Abogada colegiada, especialista en derecho familiar, violencia de género y mediación, colaboradora en Grupo CRECE con más de 20 años de experiencia laboral.

Soy Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y colegiada en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM). En 2003 completé mis estudios con un Máster en Práctica Jurídica y cuento con más de dos décadas de experiencia.

Me especialicé en Derecho de Familia precisamente por su componente humano y emocional. Detrás de cada expediente hay historias que merecen ser comprendidas, niños que necesitan seguridad y adultos que buscan orden en medio del caos que se presenta ante determinadas situaciones familiares y que necesitan soluciones legales.

A lo largo de mi trayectoria he intervenido en procedimientos de divorcio, partiendo de una premisa sencilla cuando hay menores implicados: el mejor interés de los hijos e hijas buscando acuerdos que reduzcan el impacto emocional del conflicto en ellos y favorezcan la corresponsabilidad parental.

En 2013 realice formación especifica en violencia de género, un área que no solo exige conocimientos jurídicos sólidos, sino también una comprensión profunda del impacto emocional y social que este tipo de violencia genera. Esta especialización me permitió reforzar mi intervención en procedimientos donde el conflicto familiar se entrelaza con situaciones de maltrato, y trabajar con mayor sensibilidad en la protección de personas vulnerables, especialmente mujeres y menores.

Además, he intervenido en procesos civiles como desahucios y ejecuciones hipotecarias, aplicando soluciones jurídicas adaptadas a situaciones de especial vulnerabilidad.

Mi labor va más allá de litigar: la prevención y la resolución pacífica del conflicto son, siempre que sea posible, el primer paso. Es por ello que, en 2023 amplie mi formación como mediadora en Derecho Civil y de Familia a través de la Escuela Internacional de Mediación, ampliando mis conocimientos en dicha Escuela en 2025 en el campo laboral para la resolución de conflictos entre trabajadores y empresas.

Me considero una profesional implicada, clara y cercana: escucho, analizo con detalle y explico cada paso para que quien confía en mí participe de forma activa y responsable.

Trabajo integrada en un gabinete de psicología, lo que me permite coordinarme con profesionales de la salud mental cuando la situación lo requiere. Esa colaboración convierte el enfoque psicojurídico en algo real y práctico: atendemos al mismo tiempo las necesidades legales y las emocionales, y traducimos el lenguaje jurídico al cotidiano para que cada decisión se tome con plena conciencia.