus propios objetivos y no dependen tanto de la opinión o valoración de los demás.

Juanjo participó en una terapia grupal para trabajar la asertividad y la autoestima. En las sesiones se exponía a expresarse tal y como es él,  enfrentándose a la posibilidad de no gustar, le pedimos que no se arreglase tanto cuando salía a la calle para ir a trabajar o con amigos y amigas, que si conocía a una chica pensase más en lo qué él sentía, si le ella gustaba en lugar de lo que ella sentía por él. Tras ese primer paso, empezó a ser más asertivo en su día a día, se le ayudó cuando conoció a una chica que era especial para él para gestionar el proceso de toma de contacto y acercamiento con ella, de nuevo para exponerse poco a poco al miedo. Ha mejorado su problema sexual y ahora vive en un piso compartido.

El miedo puede desaparecer o mitigase hasta el punto de no entorpecer nuestra vida, Ana, María, Laura, Pedro y Juanjo se dieron una oportunidad y consiguieron ser más felices.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

¿Diferencias entre hombres y mujeres? Abogamos por la igualdad de género.

Existen muchas publicaciones a modo de divulgación científica y dirigidas a todos los públicos como "Las mujeres son de Venus y los hombres de Marte..." o publicaciones similares, que se basan en la diferencia de nuestros cerebros, el de los hombres y el de las mujeres, para explicar cómo en nuestros roles y maneras de interpretar o sentir la realidad, hay diferencias. Es cierto, no lo vamos a negar, que existen diferencias cerebrales y, si nos remontamos a estudios etológicos, antropológicos o paleontológicos, la distribución de las tareas es diferente según los sexos, muchas veces, distribución supeditada a las circunstancias del entorno para aumentar las probabilidades de supervivencia. La selección natural pudo favorecer el desarrollo de hembras capaces de percibir los detalles pequeños ya que con las crías cazar era muy complicado pero recolectar mucho más fácil y, hombres que tuvieran una capacidad viso espacial mayor ya que para la caza era relevante. Pero existían otras muchas funciones y roles en un clan de aquella época, y probablemente habría mucha variedad también entre los propios sexos.

Los estudios demuestran que existen tantas diferencias entre hombres y mujeres como entre las mujeres entre sí y entre los hombres entre sí.

No podemos atender a estas diferencias para justificar desigualdades. No está demostrado que las mujeres en los clanes humanos antiguos no tuviesen un papel importante y de poder, al igual que ocurre en clanes no humanos.

Según las conclusiones de la psicología diferencial, es muy difícil discernir aquello que corresponde a circunstancias biológicas de lo que corresponde a patrones sociales aprendidos.

Actualmente, está muy difundida la idea de que el cerebro masculino tiene una mayor capacidad para el espacio y los números y las mujeres para expresarse y mostrar sus sentimientos.

Emilio García García, nos muestra en su artículo que las diferencias entre el cerebro masculino y femenino corresponden a la evolución y la capacidad de adaptación de los seres humanos. Y, afirma que en una sociedad más igualitaria las diferencias biológicas entre hombres y mujeres no serían las que hoy son.

Hay multitud de estudios que reflejan el diferente trato que reciben desde bebés, los niños por ser niños y las niñas por ser niñas. Shaffer expone un experimento en el que un mismo bebé es mostrado primero como niña y después como niño a diferentes personas. La actitud de los adultos y adultas ante cada una de las situaciones es muy diferente. Por ejemplo, ante una misma reacción del bebé, se tilda de “enfado” cuando es un niño o de “miedo” cuando es una niña, este resultado es demoledor.

Es aquí, donde aparece esa “profecía autocumplida”, que “fomenta las diferencias de actuación cognitiva entre los sexos y orienta a los niños y a las niñas hacia caminos profesionales y vitales distintos”. Todo basado en prejuicios previos de los propios individuos y de toda la sociedad.

Reconocemos las diferencias entre sexos, pero se sabe que estas diferencias no son homogéneas. Sin embargo muchas veces las pautas educativas son diferentes en el caso de niños o de niñas, y hay niños que no se adaptan a ese estilo educativo y hay niñas que tampoco se adaptan y eso quizá es lo que explica parte del fracaso académico

Según Sánchez, la escuela enseña y educa. Es un lugar donde se aprende a ser y a vivir en el mundo. Todas las personas tenemos unos rasgos que nos hacen diferentes, pero también (y sobre todo) que nos hacen iguales.

Aboguemos por la igualdad entre la desigualdad entre sexos y entre personas.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Referencias

Emilio García García. “Neuropsicología y género”. En:Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

2003. Pp.: 14-15.

Shaffer, D. R. Desarrollo social y de la personalidad. 2002. P: 254

M. Antonia Sánchez-Vallejo. “Niños y niñas separados contra el fracaso escolar”. [en línea] En.: El País.13/02/2008:

es>

SEDEÑO PÉREZ, Eulalia. “Género y otras especies: Diferencias sin desigualdades”. En: C. Lara

(ed.): El Segundo Escalón: Desequilibrios de género en Ciencia y Tecnología. Sevilla: 2006, ArCiBel

Editores. ISBN: 84-934085-9-X.

Inspirado en: http://inmamsanchez.files.wordpress.com/2010/05/existen_diferencias_psicologicas_entre_hombresymujeres.pdf

TIPS PARA SUPERAR EL MIEDO ESCÉNICO

hablar en público 3

Hablar en público da miedo. Hoy queremos darte unos consejos para afrontarlo con más seguridad y control. 1. Detecta tus ideas negativas o pensamientos interfirientes: "Se notará que estoy nervioso/", "Voy a quedar mal", "Ya estoy empezando a sudar", "El corazón se me dispara".... Estos pensamientos interfieren en tu discurso y pueden llegar a bloquearte y además aumentan tu nerviosismo, preocupación y ansiedad como si entra´semos en un círculo vicioso.

2. Respira, despacio y profundamente, antes, durante y después de la presentación. La respiración nos relaja física y mentalmente.

3. Céntrate en tu comportamiento no verbal, hablar un poquito más alto y vocalizando ya que controla el temblor de la voz, abra los brazos y mueve las manos al hablar (incluso si estás sentado/a)  ya que relaja la tensión corporal, muévete un poco por es espacio, darás sensación de que dominas la situación, mira al público a los ojos, reparte la mirada entre todos, sonríe de vez en cuando.

4. Busca pensamientos constructivos y dirige tu atención hacia lo importante. "Los nervios son más intensos al principio, luego se pasan un poco", "Los demás no notan mi ansiedad tanto como yo" (aunque te parezca increíble es así ¡SIEMPRE!), "voy a respirar", "voy a centrarme en los movimientos corporales"...

5. Lleva un guión de aquello de lo que vas a hablar, y si lo necesitas puedes mirarlo.

6. Recuerda que estos es un proceso, tienes derecho a ir poco a poco y si te permites equivocarte, cada vez lo harás mejor y con menos ansiedad, busca ayuda si lo necesitas, a veces sólo necesitamos un empujoncito.

¡SUERTE!

Raquel López Vergara 

Psicóloga y coach

Las claves del amor eterno

abuelitos enamorados1

¿Se puede estar enamorado eternamente? Parece que los procesos de enamoramiento como tal tiene una caducidad, pero existen parejas que funcionan muy bien durante mucho tiempo y que, incluso, se mantienen unidas hasta el final de sus vidas.

¿Cuáles son las claves de las parejas que se mantienen felices durante toda la vida?

Según Alejandra Vallejo Nájera, psicóloga y escritora existen tres variables importantes para que una relación sea duradera.

  • Atracción sexual
  • Conexión intelectual
  • Conexión emocional
pareja enamorada 2

Las tres variables son interdependientes y unas se pueden influir en las otras.

En ocasiones estamos con una persona que nos atrae mucho sexualmente y durante el proceso de enamoramiento parece que todo es mágico, nuestras hormonas favorecen que sólo conectemos con los aspectos positivos del otro, si finalmente no hay conexión intelectual, por ejemplo, nos aburrimos con esa persona, no tenemos temas en común para hablar, no vemos el mundo de manera parecida, puede que la relación se agote.

Puede que todo empiece con una conexión intelectual muy fuerte y que esto encienda la atracción sexual, en cualquier caso es imprescindible que se encienda no podemos admirar únicamente para amar.

¿Y qué ocurre con la conexión emocional? Esta es la más compleja y la más difícil, y es el ingrediente que cohesiona las otras dos variables.

pareja enamorada

La conexión emocional implica que por encima de todo, de mi soberbia, de mi mal día, de mi enfado, de mi disgusto, de mis ganas por algo que quizá compiten con las tuyas, yo cuidaré de ti, me preocuparé de ti, y no haré nada para avivar tu sufrimiento. Te respetaré en tus decisiones, tus deseos, tus aficiones, tus gustos, tu manera de ser, tu manera de vestir y no intentaré cambiarte, seré empático/a con tus necesidades y sentimientos. Y tú harás lo mismo por mí. Te daré libertad para ser persona y me la darás a mí, creceremos juntos y, creceremos cada uno por separado también. Sin entrar en juegos de manipulación.

Si estoy dispuesto/a ser así contigo y recibo lo mismo de ti, si nos atraemos sexualmente y disfrutamos del sexo juntos, y si conectamos en nuestras ideas, pensamientos o nos divertimos en nuestras interacciones…es muy posible que duremos para tooooooda la vida.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach